Allá por el mes de junio de 2015, la secretaria general del PSOE local suscribió un acuerdo de gobierno con Equo e Izquierda Unida que le permitió acceder al sillón de la alcaldía. Una vez superada la mitad de la legislatura, ha quedado demostrado que la principal dirigente socialista engañó a los representantes de los dos partidos antes citados con un pacto que no tenía pensado cumplir y cuyo único objetivo era alcanzar el poder. Para acreditar dicha afirmación, basta con repasar algunos de los incumplimientos de dicho acuerdo de gobierno: los servicios públicos esenciales no se han remunicipalizado (apartados 6 y 35); el Reglamento de Organización Municipal (ROM) no ha sido modificado (apartado 7); los presupuestos municipales no han sido participados por la ciudadanía (apartado 14); no se ha consensuado una Relación de Puestos de Trabajo(RPT) definitiva con los trabajadores municipales (apartado 40); no se han cubierto las plazas de Secretario e Interventor con habilitados nacionales (apartado 41); se ha incumplido la neutralidad religiosa y la laicidad por el equipo de gobierno (apartado 45); y, lo más grave de todo, no se han solucionado muchos de los problemas de las personas más desfavorecidas social y económicamente (apartado 47).
Pero ello no es impedimento para un partido como el PSOE de Alcázar, convertido por su secretaria general, ante la grave división interna que padece, en una mera maquinaria electoral y de propaganda, en la que lo único importante es la permanencia en el poder y el mantenimiento de los cargos públicos. La primera piedra en la construcción de ese plan fue la contratación de una periodista como asesora de la alcaldesa, y los hechos más significativos del mismoson los siguientes: el control obsceno de la televisión local, que no es sino una loa y alabanza permanente a la actuación del equipo de gobierno; el abono de gratificaciones y productividades arbitrarias a determinados empleados públicos que controlan el funcionamiento de importantes servicios municipales; yla organización y financiación de innumerables festejos en la localidad, muchos de ellos mediante la concesión de importantes subvenciones a asociaciones vecinales, clubes deportivos, cofradías religiosas, etc.
El último ejemplo de esa política propagandística de tintes totalitarios, es el boletín publicitario que, bajo la denominación de #Es Alcázar, se está repartiendo por el Ayuntamiento en todas las viviendas de la localidad. No cabe otro calificativo que el de indecente para definir este panfleto, tanto por su contenido (el “Nodo franquista” era más sutil) como por la financiación del mismo, a cargo de los presupuestos municipales. La utilización de una publicación supuestamente institucional para glorificar la figura de la alcaldesa es grave, pero que se utilice dinero de toda la ciudadanía para lograr tal fin es, simple y llanamente, corrupción política.
En efecto, es absolutamente inadmisible que, mientras se despilfarra el dinero público en hacer publicidad del partido socialista, a algunos colectivos desfavorecidos de la localidad se les diga que no hay recursos económicos. Como ejemplos, podemos citar a los beneficiarios de los planes de empleo de la JCCM, que prestan servicios en condiciones laborales y salariales precarias, muy inferiores al del resto de trabajadores municipales; o las penurias que están sufriendo los usuariosdel Frida Khalo, personas con discapacidad que llevan años padeciendo goteras en los días de lluvia y, desde hace más de dos meses, carecen de aire acondicionado en el centro. También podemos señalar la falta de compromiso de la alcaldesacon las personas afectadas por una enfermedad mental, pues en vez de exigir al presidente regional socialista la finalización de la Residencia de media estancia en nuestra localidad, le prepara al Sr. García-Page un acto publicitario de inauguración de la iluminación de losmolinos de viento. No podía ser de otro modo, el poder de este sistema político que vivimos siempre obedece a los gigantes e ignora a los quijotes …
En definitiva, a pesar de lo que manifiesta reiteradamente en prensa, para Rosa Melchor lo importante no son las personas sino el poder, por ello prefiere gastar el dinero público en propaganda y festejos antes que en mejorar las condiciones de vida de las personas más desfavorecidas. A todo ello, debemos añadir el modo autoritario en el ejercicio del poder que ha caracterizado estos más de dos años de legislatura, cuya máxima expresión ha sido su comportamiento en el desarrollo de los distintos plenos municipales. Un carácter que ha quedado muy bien reflejado en la querella criminal que César López Guerrero, último Secretario Habilitado Nacional del Ayuntamiento, ha presentado recientemente contra la alcaldesa en los Juzgados de Instrucción de Alcázar.En el escrito de querella se dice que, el día 3 de noviembre de 2016, ante la solicitud que realizó verbalmente el citado Secretario a la primera edil para que le restituyera el personal administrativo, los medios materiales y el complemento de productividad de que gozaba la anterior secretaria accidental, la regidora le respondió que “ya iré viendo si te pongo o no más personal”, que “la productividad se te pagará según vayas trabajando”, que “aquí mando yo”, que “no muerdas la mano que te da de comer”, “vete a otro ayuntamiento” y que “las productividades las doy de forma arbitraria porque aquí mando yo”.Y eso que gobierna en minoría, no queremos ni imaginar si tuviera mayoría absoluta …
Coordinadora Local de Izquierda Unida en Alcázar.
