VILLA DE DON FADRIQUE

Antonio Mendoza desentraña en Toledo las claves de lo que se nos ha ocultado sobre la biografía de Cervantes

La existencia probada de dos Miguel de Cervantes contemporáneos; el hallazgo, a través de la búsqueda del lugar de La Mancha-La Puebla de don Fadrique llamada ahora La Villa de don Fadrique, de lo que le sucedió en ese lugar, es decir, la infidelidad conyugal de doña Catalina de Salazar con un tal Pedro Cortés, natural de Tembleque, razón última de la existencia del “Quijote”, y el hecho de que el caballero de la triste figura y Sancho Panza son las dos caras del alma de Cervantes, en continuo diálogo consigo mismo, fueron los argumentos que el investigador y analista cervantino Antonio Mendoza presentó en la tarde del pasado viernes 2 de junio, en la Sala de Conferencias de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, en la presentación de su trabajo “El regocijo de las musas. Del lugar de la Mancha al origen del Quijote y a la cuna de Cervantes”, que publicó hace un año tras casi 25 años de investigación.

Todos estos datos condujeron a Mendoza hasta la cuna de Cervantes, el escritor, que resulta natural de Alcázar de San Juan, aunque, según se aprecia en el prólogo de “Novelas Ejemplares”, “no es difícil pensar en dos: El escritor alcazareño, y el individuo de Alcalá de Henares, el famoso manco de Lepanto, pues el primero se define a sí mismo como ‘manco sano’ en el prólogo de su obra póstuma, “Los trabajos de Persiles de Sigismunda”, de cuya primera edición se cumple este año el IV Centenario”.

“Y todo ello, porque el propio Miguel de Cervantes , según explicó Mendoza, quiso enmarañar su biografía y entrecruzarla con el de su homólogo complutense, hasta el punto de que una tesis, la alcalaína, predominó sobre la otra, pero no sin manipular y eliminar datos por parte de quienes después indagaron en su vida y quisieron que así fuera, tal y como demuestro en mi trabajo, en el que hablo de muchos documentos desaparecidos que, de existir, nos conducirían hasta la naturaleza alcazareña de nuestro escritor.”

“No es posible, prosiguió Mendoza, analizar toda la obra cervantina y concluir que Cervantes no vivió en la Mancha, así como que sólo estuvo en ella de paso; todo hace pensar que era manchego, de Alcázar de San Juan. Y eso lo aseguro como conclusión de mi trabajo de investigación, por la relación, en lo referente a Cervantes, de la ciudad alcazareña con el lugar de la ‘Mancha’, la antigua villa de La Puebla de don Fadrique, en la que se dio el origen del ‘Quijote’”.

Así, desde lo geográfico a lo personal de Cervantes y de toda su obra, Antonio Mendoza anduvo de archivo en archivo, en busca de la verdad que durante tanto tiempo se ha intentado ocultar; “la verdad que, afirma Mendoza, quiso la PROVIDENCIA que apareciera de modo indiscutible en un documento del Archivo General de Simancas”, en la exposición “Este que veis aquí. Cervantes en los archivos estatales”, que permanecerá abierta hasta el próximo mes de septiembre, y en la que se muestra dicho documento en el que aparecen dos Miguel de Cervantes (“miguel de çervantes” y “miguel çervantes”), en Mesina, en marzo de 1572, tras la batalla de Lepanto.”
Teoría ya apuntada por Antonio Mendoza con anterioridad a la aparición de dicho documento, tras muchas lecturas atentas y meditadas de algunos pasajes de la producción cervantina, pero sobre todo del prólogo de las “Novelas Ejemplares”, en el que, con claridad, se demuestra que “hay dos Cervantes en danza”, asegura el investigador fadriqueño.

“Pero lo importante, subraya, no es la existencia en sí de esos dos Miguel de Cervantes, sino el hecho, ya apuntado en mi estudio, de que ambos se conocían, que vivieron circunstancias y vicisitudes juntos y que esto permitió que el escritor, de Alcázar, nos contara como suyas las peripecias del famoso manco de Lepanto, nacido en Alcalá. Todo indica, añade, hacia la probable consideración del individuo nacido en Alcázar, como hijo adoptivo de la familia de Alcalá, como también sugiero en mi estudio.”

“Por otro lado, explica Mendoza, esta prueba documental de la existencia de dos Miguel de Cervantes contemporáneos, se ve avalada por el hallazgo, hace unos años, de un investigador turco que encontró registrado a un “Miguel de Saavedra Cervantes” en los archivos de una mezquita de Estambul como esclavo que trabajó en la construcción de la misma. Se da la curiosa circunstancia, añade, de que este Cervantes de Estambul aparece en los años de 1578 a 1580, cuando el otro sufría cautiverio en Argel entre 1575 y 1580. Me inclino a pensar que, este de Estambul, sería el escritor manchego, mientras que el de Argel sería el famoso manco de Lepanto nacido en Alcalá de Henares.”

“Un hecho que no excluye la posibilidad de que el Cervantes de Estambul pudiese haber estado cautivo en Argel durante algún tiempo, entendiendo, de esta manera, que el escritor dijera en el prólogo de las “Ejemplares”, que estuvo cautivo cinco años y medio (no los casi cinco años que se deducen de la documentación), o que en el encabezamiento del “Trato de Argel” afirmara haber estado en esta ciudad siete años cautivo: ¿Quizás los cinco años del alcalaíno más dos años suyos?”

“Esta última pieza teatral, junto con la comedia de “Los baños de Argel”, incidiría en el hecho del buen conocimiento de esa ciudad y su sociedad por parte del escritor, lo mismo que la comedia de “La gran sultana” y la novela de “El amante liberal”, respecto a Estambul y la sociedad turca.”

También nos reveló Antonio Mendoza, en esta presentación en la ciudad imperial, el lugar del posible reposo de los restos del escritor, “puesto que en las Trinitarias donde fue enterrado en Madrid, no se encontró nada concluyente al respecto, razón por la cual se retrasó la publicación de mi trabajo, porque en este ya había recogido con anterioridad ciertos indicios reveladores que apuntan la posibilidad de un hipotético traslado de dichos restos hasta el sitio donde ahora podrían encontrarse.”
Y ahí lo dejó, para que, quien quiera indagar y aprender más, pueda hacerlo en su libro “El regocijo de las musas. Del lugar de la Mancha al origen del Quijote y a la cuna de Cervantes”.

Sin prejuicios ni previas certezas sobre la verdad de Cervantes

Le acompañó en la presentación el párroco de San Juan de la Cruz, de Toledo, el doctor en Teología, don Ángel Justino Tello Santos, quien lo definió como “escrudriñador del pasado, por analizar meticulosamente lo pretérito, alcanzando una comprensión más auténtica de la realidad presente y también de sí mismo. Porque Antonio Mendoza, en palabras del presentador, ha abordado su tesis sin prejuicios ni previas certezas, para saber la verdad sobre Cervantes, el lugar de la Mancha y el Quijote”.

Y así fue como comenzó la presentación de este amplio estudio, y de su autor, en el que se viene a demostrar que la antigua villa de La Puebla de don Fadrique, llamado desde 1916 La Villa de Don Fadrique, es el lugar de La Mancha por tres razones: “Los datos históricos, geográficos y literarios que ofrecen una coherencia inusitada hasta este momento, sobre la biografía y la obra de Miguel de Cervantes Saavedra,” según Ángel Justino Tello.

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