ENCUENTROS EN LA CASTELAR

Hoy con Antonio Abengózar Fdez-Arroyo (Tono) (Maestro, Licenciado en Pedagogía, Profesor de IES y de la UNED. Apasionado por el baloncesto y por lo que hace)

Por Antonio Leal Giménez

Su niñez, infancia  adolescencia y juventud  en Alcázar de  San Juan fue de lo más normal de un chico de familia numerosa  nacido en el barrio de Santa María. Su etapa escolar transcurrió en la Academia Cervantes y aunque lleva más de treinta años fuera de nuestro pueblo se siente alcazareño, en cuerpo y alma, y está encantado de volver a recordar aquellos años tan trascendentales que fueron en su futura vida, tanto en los aspectos personales  como profesionales.

Antonio (Tono), ha dedicado su vida profesional a la docencia: primero como Maestro y más tarde como Profesor de Enseñanza Secundaria y en la UNED. Sus objetivos personales han estado marcados por aquellos directamente relacionados con la enseñanza de las materias y la formación del individuo a nivel personal, educativo y profesional. Posee grandes habilidades de comunicación y sabe muy bien motivar a sus alumnos. Su disciplina y paciencia le ha permitido resolver problemas con dificultad, siempre muestra un gran entusiasmo y ya, desde pequeño, derrochaba energía y actitud positiva. Siempre ha trabajado desde la igualdad y ha buscado y encontrado en la mayoría de las ocasiones, favorecer la inclusión de aquellos alumnos que requieren atenciones especiales. Conoce y valorar con espíritu crítico, desde una actitud abierta y respetuosa, las diferentes manifestaciones culturales y artísticas. Además de saber aprovecharlas como fuente de enriquecimiento y disfrute personal. Encuentra los medios necesarios para lograr conectar con todos los estudiantes, sin importar el desafío que se plantee. Siempre está dispuesto a trabajar con diferentes estrategia y herramientas para asegurar que los estudiantes reciban la formación que necesitan, en función de sus capacidades, intereses y motivaciones. Tiene verdadero interés por diseñar clases interesantes, frescas y actuales, promoviendo la curiosidad y el aprendizaje fuera del aula. Me dice con cierta tristeza que le ha faltado tiempo para implantar nuevos métodos de innovación educativa basados en un estilo diferente de impartir docencia, buscando promover el desarrollo del talento humano de los alumnos para impulsar nuevas ideas. Los valores de igualdad, la solidaridad el respeto, la responsabilidad etc. Además de en su familia, los aprendió en su etapa como jugador de baloncesto,- fue un magnifico alero- y fue con la práctica de este deporte donde entendió que la convivencia y el trabajo en equipo, resultaba fundamental

En la actualidad, y desde que alcanzó su etapa de iubilāre, se dedica al arte y concretamente a realizar obras de escultura. Su aportación creativa en sus piezas es singular. Una vez acabada,  la rodea con un marco y la expone en la pared. Este tipo de esculturas cotizan al alza porque su rotundidad y potencia estética suman sentimiento a la decoración. Su escultura artística es tridimensional, maneja un concepto plástico, conceptual y figurativo. Se define como autodidacta y ya ha realizado algunas exposiciones.

Vamos a estructurar nuestro “Encuentro” en tres épocas muy significativas. Los recuerdos son una de ellas, esa es la razón por la que se crearon las fotografías que  nos ayudan rápidamente a rememorar hechos y circunstancias. Recordar no solo significa guardar en nuestra memoria, sino en nuestro corazón. Las siguientes las dedicaremos a conocer diferentes puntos de vista en relación a la enseñanza en la actualidad y en su faceta como artista escultor.

En el antiguo edificio de la desaparecida Academia Cervantes iniciamos nuestra conversación camino del parque Cervantes, donde nos sentaremos junto a la única azulejería de España que abarca el Quijote completo, desde el comienzo hasta el final.

PREGUNTA: Recordar nuestro pasado es sano si sirve para vernos tal y como somos hoy. Abre el baúl de los recuerdos y me gustaría que por un momento te sintieras invadido por imágenes, resonancias, palabras o sensaciones del ayer, de tus vivencias en Alcázar de San Juan.  ¿Llevas tu niñez y adolescencia contigo? ¿Qué cosas has olvidado?

RESPUESTA: Creo que nunca abandonamos ese niño que llevamos en el interior, que nos impulsa y  motiva a la creatividad, y a vivir con la esperanza de un futuro. Hay momentos que jamás he olvidado: los juegos en la tierra del Altozano, o del Convento Santa Clara, Cuartel de la Guardia Civil, en aquellos años, con las bolas de cristal, la talita, el rulete, el trompo… son inolvidables las grandes partidas  de frontón en la pared de la iglesia de San Francisco, a continuación de la puerta principal de la  Academia Cervantes, donde inicie mis primeros estudios.

P. Cuando te han preguntado cómo es Alcázar de San Juan ¿Qué sueles responder? ¿Por qué te gusta tanto tu pueblo? Cuando regresas y paseas por la Castelar, ¿Qué sentimientos invaden tu mente? ¿Qué sentido podría tener la nostalgia por un pasado que atribuiríamos a un yo diferente del actual?

R. En primer lugar porque es mi cuna, la de mi familia y la de mis antepasados. Siempre he respondido que Alcázar es un pueblo afable y acogedor, con diversidad de gentes y multicultural, encrucijada de caminos, siempre ha sido un constante ir y venir de personas, sobre todo ferroviarias, todo ello ha contribuido a su avance y modernidad. Sin embargo, ha sabido respetar y mantener sus tradiciones. Recuerdo, de niño, en la Calle Santa María, donde nací, el día de San Antón, desde muy temprano, el paso de las mulas enjaezadas y afeitadas, y el alegre tintineo de los cascabeles, y por la noche las hogueras, una en cada portada, la de Salustiano, la de los Moralos, Potenciano, etc., y por no alargarme, los tradicionales Carnavales en Navidad, la tradición popular  de Miguel de Cervantes Alcazareño, todo ello ha contribuido a mantener en mí el sentimiento de pertenencia.

P. ¿Por qué empezaste a jugar al baloncesto? ¿A qué edad empezaste a jugar? ¿Cuál fue tu primer equipo y en qué equipos jugaste?

R. Respecto a mi afición al baloncesto, te diré que el patio de la Academia Cervantes, durante los recreos, era un hervidero de juego, a veces, se disputaban varios partidos, de baloncesto y  futbol, al mismo tiempo. Creo que allí aprendí a botar, a driblar y ver lo que sucedía a mi alrededor, era cuestión de “supervivencia”, creo que aprendí las esencias del baloncesto, además de las grandes emociones que me proporcionaba. El tema del baloncesto en Alcázar, nos llevaría demasiado tiempo, tal vez, podamos hablar de ello en otra ocasión. Ya con 10-11 años competíamos, a nivel provincial en ligas de alevines. Siendo juvenil, el Club de Baloncesto Juventud, me ofreció jugar en el primer equipo, junto a mi amigo y compañero Antonio Díaz Miguel, ”el Barbi”, jugábamos en la pista de asfalto del  Colegio Jesús Ruíz, a veces, en la pista que hicieron en Hierros Candel, con hombres ilustres del baloncesto de Alcázar, como Nando, Arellano, Maldonado, Ropero, los hermanos Rubio, entre otros. Posteriormente, pasé a jugar con el Renfe, sucesor de lo que antes fue el Balmes. El patio de los trinitarios era la cancha de los partidos, siempre después de misa de 12. Terminé mi carrera como jugador de baloncesto a los 42 años, en el Manzanares C.B.

No obstante, los compañeros del colegio, amigos de la infancia, jugadores de los diferentes equipos… creo que  fueron  importantes para mi propio desarrollo social y emocional: fue una cancha de entrenamiento para la vida; aprendí a respetar  normas, a tomar decisiones, experimente miedos, agresiones, rechazos y, sobre todo, descubrí la comprensión, el reconocimiento y  el cariño  de la amistad, y en consecuencia, la elevación de la autoestima, tan importante para el desarrollo como persona.

P. Has pasado más de tres décadas dando lecciones, tanto en el ámbito universitario como el del instituto y en la escuela. ¿Qué has aprendido sobre el arte de enseñar? ¿Cómo resumirías tu experiencia?

R. La pregunta que me haces, daría pié a todo un tratado de pedagogía, no obstante te diré que después de cuarenta años dedicados a la educación, pues inicié la andadura educativa en Alcázar, a los 19 años, he descubierto que la educación, efectivamente, es un arte, pero es el “arte de educar” es el arte de  enseñar a aprender; Pedagogía, es una palabra griega: paidos, niño y ago, guio o conducción. El pedagogo-esclavo, griego culto,  conducía al niño a la palestra. Esa palestra, a mi parecer, es la propia vida, luego la educación debe guiar al niño, con amor y alegría, a saber desenvolverse y resolver los problemas que le plantee la vida, desarrollar su propio razonamiento y  creatividad.

P. ¿Crees que la escuela en la actualidad se ha convertido en una fábrica alumnos en serie y que debe centrar sus esfuerzos en competir con otros centros para ascender en cuanto a la imagen que proyectan los centros? ¿Piensas que la tarea principal de la docencia debería ser dar una base intelectual a los alumnos? ¿Eres partidario de la denominada “nueva pedagogía” que otorga más iniciativa a los alumnos en el aula frente a la enseñanza más tradicional?

R. La escuela es la institución educativa más importante, después de la familia. Tradicionalmente se basaba, fundamentalmente, en transmitir una serie de conocimientos culturales. A finales del siglo XX, se han producido una serie de cambios vertiginosos en la sociedad, que ha influido notablemente en la escuela y, en consecuencia, en la educación: masificación, pérdida de la figura del maestro como guía, falta de formación pedagógica en los profesores, la globalización de la enseñanza… todo ello ha llevado a una cierta generalización   y una falta de educación personalizada e individualizada, con las excepciones de muchos maestros y profesores , que dentro de su aula, llevan a cabo una enseñanza y educación ejemplares. No creo que debamos hablar de competitividad, sino de colaboración, de interacción con compañeros y otros centros, buscando la relación dinámica, que eleve el autoconcepto y la autoestima, imprescindibles en un desarrollo completo y armónico de la personalidad del alumno.

Pienso que la educación actual se debe adaptar a las nuevas exigencia sociales; debe ser una educación, como afirma la profesora Ruiz Corbella, fundamentada en la adquisición de destrezas, habilidades y de valores, más que de contenidos. Efectivamente, el centro del proceso de aprendizaje debe ser el alumno, no el profesor; el educador del futuro debe enseñar a aprender, a conocer, a hacer, a vivir juntos, a enseñar a ser (UNESCO. Informe Delors. 1996).

P. Uno de los dogmas que han forzado la nueva pedagogía hace relación que hablar del esfuerzo, disciplina, estudio, son temas tabús, ya que todo es lúdico y fantástico. Parece que el niño no va a la escuela o al instituto a aprender, sino para ser feliz. ¿Están los adolescentes de hoy sobreprotegidos? ¿Qué se puede hacer cuando un alumno desafía a un docente abiertamente delante de sus compañeros en clase? ¿Qué puede hacer el profesor antes las continuas faltas de respeto hacia su labor y hacia el resto de los compañeros que si quieren aprender?

R.  No podemos separar, en el estudio, el esfuerzo, el trabajo, la disciplina…  de la felicidad.

 La educación es servicio o auxilio, búsqueda de la felicidad (López-Barajas, 2000). La insistencia, la organización, el trabajo duro, disciplina  en el estudio, etc., son factores de motivación, imprescindibles en un alto rendimiento en cualquier trabajo, en este caso, intelectual. El alumno debería asistir a la escuela, al instituto, feliz, con alegría, y si no es así, es por falta de  motivación, y ésta debe impulsarse desde la colaboración entre familia y educadores. El bienestar y la felicidad deberían contemplarse como objetivos educativos.

Es imposible sintetizar en dos frases, unas estrategias adecuadas del profesor ante actitudes desafiantes y agresivas de algunos alumnos. Pienso, desde mi  experiencia como educador, que habría que buscar las causas y circunstancias que provocan dichos comportamientos, lo que se denomina conducta disruptiva; conducta desafiante que altera e interrumpe el orden y el bienestar de los alumnos de la clase. Con dichos alumnos no sirven los castigos, la represión, sino el amor y la comprensión, y satisfacer, en la medida de lo posible, sus carencias y necesidades e intentar   posteriormente, su integración social.

P. Existe un perfil de padres que no comparten la autoridad del profesor y solo escuchan a sus hijos. ¿Están valorados los profesores, en la actualidad, en el ejercicio de su profesión? ¿Se es consciente de que en el aula hay que dar conocimientos a los jóvenes, prepararlos para el mercado laboral, trasmitirles una cultura y proporcionarles una idea del orden social?

R. Es evidente y demostrado con rigor, a lo largo de muchos años, la importancia de la colaboración de escuela y familia, de padres y profesores, en la  educación de los alumnos. Se deben evitar las discrepancias y antagonismos entre ambos,  para lograr unos resultados positivos para todos. Las instituciones educativas y las asociaciones de padres y madres, deben participar en la elaboración del proyecto educativo, decidir y compartir los valores que se trabajarán a lo largo de todo proceso educativo.

P. La mayoría de los expertos educativos cuestionan la utilidad que tiene memorizar datos en la era de Google y abogan por terminar con las hileras de pupitres, las asignaturas y dar más libertad a los alumnos. ¿Cuál es tu visión del tema?

R. Todo proceso de aprendizaje implica memoria. Cuando realizamos actividades  complejas, resolver problemas o razonar de forma crítica, debemos  memorizar,  automatizar una serie de conceptos, de procesos. La memorización es imprescindible para lograr que los alumnos aprendan. Pero, no una memoria simple y repetitiva sino debe ser  una memoria significativa.

El aprendizaje significativo es aquel en el que el estudiante asocia la información nueva con la que ya posee; reajustando y reconstruyendo ambas informaciones en este proceso. Luego la memoria es un elemento más en el proceso educativo. La libertad del alumno es, evidentemente, otro, y no menos importante, así como la participación del profesor como guía, ayuda, orientador y motivador del proceso.

P. La UNED presenta la metodología para el estudio a distancia muy completa y avanzada, en la que cada estudiante es el protagonista de su propio aprendizaje. ¿Cuál es el perfil del estudiante de la UNED? ¿Cómo se estudia en la UNED? ¿Es más fácil estudiar en la UNED que en una universidad presencial?

La UNED puede acoger a una población estudiantil dispersa geográficamente, que no tiene oportunidades de asistir a la Universidad presencial, que garantiza la permanencia del estudiante en su propio medio cultural y social, y al mismo tiempo, democratiza la enseñanza.

La Educación a Distancia propicia un aprendizaje autónomo, ligado a la experiencia, con un aprendizaje flexible e independiente. Los recursos tecnológicos, en la metodología de la UNED, avanzan de forma espectacular. No obstante, la figura  del profesor-tutor es uno de los elementos, creo que imprescindibles, en la UNED, en las tutorías presenciales o a través de los medios, intenta resolver dudas, orientar y motivar el trabajo de los alumnos. La facilidad o dificultad de estudiar en una u otra universidad, depende de las características personales, familiares  y laborales del alumno.

P. Estudiaste Magisterio y después te licenciaste en Filosofía y Ciencias del a Educación , pero ahora te dedicas a la escultura. ¿Cómo acaba un docente siendo escultor? ¿Cómo se podría representar en una escultura al alcazareño auténtico, de manera que pudiera llegar a ser el verdadero icono de la ciudad y de sus costumbres?

R. No me considero escultor, sino aprendiz. En Alcázar realicé mis primeros trabajos con los restos de hierro y chapa que encontraba en los talleres del Instituto  Juan Bosco. Siempre he sido un apasionado del  arte y el diseño. Ahora, en mi etapa de jubilado, tengo más tiempo para seguir aprendiendo y componiendo mis trabajos. Hay muchos puntos de coincidencia entre un escultor y un educador.

Hay muchos y sugerentes motivos que representan el carácter alcazareño, destacaría su talante afable y acogedor, no podemos olvidar algunos de sus elementos patrimoniales: sus molinos, sus tradiciones, su origen árabe y romano, su agricultura, los viñedos y últimamente los avances y pujanzas actuales, su juventud, deportes, etc.  Algunos de estos aspectos los he manifestado en algunas de mis obras. Creo que el sentimiento del alcazareño autentico se lleva en la sangre, en el corazón, en el alma, y eso, creo, con mi poca experiencia como artista, que  no se podría plasmar en una obra de arte,       

P. Dios creó de la nada. ¿Desde dónde creas tú? ¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Dibujas bocetos, sales a buscar inspiración, trabajas con un método fijo…?

R. Mis trabajos nacen de mi propia vida y experiencias, todos mis trabajos tienen relación con algún aspecto de mis vivencias, familiares, sociales y profesionales. Por lo general, realizo los bocetos que surgen de una idea, una emoción, un detalle, hago las plantillas, corto y sueldo. Utilizo, principalmente, materiales de espesores medios y finos, actualmente uso  la soldadura de hilo continuo, por su fácil manipulación y excelente acabado

P. ¿Cómo descubriste que el arte ocuparía tu tiempo después de tu larga carrera como docente? ¿Cómo ha evolucionado tu trabajo a lo largo de estos últimos años? ¿Qué representan tus obras? ¿Con qué materiales te gusta trabajar? ¿Qué técnicas utilizas?

R. El arte de la escultura en hierro y chapa, materiales con los que trabajo, son para mí muy gratificantes,  es muy semejante a la educación, como te dije antes; consiste en transformar, en obtener algo bello de un material que en potencia lo es. Se trata de limar asperezas, de encontrar lo más adecuado, con ciertas habilidades y las herramientas y estrategia más eficaces, el calor  logrará  algo armónico que tienda a la perfección. La única diferencia es el calor; el de la fragua o soldadura y el del corazón, siempre teniendo en cuenta las características del material empleado. Nunca se logrará, ni en arte ni en educación, un resultado deseado, utilizando la fuerza o la violencia en los métodos, en las acciones y estrategias.

Mis trabajos los monto sobre una tabla pintada con pasta y anilinas, y las enmarco. Generalmente el material  de hierro y  chapa me gusta con una oxidación natural, rematado con un paralizante que le proporciona  un excelente acabado.  

P. ¿Cómo te planteas la creación de una obra de arte? Te consideras autodidacta, pero ¿Dónde has realizado estudios? ¿Has adquirido formación académica respecto a lo que haces o por el contrario eres al 100% autodidacta?

R. Mis trabajos nacen de mis propias vivencias. A veces, la idea surge de la forma del propio metal de hierro o chapa y lo relaciono con algún pensamiento.

Cuando impartía clases de Lengua y Humanística en el Juan Bosco de Alcázar, en los años 70 y 80, grandes profesores como Ulpiano, Arraez, Borrallo, entre otros, me enseñaron los secretos de la soldadura autógena y de los  electrodos. Hice algunos estudios de Delineación Industrial. A partir de estos básicos conocimientos y de la lectura y observación de obras de grandes artistas y escultores, fui desarrollando mis capacidades, creando mis propias obras y, sobre todo, disfrutando mi tiempo libre.

P. ¿Cómo se puede acercar el mundo del arte y en este caso el de la escultura a la gente? ¿Qué acciones por parte de las instituciones o acciones privadas echas de menos en tu etapa actual como escultor? ¿Es difícil buscar un punto intermedio o de intersección entre lo comercial y lo artístico? es decir, ¿uno siempre hace lo que quiere o también hace lo que quieren los otros para poder vender o promocionarse?

R. Yo me considero un  jubilado aprendiz de artista, que hace trabajos  con mi propia técnica. Mi objetivo es mi propio trabajo, mis motivaciones para diseñar cortar y soldar. Mi satisfacción en la etapa artística  está en el mismo proceso creativo. Actualmente, no busco comercializar mis obras. Por supuesto, que busco el reconocimiento de  amigos y familiares, pero siempre hago lo que me sale del corazón.

Finalmente, quiero agradecerte a ti y al Semanal de la Mancha, la oportunidad que me habéis ofrecido  de recordar tiempos, para mí, maravillosos e inolvidables, y comunicarme  con mi querido pueblo y con los alcazareños.

Más en Entrevistas
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement