ESPERA QUE ESTE HECHO “NO EMPAÑE EL TRABAJO QUE DESDE HACE DOS AÑOS ESTAMOS LLEVANDO A CABO EN EL BARRIO”

Melchor lamenta la muerte de una perra apuñalada en el barrio La Pradera y pide tranquilidad a los vecinos

La alcaldesa de Alcázar de San Juan, Rosa Melchor, ha lamentado los hechos ocurridos el pasado domingo en el barrio de la Pradera, donde una  perra murió apuñalada al interponerse entre su dueño y un vecino conflictivo, y ha asegurado que nada justifica la violencia. No obstante, ha pedido a los vecinos, tanto de La Pradera como del resto de Alcázar, tranquilidad ante estos hechos.

En cuanto a la recogida de firmas de la Asociación de Vecinos para echar del barrio a estos vecinos conflictivos, ha apuntado que ella como alcaldesa no se opone a que cada vecino de Alcázar, en función de sus reivindicaciones, las oriente del modo que crea más conveniente, lo que sí es una realidad –según apunta- es que desde el propio Ayuntamiento y desde hace dos años “estamos poniendo en marcha un plan de actuaciones en La Pradera, un barrio en el que ha ocurrido este hecho como podría haber ocurrido en cualquier otro, un plan en el que se está trabajando desde nueve áreas del Ayuntamiento de forma integral en todos los ámbitos para que se normalice la convivencia en este barrio y creo que lo hemos conseguido gracias a la colaboración ciudadana y a los vecinos del barrio volcados en este proyecto”.

Ante esto, la primera edil supone, espera y desea “que este asunto puntual se resuelva donde debe resolverse, con las diligencias que ya ha abierto la Policía en el propio juzgado, pero espero que no empañe ni tire por la borda todo el trabajo que se ha realizado durante estos dos años en el barrio”.

Melchor también ha agradecido la intervención pronta de la Policía Nacional y la de Local, “que ha hecho un trabajo pacificador entre dos vecinos que viven puerta con puerta, por tanto la dificultad si cabe es un poco mayor”, y ha recordado que en estos momentos está en marcha la intervención lógica desde Servicios Sociales “para que no se incremente el conflicto”.

Finalmente ha recordado que la obligación del Ayuntamiento es tranquilizar los ánimos, apaciguar las aguas y conseguir que la convivencia siga siendo pacífica, “y con más ahínco si cabe desde este triste y lamentable suceso del asesinato de este perro”.

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