En la mañana del jueves llegaban a Alcázar de San Juan los restos mortales del único español fallecido en el fatal terremoto que sacudió el centro de México a mediados del pasado mes de septiembre. Leopoldo Nieto Cisneros, madrileño de familia alcazareña, residía en el país azteca desde hace más de 40 años
Sus hijos, Leopoldo y Adolfo Nieto, llegados de México, han sido los que han depositado sus cenizas en el panteón que dispone la familia en el cementerio municipal de Alcázar de San Juan.
Previamente al acto íntimo y familiar, Adolfo Nieto ha manifestado que han elegido Alcázar para el eterno descanso de su padre porque “toda la familia de mi padre: abuelo, bisabuelo y tatarabuelo están enterrados aquí y queríamos que estuviera él aquí también con toda su familia”. El hijo de Leopoldo Nieto tuvo también palabras de admiración para su padre, reconocido médico investigador para la lucha contra el SIDA: “poco se llora a las personas que realizan este tipo de investigaciones. A pesar de que se había jubilado el año pasado es, sin duda, una gran pérdida para el mundo de la investigación del virus VIH”.
La familia de Leopoldo Nieto, muchos de ellos doctores y farmacéuticos, son dueños de la histórica farmacia situada en la calle Emilio Castelar de la localidad.
Al acto de inhumación acudieron también los familiares que actualmente residen en Alcázar de San Juan.
