La jornada ha comenzado pronto con la visita al lugar donde se ubicaba la Academia Cervantes, detrás de la Iglesia San Francisco, y posteriormente han visitado la calle Castelar para recordar viejos tiempos y lugares a los que solían ir. El siguiente paso ha sido una comida en el Hotel Barataria.
La idea de reunirse de nuevo, tras tantos años sin verse, surgió el día en el que se puso la placa a una calle con el nombre de José Candel, quien fuera profesor en dicha Academia. De hecho, la sintonía ha sido tan buena que ya está prevista la próxima reunión para el mes de mayo. Además, esperan que para las próximas reuniones se sumen más antiguos alumnos de la Academia Cervantes.