ALCÁZAR DE SAN JUAN. OPINIÓN

Román Checa Alaminos, in memoriam

Por Epifanio Quirós Tejado

Nunca es facil escribir sobre un amigo que nos deja. Trataré de hacerlo lo mejor que pueda viéndote en esta foto, sentado en la terraza de la plaza donde tantos buenos ratos hemos pasado. No recuerdo cuándo te conocí. Quizá fuera hace 40 años, en los salones de Santa Quiteria, en Acción Católica, cuando ibamos los chavales a esas reuniones y después jugabamos al «pinpon». En aquellos años ya eras tan estricto y «rezongón» como buena persona. Pasados los años nos hicimos amigos y compartimos buenos ratos de café nocturno en las terrazas de «Los Alaminos» en las noches de verano. ¡Qué buenos momentos hemos pasado allí!


Te recuerdo comiendo las albondigas de carne de caballo que hacía tu madre y que estanban tan buenísimas. Trabajando para la imprenta en tu casa, con un agetreo constante. Trabajador incansable y siempre dispuesto para echar una mano en cuantas actividades organizara Santa Quiteria.


Lector empedernido, con una gran cultura, que animaba las conversaciones mostrando su punto de vista y ofreciendo, a quien se lo solicitase, un consejo sabio y oprotuno sin imposición y sin pedir nada a cambio.
Alcazareño de pro, amante de sus tradiciones, de su gastronomía, de sus lugares y de sus gentes. Cuánto has disfrutado con tus amigos y amigas comiendo, tapeando, charlando, paseando por la casterlar.


Te has ido de manera discreta, sin hacer mucho ruido, sin molestar. Mucha gente no se ha enterado y se arrepentirán de no haberte acompañado en el ultimo paseo por Alcazar camino de Santa Quiteria. No pasa nada, a nadie pediste nunca nada, eras generoso y no guardabas rencor en tu corazón.


Te has ido antes de Semana Santa, quizá para poder resucitar en el cielo con Aquel a quien diste gran parte de tu vida y por el que cobró sentido tu trabajo. Este año, no te ha hecho falta rezar la estación del Via Crucis el miércoles Santo porque ya gozas de su presencia. Tu amistad ha sido un regalo para mi y para muchas personas  a las que quisiste y te han querido a lo largo de tu vida. Te voy a echar de menos. Ya te hecho de menos, cuando paseo por Alcázar, para tomar unos vinos y charlar con alguien cercano, que te entiende y que te escucha, virtud dificil de encontrar hoy en día.


Hasta siempre amigo y que la tierra te sea leve (Sit tibi terra levis)

Más en Opinión
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement