JOAQUÍN ESCRIBANO CORTÉS (1949)
Alcázar de San Juan (Ciudad Real)
Cien años del Colegio de la Santísima Trinidad de Alcázar
Este Colegio es una parte de mi vida. Hablar de él despierta en mí sentimientos de gratitud, y recuerdos; es ocasión para la celebración de la amistad; y motivo de alegría que siga existiendo y que nos preocupemos de conmemorar los cien años.
Gratitud: No había Instituto de Educación Secundaria en Alcázar; se abrió en 1965. El hecho de que “alguien” se ocupara de la formación de los jóvenes nos supuso a muchos –chicas y chicos- de Alcázar y su comarca que pudiéramos tener el título de Bachiller elemental y, también, el de Bachiller superior e, incluso, Magisterio. La Trini, la Cervantes y la Safa nos facilitaron la tarea. Dos órdenes religiosas (Padres Trinitarios y Religiosas de la Sagrada Familia) y D. José Candel quisieron y supieron cubrir –y con éxito- la dejadez de la Administración de esos años; es cierto que nuestras familias tuvieron que hacer esfuerzos económicos para facilitar la tarea (eran enseñanzas totalmente privadas, no concertadas como ahora), pero mereció la pena.
Fui a la Sagrada Familia hasta que hice la Primera Comunión, allí aprendí a leer y a rezar; luego recuerdo cómo mi madre me llevó a la Balmes y don Lope Castellanos me recibió; yo siempre he agradecido a estos colegios y a mis padres tener la formación necesaria y el título. Ello me facilitó mucho encontrar trabajo y poder continuar los estudios superiores en la Universidad. Especial gratitud a los profesores don Ecuador Cortés, don Teodoro Cruz, Padre Benedicto Rejado y Padre Gabriel Bellido,
Amistad. Entre los muchos amigos, yo hoy quiero destacar a tres que ya han fallecido: Ricardo Quintanilla González, Jesús Abengózar Villajos y el Padre José Andrés. Ricardo (el Obejo) me informó de las oposiciones que había para entrar a trabajar a un banco y me animó en la tarea para conseguirlo; Jesús (Tito) me acompañó en muchas “aventuras” de juventud; el padre José Andrés (Joselín), que en 1966 ya era sacerdote, pasaba con nosotros a las clases de matemáticas de sexto de bachiller para “aprender más”, y yo “presumí” siempre de haber tenido de condiscípulo al que luego fuera profesor de matemáticas en el Colegio. Ricardo y Jesús fallecieron a los 22 y 41 años; Joselín ha muerto durante la pasada pandemia.
Alegría. Hoy el Colegio de la Santísima Trinidad sigue formando a nuestros hijos y nietos; adaptado a las exigencias de nuestra sociedad; y es “concertado”. Coexiste con otros centros concertados y con los colegios y los institutos públicos. Afortunadamente, Alcázar de san Juan crece en número de habitantes y, paralelamente, de niños y niñas que necesitan formación.
Conmemoración gozosa del Centenario. Merece la pena este recuerdo de los cien años. Hasta ahora he leído colaboraciones de personas que estuvieron en el colegio antes que yo; de gente de mi época y de otros más jóvenes. Espero seguir leyendo por este medio más artículos. Y espero un gran acto central que “divulgue” esta efeméride; allí estaré.
¿Te apuntas a felicitar a ¨La Trini” por su Centenario?
