“El tiempo de un niño visto con los ojos de un adulto”, así describe el autor la estructura de su obra, “El Tiempo Hermoso”. Un tiempo “repleto de valores a pesar de su dureza”. Pedro Pablo Novillo recupera algunos de los recuerdos de su infancia y juventud –entre los años 50 y 70 del pasado siglo- con la intención de plasmar un retrato de la Castilla La Mancha Rural de aquella época. Su primera obra concede también mucha importancia a las palabras, rescatando el vocabulario y expresiones de aquella época, muchas de ellas ya perdidas.
“El Tiempo Hermoso” refleja una época difícil para España, para La Mancha especialmente, en la que a pesar de unas duras condiciones de vida los vecinos convivían con auténtico “sentido de comunidad”, llevando a la práctica una “auténtica solidaridad”. Este espíritu comunitario lo plasma en el autor en la figura de su abuelo, realizando una “declaración de amor y ternura” y poniendo en valor ¨”la dignidad de una gente que, habiéndolo perdido todo, nunca perdió la capacidad del perdón y las ganas de seguir adelante”.
El periodista Enrique Sánchez Lubián, que presentó el acto, destacó la importancia de recuperar la memoria histórica, “que no son sólo las fosas en las cunetas, sino la vida cotidiana de los represaliados que, a pesar de perder, nunca perdieron la dignidad y la esperanza de conseguir un futuro mejor para sus hijos y nietos”. También destacó la importancia que el autor concede a las palabras, algo en lo que José María Barreda coincidió, “el libro está muy bien escrito y recupera expresiones que han caído en el olvido porque la sociedad ha cambiado. En Castilla La Mancha pasamos del siglo XIX al XXI en poco tiempo”. El ex – presidente castellano-manchego, contemporáneo de Novillo, recomendó la lectura de la obra a los miembros de su generación, “que compartimos recuerdos y sensaciones”, pero también al resto porque “se disfruta leyéndolo”.
La alcaldesa alcazareña, Rosa Melchor, agradeció el trabajo realizado por el autor y que haya decidido presentar el libro también en Alcázar de San Juan, ciudad en la que ha vivido durante años, a pesar de haber nacido en la Puebla de Almoradiel. También quiso poner en valor la importancia de la memoria y los recuerdos, “recordar el pasado, no olvidar, es una garantía para mejorar el futuro y no cometer los mismos errores”. Igualmente consideró importante que “El Tiempo Hermoso” rememore las vivencias de una etapa de la vida en la que, entre otras cosas, “se fragua la persona y las convicciones, también las políticas”.
