El equipo de Primera División Autonómia del Sporting de Alcázar no pudo estrenarse en casa ante su público con victoria el pasado viernes y frente a un muy buen Quintanar «B» tuvo que empujar hasta el final para en los últimos segundos empatar por méritos propios un partido que se le atragantó durante muchos minutos.
El conjunto alcazareño, muy diferentes al de los dos amistosos anteriores en Pedro Muñoz y Puebla de Almoradiel, salió como atenazado, sin ritmo, sin velocidad en sus acciones y muy impreciso en las entregas. Esto no quita mérito a un Quintanar «B» que gustó en el municipal, por su colocación táctica, orden, intensidad, presión y por ser un buen equipo, con buenos jugadores a pesar de su reciente creación.
A los alcazareños, quizás nerviosos por jugar en casa su primera partido en la nueva categoría, les faltó ritmo de juego, balones al centro del campo para romper la disposición defensiva de los toledanos y sobretodo alegría y contundencia.
Tanto fue así, que cuando se alcanzó el primer cuarto de hora de partido, en un error de la zaga local al despejar una asistencia de Trasky sobre Santi, la aprovechó el delantero del Quintanar B para plantarse sólo ante Felipe y batirle por alto para adelantar a los suyos en el marcador 0-1.
Se lo estaba mereciendo el Quintanar que ganaba tácticamente y físicamente en sus acciones al Sporting de Alcázar. Los de Antonio García, con mezcla de juventud y veteranía, bien situados, con las ideas claras, contundencia, orden y velocidad, provocaban continuos errores e imprecisiones de un desdibujado Sporting de Alcázar, muy diferentes al de otras tardes, que no encontraba la forma de meterse en la disputa del partido.
En estos minutos el Quintanar se mostró muy cómodo sobre el campo, sabía lo que quería y jugaba a eso y además alentado por el resultado a favor.
Por el contrario, el Sporting estaba incómodo, impreciso y falta de ideas.
Juanma Carrascosa, entrenador local comenzó a hacer cambios, para cambiar el signo y la tónica de lo que se estaba viendo, intercambió a sus extremos, Mario a la izquierda y Álvaro Monge a la derecha y así y con el paso de los minutos, llegaron las primeras ocasiones.
En el minuto 38, Mario dispuso de una gran ocasión para empatar tras pase en largo, controló y se marchó en velocidad en busca de la portería visitante, pero su disparo desde la izquierda se marchó fuera, desaprovechando una gran ocasión.
Dos minutos después, el Quintanar dió otro susto, tras un contrataque perfeto, Santi deció a Jonathan que sin fuerza disparo desde la izquierda flojo a las manos de Felipe.
Y antes del descanso, gol anulado al jugador local Quini por fuera de juego muy dudoso.
Tras la reanudación se pudo ver a un Sporting muy diferente, un equipo que buscó desde el inicio el empate con más decisión, ataque, ritmo e intensidad.
A los tres minutos, un centro-chut de Monge levantó el uuuy en las gradas tras pase de Felipe.
Los cambios y la determinación local metió en su campo a un Quintanar «B» que comenzó a acusar el tremendo esfuerzo realizado en la primera mitad.
Juancar, portero visitante con una gran intervención, evitó el gol de Álvaro Martínez de falta. La salida de Ahmed al campo le vino muy bien a su equipo porque revolucionó el ataque local y fue entonces donde llegaron cuatro claras ocasiones para los locales, un disparo de Ahmed demasiado cruzado, un remate de cabeza de Quini que se marchó alto, otro de Álex Logroño y el gol de Kike a siete segundos para el 90, quien de potente disparo llevó un justo y merecido empate a 1 al marcador.
