Dolor y rabia en Pedro Muñoz en el entierro de Ana María Rosado y sus hijos

Dolor, rabia e indignación es lo que se pudo ver en la tarde de ayer en el entierro de Ana María Rosado y sus hijos, de 5 y 8 años, presuntamente asesinados por su marido y padre este miércoles en Campo de Criptana. Un pueblo consternado acompañó a los féretros y familiares de los fallecidos que fueron despedidos en la iglesia parroquial del municipio.

Por la mañana, el Ayuntamiento y el pueblo de Pedro Muñoz han salido a la calle para mostrar su dolor ante lo que todo apunta ser un nuevo crimen machista. A las 12:00 horas del mediodía, en la Plaza del Ayuntamiento, se ha guardado un minuto de silencio y se ha procedido a dar lectura a un manifiesto en el que se ha mostrado apoyo y solidaridad a la familia de Ana María y de su hija e hijo, victimas igualmente de esta atrocidad.

Beatriz Fernández, vicepresidenta de la Diputación de Ciudad Real, acompañada de las concejalas del equipo de Gobierno, Marisol Izquierdo y Raquel Casero, han pedido UN PACTO DE ESTADO CONTRA LAS VIOLENCIAS MACHISTAS y han reclamado la implicación de las instituciones, que deben aplicar plenamente y de manera inmediata las recomendaciones del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer.

               

Entre ellas, un tratamiento digno de las víctimas de violencia de género por los medios de comunicación, NO debiendo presentar la violencia de género como un suceso, como un delito aislado, sino como un atentado contra los derechos humanos que excede del ámbito privado y evitar el tratamiento informativo morboso o sensacionalista.

El aplauso con el que ha terminando este acto, ha servido para aplacar la rabia y la indignación de todo un pueblo.

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