Un joven de 25 años, natural de Consuegra, ha perdido esta mañana la vida en una granja de cerdos situada en el camino Riato de Villafranca de los Caballeros (cerca del parque lineal de las lagunas). Al parecer, según ha explicado a El Semanal, el alcalde, Julián Bolaños, los hechos se han producido cuando se encontraba trabajando con un camión en la referida granja, donde habitualmente (una o dos veces por semana, durante al menos los tres últimos años, según el primer edil) descarga el pienso para los animales, introduciéndolo en las turbas mediante un brazo articulado.
Según Bolaños, aunque los hechos no han sido determinados con exactitud y será la autopsia quien determine las causas exactas de la muerte, parece que el joven no ha recogido el brazo totalmente al maniobrar con el camión, de manera que éste ha contactado con los cables de alta tensión provocando una descarga de más de 15.000 voltios.
El joven, que estaba trabajando para una empresa familiar de Consuegra, ha recibido la descarga y ha sido encontrado tirado en el suelo momentos después, por el personal de otra granja cercana que ha acudido hasta el lugar de los hechos para ver qué pasaba con el suministro eléctrico, ya que el accidente ha provocado un corte en la línea eléctrica de la que se suministran estas dos explotaciones.
Hasta el lugar de los hechos se han desplazado, nada más ser avisados, la policía local de Villafranca, la ambulancia local y la guardia civil, además de las autoridades municipales; posteriormente una UVI móvil y el personal del juzgado de Orgaz; además del tío, el padre y un hermano de la víctima. El cuerpo sin vida del joven ha sido trasladado al anatómico forense para realizar la correspondiente autopsia, aunque previsiblemente será trasladado hasta su pueblo natal para ser enterrado.
El alcalde de Villafranca se ha mostrado totalmente consternado por lo sucedido, “y por la mala racha que llevamos este año de muertes inesperadas y violentas”. En este caso, explica además que, a pesar de que todo apunta a que se ha tratado de un accidente laboral (en la empresa familiar de la propia víctima) y de un fallo humano, el joven era un trabajador experimentado "que habrá hecho la operación que hoy le ha costado la vida, muchísimas veces, incluso dos veces por semana, en los últimos tres años".