ENCUENTROS EN LA CASTELAR

Hoy, con Ricardo Tejero Camarero (Médico, orgulloso de ser manchego alcazareño)

Por Antonio Leal Giménez

En el libro que nuestro poeta, Santiago Ramos Plaza, dedica a su pasado "Alcázar de mis cenizas", (Ed. Doña Acacia, 2002) podemos leer en su página 75: "Calle sola de los Muertos,/tú eres distinta, estás hecha/ para el callejero triste/del pueblo, que no se enseña/al forastero que viene/a conocernos de cerca,/porque esta calle recorre/ cada pueblo y cada aldea". Desde la casa donde nació Ricardo, veía desfilar la carroza tirada por la yunta de mulas que se utilizaba para transportar el ataúd de algún fallecido hasta Santa Quiteria.

Persona muy bondadosa y de gran corazón. Es un médico de situaciones laborales y de urgencia, muy próximo, muy cercano a la gente del pueblo. Destaca en su persona su calidad humana, su vocación de servicio y su accesibilidad, muy profesional y servicial. Es un gran conversador y tiene un comportamiento tranquilo. Muy aficionado a la cocina manchega. La relación con sus pacientes es de confianza y de mutuo compromiso; distinguido, amable, culto, educado, y confiable en el que montones de pacientes  han puesto sus  vidas sin pensarlo ya que su nivel de compromiso es insuperable. . Insiste en que debe de informarse al paciente con naturalidad y sencillez de manera que también participe en la toma de decisiones. Su visión del mundo es muy real y recurre normalmente al refranero quijotesco. Cuando regresa a Alcázar de San Juan pasea por sus calles, habla con la gente.

Ricardo no deja de sonreír y nos dice que el humor, que va más allá de la risa, es conveniente en toda actividad humana. Y la medicina, aun con su carga de emotividad, no puede ser ajena al humorismo. El buen humor es biológicamente útil, ya que no sólo nos alegra la existencia y hace más llevaderas las adversidades, sino que a largo plazo termina modificando nuestro cerebro de forma positiva, además de convertirse en un eficaz recurso para fortalecer el corazón y protegernos de algunas enfermedades. En este "Encuentro", veremos como Ricardo aplica el humor como valor terapéutico.

Las primeras palabras que pronuncia Ricardo al verme:  “¡Yeee, hermoooosoo!”... Espérame un momento en la Placeta de Barcelona que vengo al "contao"... Nuestra conversación comienza con la pregunta ¿Qué tal te va? y me  responde: "En no comiendo voy sacando pa’los gastos…".

PREGUNTA: El nombre de la calle donde naciste que figura en las esquinas no es muy conocido. ¿Era una calle triste? ¿Cuando vuelves a Alcázar de San Juan paseas por sus calles para encontrar y sentir añoranzas de tu infancia? ¿Qué sentimientos tienes por tu pueblo?

RESPUESTA: Cuando nací, la calle se llamaba Del Barco. Después se llamó D. Magdaleno García Alcañiz, en honor al insigne médico alcazareño, pero todo el pueblo la conocía como la calle de los “muertos”, porque por allí pasaba el coche fúnebre con sus acompañamientos que iban a la parroquia de Santa Quiteria. Cuando voy a Alcázar de San Juan siempre paseo por la Castelar, la calle de los “muertos”, la Plazeta de la policía (Plaza. de Barcelona) y las callejuelas hasta la Iglesia de la Santísima Trinidad. Recordando las fechorías que hacíamos; en mí infancia fueron tiempos muy felices  y de mi pueblo que te voy a contar, siempre digo lo mismo: Alcázar, Paris y Londres, por este orden.

P. El humor manchego es despiadadamente irónico. Tiene una intención disimulada que nosotros denominamos "retranca". Los antecedentes hay que buscarlos en la Edad Media con los arciprestes de Hita y de Talavera, alcanzando su cénit en la obra maestra de Cervantes. ¿Hacer de garrulo o de cateto es hacer humor manchego? ¿Se puede hacer de reír -como decimos los manchegos-, habiendo nacido en Alcázar de San Juan?

R. Hay que reconocer que no somos la alegría de la huerta, pero nosotros, los moñigones, tenemos una forma de hablar muy manchega y sólo con expresarnos, a veces, con unos chascarrillos propios, ya somos capaces de hacer sonreír al que nos escucha. La prueba está con oír a José Mota que se expresa como un manchego más. Tenemos una retranca y socarrona visión de la vida, con un estilo de humor heredado de Cervantes y alguna influencia de Quevedo.

P. ¿Alguna vez alguien te han manifestado "vete a hacer puños p´hoces? Cuando has contado algún grupo de amigos alguna anécdota como médico ¿te han dicho alguna vez "no he visto cosa de la manera"?

R. La verdad es que si. Algunas veces mi padre quería que fuera a la carpintería que tenía en la calle Alberca Lorente, por no mandarme a otro sitio. Muchas veces, yo siempre digo lo que pienso y algunas veces me paso, y con los hechos me ocurre igual. Cuando he contado algunas anécdotas médicas, me han dicho: “no he visto cosas de la manera”, que me ha trasladado a una época de mi vida pasada en nuestro pueblo que fue muy feliz.

P. "Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos". Así leemos en El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, punto de partida para compartir algunos detalles sobre las referencias a alimentos, bebidas y recetas que hay en el libro. Para un yantar modesto y popular como el tuyo, ¿Puedes decirnos qué platos nos recomiendas comer en Alcázar de San Juan, incluido el postre y el vino y sus posibles consecuencias digestivas?

R. Cuando llego al pueblo y es la hora de comer, lo primero que me como son unas gachas y unas chuletillas de cordero fritas con muchos ajos. Y de postre, una buena bizcochá, todo ello acompañado de una botella de vino tinto que tan bueno tenemos en esta tierra. Y puedo decirte que creo que esto es lo mejor que te puede entrar en barriga. Los hábitos de vida saludables son el mayor aliado para prevenir enfermedades, sean del aparato digestivo o no, por lo que no hay que abusar. Pero de vez en cuando, a mí, por lo menos, me sienta perfectamente. Como médico recomiendo  templanza y moderación en la comida

P. ¿A qué se debió tu interés e inclinación por la medicina y concretamente por la especialidad de "Médico de Trabajo y de Urgencias"?  Al dar una mala noticia, me imagino que sufres un importante impacto emocional, que tienes que asumir y evitar que ese impacto repercuta en el paciente. ¿Cuál dirías que es la mayor dificultad con la que te has encontrado en tu vida profesional?

R. Cuando terminé medicina me encontraba trabajando en RENFE. En el Clínico hacia de médico residente de medicina interna. Una tarde me llamaron del departamento de  personal y me propusieron la posibilidad que tenía de trasladarme a Málaga como y como médico de empresa y acepté la propuesta. Con el condicionante de tener cuatro hijos, acepté la propuesta, hice las maletas y hasta el día de hoy. En mi nuevo destino retomé mi afición por continuar estudiando e hice la especialidad de Medicina del Trabajo. Se trata de una especialidad médica que entre otros, estudia y previene el riesgo que puede afectar a la salud humana como consecuencia de las circunstancias y condiciones del trabajo.  Más tarde me presenté y aprobé unas oposiciones a la Seguridad Social para médico de Servicio Especial de Urgencias, que requiere un trabajo apasionante, ya que cada día te enfrentas a retos propios de la profesión.

P. La Medicina es por definición una ciencia con alto grado de humanismo, compromiso y servicio.  ¿Qué te ha aportado haber nacido en Alcázar de San Juan a la hora de ejercer tu profesión? ¿Puedes describir brevemente tu trabajo y área de responsabilidad? ¿Cómo ha evolucionado la Medicina de Urgencias en España en los últimos años?

R. En Alcázar como cruce de caminos y gran nudo ferroviario, siempre ha habido una gran cantidad de personas de todas partes de España y eso te hace abrir la mente a la hora de convivir con gentes tan diversas. La medicina de urgencias engloba conocimientos derivados de todas las disciplinas médicas, concretamente aquellos que deben ser aplicados para resolver situaciones clínicas que no admitan demora. Hay que ser capaz de resolver desde situaciones muy complejas, hasta cualquier patología que, aunque fácil de resolver,  presupone una especial formación. Gestionar todos los recursos sanitarios disponibles para prestar una sanidad de calidad. La evolución ha sido “accidentada”. Desde hace años se ha estado valorando la incorporación de la especialización de Médico de Urgencias, lo que significaría que con el examen de Médico Interno Residente (MIR) y cinco años de especialización los nuevos facultativos conseguirían el título.En cuanto a las urgencias, han cambiado a mejor gracias a los avances tecnológicos que ayudan a prestar una mejor asistencia.

P. ¿Por qué la necesidad de un uso racional de las urgencias? ¿En qué condiciones recomendarías a los usuarios acudir a las urgencias de un hospital? ¿Qué tipo de patologías se ven mayoritariamente en urgencias?

R. Las urgencias, como indican su nombre, están para atender casos urgentes pero esto no es real. Se atiende todo tipo de patologías en mayor o menor gravedad y los casos reales urgentes son los de menor frecuencia. La asistencia médica de urgencias es una actividad creciente tanto en nuestro país como en el entorno de los países de la Unión Europea, solamente en nuestro país se realizan más de 30 millones de actuaciones urgentes al año (según el último barómetro sanitario) El incremento del número de urgencias se acompaña de un incremento en su complejidad tanto por el envejecimiento de la población atendida como por la pluripatología de los pacientes. Se suelen tratar faringitis, otitis, cefaleas, hipertensiones leves, dolores dentales, contusiones leves… afecciones que se deberían tratar en atención primaria.

P. ¿A qué se deben estos tiempos mínimos de espera en un Servicio como urgencias? ¿Qué se necesita para que las urgencias funcionen de forma ágil y eficiente?¿Cómo han evolucionado los recursos con los que cuenta el Sistema de Salud Pública para atender la demanda asistencial en urgencias y emergencias?

R. La gran afluencia de pacientes hacen que los tiempos de esperan sean largos. Una correcta educación sanitara para que la población tome conciencia de cómo se deben utilizar los recursos que nos facilitan. Los recursos se han aumentado y especializado, y se han acortado considerablemente los tiempos de atención en urgencias.

P. El hecho de que seas médico y paciente al mismo tiempo ¿es una ventaja o una desventaja? ¿Cómo te afecta cuando eres enfermo en tu relación con otros médicos?

R. Depende la gravedad de la patología y de la relación personal con el servicio que te tiene que atender.

P. La presencia de médicos del trabajo en las empresas se ha venido reducido principalmente por motivos económicos. Sin embargo el pasado año ha sido el perfil más demandado en cuanto a ofertas de salud se refiere. ¿Crees que es positivo que las empresas prefieran contratar un servicio de prevención ajeno para reducir costes? ¿Por qué no se contempla como un servicio útil para la salud de los trabajadores, sino como una unidad económica?

R. Es la única forma que tienen las pequeñas y medianas empresas para poder tener un servicio de prevención y de salud laboral. Al contrario, es un servicio muy útil para poder comprobar la salud de la población trabajadora y aplicar las medidas concretas que se presentan para proteger la salud del trabajador.

P. ¿Crees que aún sigue siendo necesario enfatizar que el ejercicio profesional de la Medicina del Trabajo es mucho más amplio que el de la vigilancia de la salud? ¿Cómo se puede potenciar la actividad científica del médico de trabajo?

R. La Vigilancia de la Salud es una consecuencia de la Medicina del Trabajo. Para realizar un estudio científico es necesario un incremento de los recurso tantos materiales como humanos ya que en la sanidad de hoy día estos recursos están limitados.

P. En tu trabajo ves al trabajador/paciente como un todo, pero hoy en día hay cierta tendencia a la especialización médica. Si un profesional se centra en el riñón, el hígado o los huesos, ¿no es normal que te cueste verlo en su conjunto? ¿Hasta dónde debe llegar esa buena relación entre médico y paciente/trabajador en la empresa?

R. En mi trabajo atiendo a todos los trabajadores con cualquier tipo de patología que acuda y me ayudo de la especialización para conseguir la mejor solución al problema de salud del trabajador. Como en cualquier ámbito de la sanidad, la relación médico / enfermo debe ser fluida y de confianza para que los resultados sean óptimos.

P. El médico de salud laboral previene de alguna manera el absentismo y la siniestralidad de una manera más eficaz y genera un trato más personal con el trabajador/paciente. ¿Cómo valoran estas competencias las empresas?

R. La seguridad y la salud en el trabajo tienen claras repercusiones económicas. Los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales suponen una carga para los trabajadores, las empresas y la sociedad en su conjunto. Además, las buenas condiciones de trabajo incrementan la productividad de los trabajadores y mejoran la calidad de los bienes y servicios. Sin embargo, es difícil convencer a los empresarios y los responsables de la toma de decisiones de que mejorar las condiciones de trabajo es rentable. Está demostrado que los trabajadores sanos son más productivos y su producción de una mayor calidad y cuantos menos casos de enfermedades relacionadas con el trabajo haya, significa una reducción de costos

P. Hace unos días asistí a una conferencia sobre El Quijote. El ponente terminó diciendo: "si leyéramos más la obra universal de Cervantes, iríamos menos al médico". La Seguridad Social debería tenerlo en su Vademécum".¿Qué te parece el consejo? Despídete, por favor, de nuestros paisanos como un verdadero médico moñigón

R. La lectura amplía, los conocimientos hacen que te enfrentes a los problemas cotidianos con mayor raciocinio. Aprender desde la lectura del Quijote ayuda en gran manera a entender el mundo y comprenderse a uno mismo. “Queridos moñingones, Lee el Quijote y comer y beber todo lo que podáis, y disfrutad cada instante, no lo dejéis para mañana”.

Un abrazo para todos

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