Encuentros en la Castelar

Hoy, con Enrique Sánchez Lubián (Periodista y Escritor)

Por Antonio Leal

Licenciado en Ciencias de la Información, rama Periodismo. Desde muy joven asumió que ser periodista significaba tener un constante compromiso con la sociedad en el ejercicio de su profesión, a la que desde hace treinta años sirve desde el ámbito institucional.

Se inició en la profesión colaborando en el diario “Lanza” de Ciudad Real y en “Cuadernos Manchegos”, “Posible”, “Interviu” y “Cuadernos para el Diálogo”. Fue redactor de la revista “Ciudadano” y del diario “Ya”. Técnico Superior de Administración Especial, es responsable de la Oficina de Prensa y Comunicación del Ayuntamiento de Toledo desde 1987. Sus columnas en la edición regional de “Diario 16” fueron reconocidas con el Premio de Periodismo “Santiago Camarasa” en 1996. También fue distinguido por la Asociación de la Prensa de Toledo con el Premio “Espejo” por su labor en pro de la transparencia informativa en una institución pública. Actualmente colabora con el suplemento cultural “Artes & Letras Castilla-La Mancha” del diario “ABC” y mantiene una columna semanal de opinión en “La Tribuna de Toledo”.

Es autor, coautor o prologuista de una treintena de libros, entre ellos dos de contenido alcazareño “Emelina, la belleza que alumbró a la República” y “Luisa Alberca, reina de los seriales en la radio de los 50”. Este último se presentó el jueves pasado, 16 de noviembre, en el Ayuntamiento de Alcázar. Es autor de la Tesela “Palabras. Canciones para la Transición”, editada por el Patronato Municipal de Cultura. Nuestra conversación comienza en un banco sentados frente a la antigua tienda de ultramarinos y alimentación "Casa Damián".

PREGUNTA: ¿Qué te parece pasar de ser el entrevistador a entrevistado? ¿Qué noticias de Alcázar de San Juan te han interesado más en los últimos tiempos?

R. No tanto por mi actividad periodística, sino por la publicación de mis libros, conferencias u otras actividades, esa trasmutación no es nueva para mí. Me interesa la evolución que sigue el conflicto generado años atrás por el Partido Popular y sus socios con la privatización de la gestión del agua en Alcázar, preocupándome las diferencias surgidas entre determinados sectores locales que en su día lucharon codo con codo por evitar tal privatización.

P. ¿Qué fue lo que te impulsó a estudiar periodismo? ¿Cómo supiste que querías ser periodista? ¿Quién es tu periodista de referencia?

R. La vocación surgió en años escolares junto a un querido compañero, Luis Miguel López, hijo del “Jaro”, por lo que comenzar nuestra charla aquí, en la Esquina de Damián es muy emotivo. Juntos nos matricularnos en la Facultad de Ciencias de la Información, lo triste es que él aparcó muy pronto la carrera. Aquello fue una lástima, porque viendo hoy sus constantes y comprometidos textos en las redes sociales, hubiera sido uno de los grandes. Mi periodista de referencia es cualquiera que no renuncie jamás a la búsqueda de la verdad.

P. Si los jóvenes son los lectores del futuro, ¿Por qué no leen los periódicos?

R. Los jóvenes no son los únicos que han dejado de leer periódicos. Los índices de lectura de prensa en España no superan el 50% de la población, siendo mucho más bajos en Castilla-La Mancha. Creo que la prensa en papel ha dejado de tener interés para ellos porque muchos de sus contenidos y la forma de contarlos les son lejanos Por contra, sí que consumen publicaciones digitales y plataformas de opinión en Internet, por lo que no debemos ser pesimistas.

P. Ahora en las redacciones hay máquinas que marcan qué contenidos interesan más a los lectores. ¿Está perdiendo el periodista su función de selector de información?

R. Todos deberíamos tener claro que las empresas periodísticas, desde la más grande a la más pequeña, son eso, “empresas”, y por lo tanto sus accionistas y propietarios quieren cuentas anuales con beneficios. Además cada medio se identifica con determinados sectores sociales o económicos. Por tanto no debemos olvidar estas consideraciones previas cada vez que leamos una noticia en un periódico, la oigamos en la radio o la veamos en la televisión, para entender su selección de noticias y forma de relatarlas.

Hecha esta salvedad, hay medios que han apostado por cimentar su independencia en el apoyo de los lectores, participando estos en sus estructuras mediante aportaciones económicas. Ahí es, desde mi punto de vista, donde encontramos mayores cotas de libertad de expresión y de opinión.

P. ¿ Sigue siendo el periodismo el cuarto poder? ¿Lo ha sido alguna vez?¿Volverá a serlo? ¿Está perdiendo valor la exclusiva en el periodismo?

R. No nos engañemos, el primero, segundo, tercero y cuarto poder son quienes manejan los resortes económicos y financieros de la sociedad capitalista y consumista en que vivimos. Es cierto que no todo el periodismo mantiene el prestigio que tuvo en otro tiempo. De ello nuestras empresas y los propios periodistas somos culpables. Hay medios que plantean sus portadas pensando en que a alguien se le atragante el desayuno al día siguiente. Así no se va a ningún lado. Máxime cuando la vulnerabilidad de las empresas periodísticas es tan alta, en especial en los ámbitos autonómicos y locales, que la dependencia publicitaria de las Administraciones Públicas y grandes empresas se ha convertido en esencial para su supervivencia y continuidad. La exclusiva, desde luego, continúa siendo la perla de nuestro oficio y en estos momentos, con la competencia tan grande que hay, sobre todo en el ámbito digital, es factor de diferenciación entre unos y otros medios. Cuando se nos ofrece un buen “scoop”, lectores y profesionales, nos reconfortamos con el periodismo.

P.: En las Facultades de Ciencias de la Comunicación se gradúan cada año miles de estudiantes y no existen miles de puestos de trabajo. Muchos no tienen cabida en el mercado y los que lo consiguen trabajan en precario. Las presiones políticas a los medios siempre han existido. ¿Crees que la prensa es más vulnerable en la actualidad?

R. Yo he visto cómo se cesan directores de diarios o jefes de informativos tras una llamada del poder al empresario de turno. También lo contrario, constatar que algunas empresas, sobre todo hace unos años cuando periodismo y ladrillo caminaban de la mano en nuestra región, utilizaban sus páginas para presionar hasta lograr determinadas recalificaciones o concesiones de proyectos en los que tienen intereses. Este panorama, desde luego, no es el más alentador para esos miles de estudiantes que se gradúan cada año en nuestras Facultades y ven, además, que la precariedad laboral, como en una mayoría de sectores productivos, es muy alta. La mejor herramienta que tienen en sus manos es mejorar su formación, ser inquietos y no renunciar a las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías y redes sociales. Jamás como hoy ha sido tan fácil y tan barato comunicar, así es que les animo a no desalentarse si sus comienzos son difíciles.

P. ¿Tienes amigos políticos? ¿Alguna vez te ha tocado informar sobre algo comprometido de alguna de esas amistades?

R. Claro que los tengo. Algunos de ellos han estado, o están, incursos en procesos judiciales. Pensar que personas con las que tengo relación cercana y de tiempo, con las que he colaborado y convivido laboralmente durante años, pudieran llegar a ser condenados por un tribunal me produce inquietud por la sensación de desencanto que desde el afecto personal me supondría. En lo demás, si han cometido ilegalidades o irregularidades, que las paguen.

P. Los ciudadanos creen que están informados cuando en realidad lo que están son entretenidos por los medios de comunicación? Vivimos cada vez más en un mundo no de opinión pública, sino de emoción pública?

R. En la Facultad se nos enseñaba que los medios debían informar, formar y divertir. Hoy no todos cumplen esos tres fines. Muchos han optado por divertir, informar algo y formar poco. Coincido contigo en que hoy priman las emociones y no debemos olvidar que las mismas tienen un alto componente irracional.

P. Decir la verdad es una de las satisfacciones más poderosas que se puede tener en un medio de comunicación. Los periodistas, en general sois, representantes de la libertad de expresión. ¿Eres consciente de la importancia que tienen tus palabras y las ideas que viertes cuando escribes para tus receptores?

R. Esa responsabilidad debe ser una constante diaria todos los profesionales. Buscar la verdad es nuestro primer mandamiento, pero ello no implica que los periodistas debamos ser neutrales al opinar, ni cuando nos encontramos ante atropellos, injusticias o arbitrariedades. Así también contribuimos a difundirla.

P. Máximo garante de la libertad democrática o perverso instrumento de manipulación. Entre esos dos ideales, ¿dónde se encuentra la verdad del periodismo?

R. La verdad del periodismo se encuentra, según mi punto de vista, en contribuir a que los ciudadanos puedan tener elementos de juicio suficiente para interpretar la realidad y que nadie les cuente milongas embaucándoles, bien sea intentando retorcer los sentimientos, como en la actual crisis catalana, o incitándoles a consumir tal o cual preparado alimenticio presentado como la panacea de vida sana o la sostenibilidad medioambiental.

P.: Antes se necesitaban profesionales que dieran información, ahora parece que se necesita información sobre la información. ¿Cómo se hace periodismo en internet y qué importancia tienen las redes sociales y buscadores para los periodistas?

R. Jamás ha sido tan fácil tener acceso a la información y, a la vez, jamás ha sido tan fácil desinformar. Veneramos a Internet como algo infalible y muchas personas creen que en las redes se encuentra la verdad absoluta. Esta es una cara más de las debilidades en que nos movemos en el mundo actual. Si el periodista debe chequear una información, al menos, en tres fuentes diferentes antes de ser publicada, lo que circula por Internet también debe ser cuestionado. Dicho esto, la facilidad que las nuevas tecnologías nos han aportado para acceder a fuentes solventes y acreditadas, como archivos, bases de datos, registros, bibliotecas o hemerotecas es algo fabuloso.

P.: Algunos sostienen que Internet está matando al periodismo o, al menos, debilitándolo: ¿ A quién ha ayudado más internet, a los medios de comunicación o a los periodistas? ?¿Consideras Twitter como un medio de comunicación?

R. No lo está matando. Internet está creando un nuevo periodismo y abriendo nuevas posibilidades para comunicarnos. Sin su implantación algunos de los proyectos informativos más serios y solventes de la actualidad no serían realidad. Twitter es un medio de comunicación tan válido y efectivo como lo es Facebook o el resto de redes sociales.

P. ¿Cuál es el reportaje que te sientes más satisfecho de haber realizado?

R. De mis inicios, recuerdo con especial aprecio crónicas publicadas sobre la legalización del PCE, el triunfo socialista en las elecciones generales de 1982 o la visita de Juan Pablo II, acontecimientos, estos últimos, de los que ahora se cumplen treinta y cinco años y que cubría para la edición toledana de “YA”.

Como desde 1987 mi labor periodística discurre al otro lado de la noticia, he suplido esa satisfacción en mis publicaciones. Muchos de mis libros están planteados como amplias crónicas sobre personajes olvidados por la historia o perdedores, acercándome a ellos a través de su entorno social y temporal. Me satisfacen los que ha dedicado a Julián Besteiro, Francisco Machado (el hermano menor de los afamados poetas), Domingo Alonso (un pionero del socialismo toledano) y por supuesto los de Emelina y este último de Luisa Alberca.

P. Cinco famosos -dos Premios Nobel-, comenzaron como periodistas y terminaron como escritores: García Márquez, Vargas Llosa, Vázquez Montalbán, Isabel Allende y Pérez Reverte. ¿Cuál es la diferencia entre el periodismo y la literatura? ¿Veremos un 10 de diciembre en un próximo futuro a las 16:30h. a un alcazareño en el Palacio de Conciertos de Estocolmo recibiendo la medalla y el diploma del Rey Carlos Gustavo de Suecia? ¿En ese caso o en otro, ¿cuál sería el titular que escribirías para nuestros paisanos como despedida?

R. A los periodistas no nos sirve para nada buscar la verdad si luego no sabemos contarla interesando a los lectores u oyentes. A mí, la palabra escritor me da mucho respeto. Si por tal entendemos a la persona que se gana la vida escribiendo y ha publicado algunos libros, vale, aceptemos pulpo como animal de compañía, pero creo que deberíamos reservarla para quienes son capaces de crear personajes, tramas y situaciones que nos emocionan, nos hacen reír, llorar, reflexionar o gozar con su lectura. Es difícil que me vean recibiendo un premio literario. Solo soy un periodista que, considero, sabe perseguir historias y divulgarlas de forma atractiva, pero no me dedico a crearlas. Por una cuestión de respeto hacia los lectores, considero que el titular que me pides bien podría ser “Sánchez Lubián, un periodista a quien la palabra escritor le parece grande”.

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