El equipo alevín masculino del BM Villafranca. "Los Halcones", se alzó la pasada semana con el trofeo de la IX Córdoba Handball Cup 2017.
Una competición en la que participaron diez equipos de alto nivel, ya que siete de ellos son ya campeones provinciales. Un título que puede conquistar el BM Villafranca este próximo sábado, apunta Daniel Barreiro, uno de los impulsores del balonmano del municipio manchego.
Un triunfo que también viene a constatar que Villafranca cuenta con una cantera de futuros jugadores de élite, como el internacional Jorge Maqueda, cuyos comienzos fueron en el balonmano base de la localidad.
El concejal de Deportes, Emilio Alberca, destacó el "gran trabajo que se está haciendo con las escuelas deportivas municipales, fruto del trabajo y la colaboración del Ayuntamiento con monitores, padres y madres de nuestros jóvenes deportistas".
Y como no podía ser de otra forma, lo campeones se encontraron con un gran recibimiento a su llegada a Villafranca, donde el alcalde, Julián Bolaños y el concejal, junto a un gran número de padres y madres, esperaban a "Los Halcones" en la Plaza de España con una gran pancarta de reconocimiento y felicitación por el triunfo conseguido.
En cuanto a los resultados cabe apuntar fueron 8 los partidos ganados, 1 empatado y 1 perdido, con 122 goles a favor y 76 en contra, lo que hizo que los laguneros ocupasen la primera posición en la fase previa y accedieran a la final contra el único equipo que les había ganado
BM Villafranca 7 Marianistas de Zaragoza 5 (4-3)
La final se presentó muy igualada entre los dos mejores equipos de la competición, por un lado los maños el segundo mejor ataque del Torneo con 125 goles por 122 de los manchegos, y por el otro la más sólida defensa del Torneo, la de los laguneros con 76 goles en contra por 87 de sus rivales.
Y como se preveía fué disputada desde el inicio hasta el último momento en un abarrotado Palacio de Vista Alegre. Se impusieron las defensas a los ataques y los nervios de los chavalines hicieron presencia en tamaño escenario, lo que determinó que se hicieran con las riendas del partidos aquellos que menos pérdidas acumularon y que supieron controlar las emociones ante el excelente ambiente.
La férrea defensa chelera impidió que los aragoneses desarrollaran su buen juego combinativo, y fruto de ello sacaron la victoria final en el encuentro deportivo.
