Concluye la XLV Semana Cervantina de Campo de Criptana con el nombramiento de Molineros y Molineras de honor, título que otorga el honor de ser reconocido por la patria manchega, convirtiéndose en representantes de la cultura manchega.
El Pósito Real, lugar predilecto para recibir a autoridades y galardonados, fue construido en el siglo XVI como banco de grano, un lugar donde se almacenaba el grano, “por lo que está directamente ligado y relacionado con nuestros molinos que en definitiva es el elemento de unión, de cohesión que hoy nos une a todos y que desde luego supone una alta responsabilidad para estos embajadores de la cultura molinera como son los nuevos molineros de este año”, señalaba Santiago Lázaro, Alcalde de Campo de Criptana.
Sin duda un esfuerzo continuo que viene realizando la asociación, con más de medio siglo de historia, que lleva 45 años organizando jornadas cervantinas en Campo de Criptana con el liderazgo inigualable de Lola Madrid, su presidenta, “que nos hizo ver de alguna manera hace ya unos cuantos lustros la necesidad de dejar de dar la espalda a los molinos y mirar hacia ellos como nuestro norte, como el eje que articula lo que es la cultura de Campo de Criptana”, incidía Lázaro.
María Manjavacas, periodista criptanense y Molinera de Honor 2024, se mostraba orgullosa de recibir tan notable galardón “hoy tenemos el honor de ser embajadores, yo ya lo era, pero no tenía título, pero ahora lo tengo y lo que quiero es contar a los cuatro vientos las bondades de esta bonita tierra y sobre todo también reivindicar el patrimonio Cervantino, todos los Molineros y Molineras de Honor enarbolaremos la nobleza de esta tierra y la nobleza de sus molinos”.
Carmen Lomana también se mostraba orgullosa de ser embajadora de de Campo de Criptana y explicaba la sensación que le produce estar por tierras manchegas llenas de historia “las personas que adoramos a Cervantes y al Quijote sentimos una emoción tremenda al recorrer esta tierra, es un verdadero honor recibir el título de Molinera”.