Cerca de 400 personas llenaron anoche el Auditorio Municipal de Miguel Esteban para asistir al tradicional pregón de las fiestas de San Isidro Labrador en la localidad. En el acto, organizado por la Junta de San Isidro de Miguel Esteban, también fueron presentados los Abanderados y Mayordomos de este año.
El alcalde miguelete, Pedro Casas, señaló que “San Isidro es una fiesta arraigada en Miguel Esteban, un pueblo de raíces netamente agrícolas, donde la agricultura supone el 80% de la economía local” y apuntó que “en Miguel Esteban ser agricultor es un orgullo y así debe seguir siendo”.
Casas indicó que el Ayuntamiento sigue trabajando para mejorar la Pradera de San Isidro y recalcó que este año ya se puede contar con agua corriente en dicho entorno. Además, adelantó que se está en conversaciones para adquirir un nuevo terreno en este paraje que podría estar disponible el próximo año y que servirá para dar respuesta a las necesidades de la localidad. “Estamos creando un complejo importante en la Pradera de San Isidro”, aseveraba el alcalde.
Pedro Casas resaltó las figuras de los Mayordomos y de los Abanderados asegurando que “si no fuera por ellos, las fiestas no serían tan fiestas”. Asimismo, agradeció el trabajo realizado por la Junta de San Isidro y presentó al pregonero de este año, Benjamín Prieto, presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, “agricultor, ganadero y un gran conocedor del mundo rural”.
Por su parte, el pregonero, Benjamín Prieto, pronunció un discurso que sirvió “como homenaje a quienes nos inculcaron la devoción a San Isidro y el amor a la tierra y al mundo rural”. Prieto resaltó que “en el origen y en el ADN de Miguel Esteban se aprecia un pueblo vinculado a la agricultura que se esfuerza por avanzar, un pueblo que ensalza sus raíces, respeta la tierra y mantiene las tradiciones, incorporando las vanguardias”.
Tras mencionar algunos apuntes históricos sobre Miguel Esteban y recordar su infancia en el campo y los vínculos que le unen a Miguel Esteban, el pregonero apuntó que “tenemos que reivindicar el mundo rural como estratégico porque lo que aquí tenemos no se puede deslocalizar y lo que se produce es necesario para toda la sociedad”.
Por último, el presidente de la Junta de San Isidro, Miguel Ángel Martínez, agradeció al Ayuntamiento, a los sacerdotes, a los Abanderados y Mayordomos y al pregonero, su colaboración para que “el patrón de los agricultores tenga una fiesta del nivel que se merece” y señaló que “San Isidro es una fiesta que siempre deja huella en los migueletes”.
Al acto, que estuvo presentado por la migueleta Pilar Lara, también asistieron el subdelegado del Gobierno en la provincia de Toledo, Fernando Sanz, y la subdelegada del Gobierno en la provincia de Cuenca, Lidón Lozano.
Abanderados y Mayordomos
Como es habitual, el acto del pregón también sirvió para presentar oficialmente a los Abanderados y Mayordomos. Los primeros en subir al escenario fueron los 5 jóvenes que este año se hacen cargo de la bandera. Acompañados por sus respectivas hermanas, el portavoz de los abanderados dio lectura a las típicas ‘coplillas’ en las que en clave de humor explicaron lo que pasaron sus abuelos cuando iban a trabajar al campo y cómo han realizado los preparativos de esta fiesta, además de invitar al pueblo a “zurra y poco más”.
Tras ellos, tomaron el relevo los Mayordomos, un grupo de 25 personas que por cuarta vez ejercen la mayordomía de San Isidro, esta vez acompañados por sus hijos. Los portavoces del grupo bromearon con “comprar la vara en lugar de subastarla” o con beneficiarse de posibles descuentos si vuelven a ser Mayordomos una quinta vez. Asimismo, pidieron a San Isidro que el pueblo quede contento con esta fiesta y reiteraron que Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador “son migueletes”.
La música puso el broche final a esta velada. El grupo folclórico ‘Los Charcones’ sorprendió al público con una brillante puesta en escena y un amplio repertorio de bailes tradicionales. A continuación actuaron los migueletes Juan Casas y Beatriz Martínez quienes también dejaron muy buen sabor de boca entre los asistentes.
