Pausa (Perú): la otra Capital Cervantina de América

Recientemente, mi amigo peruano pero residente en Alcázar de San Juan, David Eduardo Escobar Vargas, me hacía llegar una foto de la ciudad peruana de Pausa, en la que nacieron sus padres (y donde todavía residen) y en la que aparece en la plaza de la ciudad un mural con don Quijote y Sancho, también un molino de viento y además está dibujado un cóndor sobrevolando una cadena montañosa, lo que parece el Nevado de SaraSara.

También aparece inscrita en el mural la leyenda: “Pauza, Capital Cervantina de América”.

De esta ciudad peruana tenía una vaga referencia, porque ya la había mencionado Jesús Sánchez Sánchez (mi compañero en la Sociedad Cervantina) en un magnífico artículo en homenaje a Miguel de la Quadra Salcedo, con motivo de su fallecimiento hace ahora justamente un año https://sociedadcervantinadellugardedonquijote.wordpress.com/2016/05/22/la-sociedad-cervantina-del-lugar-de-don-quijote-rinde-homenaje-a-miguel-de-la-quadra-salcedo/

Pero la instantánea  despertó mi curiosidad y me puse a indagar sobre ella, buscando y preguntando he encontrado que se trata de una pequeña ciudad de 3.100 habitantes que en la actualidad es la capital de la provincia de Páucar del SaraSara en el departamento de Ayacucho (Perú), pero que en la época colonial en la que se escribió el Quijote fue la capital del corregimiento de Parinacochas dentro del virreinato del Perú.

Lo que inmediatamente me asombró de la foto que me pasó David Escobar, es que junto al nombre de la ciudad venga acompañado el título de Capital Cervantina de América, lo que me impelió a buscar información sobre este particular.

La primera fuente de búsqueda (Wikipedia, es.wikipedia.org) relata que a mediados de octubre  del año 1607 -tan sólo dos años después de la publicación de la primera parte de El Quijote-, los habitantes coloniales mestizos y naturales, a iniciativa de Corregidor Pedro de Salamanca, realizaron un homenaje al nuevo Virrey Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros, escenificando la gran obra literaria de Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha.  Esta actuación, realizada en la Plaza de Armas de Pausa, fue la primera en América y la segunda en el Mundo. La primera vez fue en Valladolid (España) en el año 1605, celebrando el nacimiento del Príncipe Don Felipe.

Pero continuando mi búsqueda, resulta que me encuentro un delicioso trabajo de José Manuel Lucía Megías y Aurelio Vargas Díaz-Toledo (Universidad Complutense de Madrid) titulado “Don Quijote en América. Pausa 1607 (facsímil y edición)”  donde se habla de estos festejos populares que tuvieron lugar en el corregimiento de Parinacochas, con su capital la ciudad de Pausa.

Y a su vez, este magnífico y detallado trabajo donde no solo está el facsímil del documento original sino la edición transcrita al castellano entendible, me llevó al origen, a Francisco Rodríguez Marín, cervantista que fue el primero en dar noticia de la celebración de una representación quijotesca en la ciudad peruana, siendo un curioso documento titulado “RELAÇION DE LAS FIESTAS que se celebraron en la corte de Paussa  por la nueba  del prouiymiento de Virrey en la perssona del marqués de montes claros, cuyo grande afiçionado es el Corregidor deste partido, que las hizo y fue el mantenedor de vna sortija çelebrada con tanta magestad y pompa, que a dado motibo a no dejar en silençio sus  particularidades”,  publicado como Apéndice en su libro “El Quijote y don Quijote en América” (1911, Librería de los Sucesores de Hernando), donde se recogen los pormenores del suceso y son dignos de leerse en toda su extensión, por lo profuso y detallado de su descripción.

Como es conocido, el Quijote llegó pronto a América, apenas unos meses después de ver la luz en España. Lo que su autor no consiguió: viajar al nuevo Mundo, si lo hizo su creación.

En palabras de José Manuel Lucía Megías y Aurelio Vargas Díaz-Toledo, “alguno de estos ejemplares del Quijote enviados por Juan de Sarriá desde Alcalá de Henares hasta Lima, a la librería de Miguel Méndez, que se distribuirán también por Cuzco y otras ciudades y pueblos del antiguo imperio Inca, son los que debieron conocer el organizador (don Pedro de Salamanca, corregidor de Pausa) y los asistentes a una sortija —en realidad un torneo caballeresco con mascarada— que se celebró en la citada población minera en octubre de 1607. Las fiestas se organizaron para celebrar el nombramiento de un nuevo virrey, y las conocemos gracias a una relación escrita (y enviada) a Lima, por uno de los asistentes, seguramente el párroco Antonio Martínez”.

Satisfecha ya mi inicial curiosidad, entiendo por qué, los responsables municipales del periodo de gestión 2003-2006, y más concretamente el Alcalde provincial Italo Villaverde Huaita, estando próximo a celebrarse el cuadringentésimo aniversario de este sucedido, formuló la propuesta que luego fue refrendada con Resolución de Alcaldía N° 031-2003 MPPSS del 26 de Abril 2003, de declarar a Pausa como la “Capital Cervantina de América” en memoria a la segunda escenificación teatral del Quijote de la Mancha en el mundo, que aunque resultase burlesca (como todo lo relacionado entonces con el Quijote y con todas las novelas de caballerías de moda) fue un acto histórico protagonizado en la Plaza de Armas pausina el 19 de octubre de 1607.

Pero los esfuerzos ingentes de este edil que pretendió que su ciudad fuera reconocida oficialmente como la Capital Cervantina de América no tuvieron el fin deseado, según nos ha confirmado el propio Italo Villaverde, durante su periodo de gestión como Alcalde Provincial buscó que Pausa tuviese el apoyo de España y se pudieran recibir desde nuestro país importantes donaciones para la construcción de una infraestructura cultural en la ciudad, de modo que en ella se pudiera mostrar al mundo una serie de documentos históricos, bibliografías, archivos, fotos, pinturas, pergaminos, esculturas y otros objetos culturales de la época, es decir, un museo-biblioteca (¿de qué me suena esto?) donde resaltar la obra del Quijote y de su  creador don Miguel de Cervantes Saavedra, que hiciera de Pausa una verdadera ciudad cervantina, con la finalidad de recibir la visita de miles de cervantinos, investigadores, estudiosos y turistas de todo el mundo.

Para llevar a buen puerto esta iniciativa se creó una Comisión presidida por el propio Italo Villaverde Huaita, quien además de dialogar ampliamente con el querido Miguel de la Quadra Salcedo (la Ruta Quetzal estuvo ese año en Perú y aprovechó para exponerle sus pretensiones), posteriormente viajó a España en 2004 –invitado por RTVE- para coordinar el logro de este importante apoyo económico, que al parecer no convenció a los españoles y de este modo se perdió la oportunidad de hacer de Pausa la Capital Cervantina de América que por derecho propio le correspondía. Todo el apoyo se le dio a la ciudad de Guanajuato en México, que fue declarada por la UNESCO como la Capital Cervantina de América, el 6 de marzo de 2005.

En palabras de Fernando Jesús Pebe, en algún lugar del sur de Ayacucho, existe un pueblo de cuyo nombre si me acuerdo...  es el pueblo de Pausa.

Ahora solo queda un mural  que está pintado al costado derecho de la iglesia y otro en el frontis de la municipalidad, y una avenida con el nombre de Miguel de Cervantes Saavedra que nos recuerda que Pausa es la verdadera Capital Cervantina de América.

Y me gustaría terminar este articulo reproduciendo las palabras pronunciadas por Italo Villaverde, que decía en noviembre de 2016, que el mensaje del autor del Quijote, es dar a entender que el hombre puede crear otra realidad que realmente no es real y el mensaje universal que nos transmite es que se puede soñar y crear situaciones irreales que uno desea...   ¡Que el Caballero de la Triste Figura ilumine nuestro camino son sus “locuras”!

Constantino López

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

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