Este protocolo, según Pimienta, es una avanzadilla a una ley que el Gobierno de C-LM quiere hacer antes de que acabe la legislatura, “pero mientras se hace la ley hacía falta dar una respuesta a este colectivo, por eso hemos oído a lo largo de estos dos cursos la problemática existente por parte de las asociaciones de padres y madres, y hemos trazado una colaboración en C-LM con las asociaciones Crisalis y Daniela, además de la colaboración de los colectivos transexuales y LGTB, que no es otra cosa que un marco de colaboración entre el Instituto de la Mujer, Bienestar Social, Sanidad y Educación para dar una atención de calidad y que merecen a los menores transexuales”.
La directora general de la Mujer también ha señalado que de momento no se concoen porcentajes, aunque ha dicho que se habla de un dos por ciento de la población, pero ha apuntado que quien más sabe es la asociación Daniela, que tiene más datos, “pero solo en Cuenca, aunque con este convenio de seguimiento quizá podamos hablar de alguna incidencia”.
En cuanto a si hay que continuar concienciando a la población después del famoso “autobús naranja”, Pimienta ha señalado que sí, porque aún quedan muchos prejucios, “el tema del sexo está muy unido al sexo biológico y hay que explicar a la sociedad que también está el sexo psicológico, el sexo social, el legal … y que es un proceso de desarrollo y de hacerse, que uno no hace ni hombre ni mujer, eso se va haciendo”.
El Protocolo viene en cuatro partes, comenzando por las actuaciones propias del Insituto de la Mujer para normalizar lo que tiene que ver con estos colectivos; sensibilización y concienciación; y despues hay una serie de actuaciones desde el mismo ámbito educativo en coordinación con orientadores, jefe de estudios, familias, etc, que ya viene establecido también desde Bienestar Social y desde Sanidad en el momento en el que se requiera una actuación más especializada por parte de los médicos. Todas estas actuaciones, según Pimienta, van a tener un seguimiento, “hacemos una evaluación cada seis meses y ahí se ponen en común todas las actuaciones y se van incorporando otras, porque no es un protocolo cerrado, sino abierto a las necesidades”.
Por su parte, la alcaldesa de Alcázar ha señalado que el objetivo es seguir avanzando en la igualdad en todos los sentidos, “nosotros pusimos en marcha la realidad de que Alcázar ya es una ciudad inclusiva en la que lo que tenemos que hacer los poderes públicos es poner normativa al alcance de los ciudadanos para que cada uno pueda elegir su vida”. Esto incluye también, según Melchor, “los aspectos sexuales, de ahí que hayamos colaborado en la creación de la asociación “Plural” en Alcázar, que hayamos instado al Gobierno regional a que presente aquí el protocolo o que cada vez que llega la ocasión se luzca en la fachada la bandera arcoiris en reoconocimiento a que Alcázar es una ciudad inclusiva y tolerante y hay que ejercerlo todos los días del año”.
