Artículo de Belén López Jiménez

La belleza del camino, una vida para crear

En el 1º aniversario de la creación de mi Estudio-Academia de Arte, me alegra decir que volvemos a iniciar un camino duro y maravilloso a la vez. La imaginación es nuestra mejor herramienta y el don de prestar atención a la vida que pasa frente a ti es tu aliado para el disfrutarla.


    Una vida en el Arte y muchas vidas para crear un camino especial. Los seres humanos somos pura energía creativa, todos cada uno en su mundo, pero la creación artística goza de esos «productos» que en ocasiones maravillan al espectador y sobre todo transforman al creador que disfruta del placer de pintar siendo un niño de nuevo. El Arte proporciona una existencia más especial; trasciende a generaciones futuras, es emoción y pasión, es un juego lleno de descubrimiento y misterio porque la creatividad no tiene fondo. Disfruto pensando en las obras de Arte que llegaré a pintar cuando eche la vista atrás en muchos años y cómo cada una superará en maestría a la anterior. Y me gusta recordar a todos los alumnos/as que han pasado y pasarán por la Academia… Me encanta fomentar en ellos el gusto y el disfrute por el Arte, cautivar el interés por arriesgarse a pintar lo que aún no conocen e ir creando un imaginario de obras de Arte con el que nutrir el «manantial interior» de nuestra gente.


    Pero ¿cómo llegamos a alcanzar ese plus que te hace ser pintor profesional con su propia  técnica y estilo? No hay secretos, es el talento y la maestría alcanzada con un profundo conocimiento de tu trabajo y muchas horas delante del lienzo. Un reducido número de pintores llega a conseguir ese nivel de primera línea; pero todos podemos disfrutar del placer de la pintura, del bienestar emocional y psíquico que proporciona, de los beneficios cerebrales que el aprendizaje y la concentración en pintar aporta a cualquier edad. Y sin lugar a dudas, con una metodología concreta y un buen profesor todos pueden aprender a dibujar y pintar, a relajarse con ese Arte. Especialmente los niños/as poseen un talento creativo innato, son el futuro y necesitan trabajar su «cerebro artístico», jugar y aprender que en la pintura todo es posible. Los jóvenes es fundamental que tengan la mejor formación artística sin descuidar que de niños imaginaban que un laberinto era una gigantesca flor de pétalos cuadrados. Los adultos y mayores…la pintura democratiza a todos y enseña lo importante del proceso, el disfrute que hay de camino a tus logros.


    Para todos/as abrimos las puertas a un nuevo año de aprendizaje y creación, porque un helicóptero es un colibrí de papel con motor incorporado…Los sueños pueden hacerse realidad si se trabajan con corazón y mente ¡piensa en ellos como una meta y disfruta de la belleza del camino!.

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