Según han denunciado los funcionarios, a través de ccoo, ugt y csif

‘Hermetismo, poca plantilla y falta de seguridad’, en la prisión de Alcázar

A esos problemas se suman, según denuncia Rafael Correas, delegado de CCOO en el centro penitenciario de Alcázar, «que sólo hay un médico para 91 internos y ningún cocinero»

El centro penitenciario de Alcázar de San Juan ha saltado esta semana a la escena informativa, a partir de las movilizaciones llevadas a cabo por los sindicatos, en numerosos puntos de la geografía nacional (entre ellos, delante de la Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real) para denunciar, entre otras cuestiones, el importante déficit que padecen las plantillas de funcionarios, los problemas que la privatización de la seguridad está provocando en las cárceles españolas, así como las numerosas carencias que los recortes y la falta de presupuesto y de personal han ocasionado en la la atención a los internos.


    En el centro penitenciario de Alcázar de San Juan, según explica Rafael Correas, funcionario y delegado sindical de CCOO, los problemas se han ido acrecentando en los últimos años, debido principalmente a la falta de personal y al escaso presupuesto. Problemas que, más allá del ámbito laboral y sindical, afectan a la población reclusa, 91 internos para los que, por ejemplo, «sólo hay un médico, que se convierte en ninguno cuando éste acaba su jornada laboral y se marcha a casa; y ningún cocinero, pues son los propios internos quienes se encargan de hacerse la comida» (con el problema añadido que supone tener que llamar al 112 cuando surge una urgencia sanitaria y el médico no está en el centro, pues el Servicio de Emergencia regional factura posteriormente el servicio prestado).


    Según Correas, «el retroceso durante los últimos años es evidente, sobre todo en lo que se refiere a la apertura del centro, a la transparencia en la gestión, y a los tratamientos y programas de reinserción que se debería aplicar a los internos, quienes, en la mayoría de los casos, pasan los días totalmente ociosos y con muy pocos incentivos» (en la cárcel de Alcázar cumplen condena unos veinte presos de avanzada edad, para los que no hay tratamientos concretos ni asistencia especializada, con el problema añadido de las barreras arquitectónicas, ya que al final el ascensor que se iba a instalar hace años en esta cárcel no llegó a instalarse por problemas económicos).


    
SEGURIDAD PRIVADA


A esto se suma el problema de seguridad que, según Correas, ha supuesto para la prisión la adjudicación, hace ya unos dos años, de la seguridad exterior a una empresa privada, en este caso a Omnibús, cuyos efectivos se encargan del vallado perimetral y de las garitas de vigilancia, donde ya no hay agentes de la Guardia Civil sino guardias de seguridad privados, «con dudosa formación». Situación que conocen los internos perfectamente y que, según Correas, podría convertirse en un auténtico problema « si vienen maldades y  algún recluso peligroso se quisiera escapar o atacar a algún funcionario». «Aún no entendemos muy bien por qué se llevó a cabo esta medida, afirma el representante de CCOO, para quien esta privatización «sólo ha servido para doblar el presupuesto y poner guardias privados donde antes había guardias civiles, es decir poner a un señor que cobra no llegan a mil euros donde debería haber un profesional experto de los Cuerpos de Seguridad del Estado, pero manteniendo en la misma prisión, en otros servicios sin determinar, a los mismos guardias civiles». «Las únicas que han salido ganando con este cambio son las empresas privadas de seguridad», considera Correas.


    En la base de todo, una plantilla escasa de 89 trabajadores, con 22 vacantes reales (algunas de ellas cubiertas en Comisión de Servicio). Plantilla «envejecida», con una media de edad de 51 años, en la que «no se cubren las jubilaciones ni las bajas, ni se convocan nuevos concursos desde hace años».


 
FIESTAS DE LA MERCED


A pesar de todas estas carencias, la prisión de Alcázar celebrará mañana la festividad de La Merced, patrona de instituciones penitenciarias, con diversos actos. Entre ellos, una misa a las 11; entrega de diplomas, premios y menciones (con la medalla de bronce, este año para la asociación Hella); y un aperitivo.

Más en Información General
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement