El Museo Municipal del "Pósito" de Campo de Criptana acoge, estos días, una exposición singular de los pintores japoneses Takuma y Yukiko. "Retrospectiva de su obra sobre La Mancha ,1973/2018", los cuarenta y cinco años, cuarenta y cinco veranos que llevan viniendo estos pintores excepcionales, a nuestra tierra.
Como las aves migratorias llegan con los primeros calores en busca de nuestro paisaje, en busca de su particular D. Quijote, para continuar alimentando el sueño que Takuma descubrió al ver los molinos de Criptana aquel año de 1973 y luego de la mano de Yukiko, no dejarían de visitarnos durante estos años.
Recuerdo las últimas palabras de despedida de Takuma, después de aquella emotiva exposición del pasado año: “Yo volver, yo volver” “Querer exponer mis óleos con Yukiko, sr. Andrés” “año próximo, yo pintar mucho, molinos”...
Aún me emociona recordar esas palabras, aquellas cartas del invierno insistiendo por venir de nuevo a esta tierra, los deseos por mostrarnos su obra pintada sobre la tierra seca de agosto. Y qué decir de Yukiko, recordando los trabajos de su mano y la pluma dibujando arabescos sobre el papel descifrando el difícil encanto de nuestros cardos y la sencillez de nuestra flora que tantas veces olvidamos.
Sobre la mesa, aún siguen las cartas y la conjura del concejal de cultura -Javier López- y el ayuntamiento, para realizar esta exposición. Y aquí están ellos otra vez con su obra, a pesar de los años, de la distancia, de la ausencia de Mamá Carmen. Inquebrantables, renovando su amor a esta tierra, a sus gentes, a D. Quijote, a su Bar-Casa de Los Molinos. Ellos son los mejores representantes que nuestro pueblo tiene en el Japón.
Para juzgar su obra, los paisajes de agosto, las calles, las gentes de este lugar, antes hay que situarse en un viaje de doce mil kilómetros que estos peregrinos del arte, hacen todos los años hasta llegar a Campo de Criptana. Así, durante cuarenta y cinco años. Lo demás, es un valor añadido.
Agradecimientos sinceros a todos los que han hecho posible este encuentro y permanecen en el silencio.