ENTREVISTA. UNA HISTORIA DE DECEPCIONES Y ALEGRÍAS

Ana Belén Pintado Lucas-Torres, la bebé robada de Campo de Criptana encuentra a su madre de verdad

“Mi madre y yo hemos perdido 45 años de nuestras vidas y ahora queremos recuperarlos", afirma; y explica que necesita tiempo "para colocar los sentimientos en su sitio porque tengo mucho dolor metido dentro”.

CAMPODECRIPTANA.INFO/LAURA FIGUEIREDO

 Era buscar una aguja en un pajar pero su insistencia y perseverancia le han permitido limpiar de mentiras y silencios sus 45 años de vida para encontrar al final a su verdadera madre. Y lo hace además en un tiempo record, en menos de un año. Después de muchos palos de ciego llega al camino que le permite, hace unos días, encontrarse con Pilar, la madre de la que fue arrebatada nada más nacer para entregarla a quienes siempre creyó que eran sus padres biológicos.

   Es Ana Belén Pintado Lucas-Torres y ahora sabe que su madre verdadera es Pilar V. G., que tiene también un padre que vive y dos hermanos mayores. El encuentro estuvo precedido de muchos nervios pero resultó al final de lo más natural y lejos de escenas y aspavientos. Las dos saben ahora que son madre e hija sin ninguna duda.

   El encuentro se acelera este verano a raíz de una información que obtiene Ana Belén del Instituto del Menor, de su lanzamiento a los medios de comunicación y redes y la llamada de un anónimo que ve cómo los datos ofrecidos cuadran con alguien que conoce. A partir de ahí, y con algunos datos más que consigue, llega hasta Pilar. Una mujer de 69 años, de Lanzahita (Ávila), quien nunca dudó que, tal y como le dijeron tras el parto en la Clínica Santa Cristina de Madrid, su hija había fallecido nada más nacer. Ahora ambas descubren la verdad.

   Hasta hace no mucho, Ana Belén era la hija de Manuel y Petra. Y no había otra verdad. Primero descubre que es hija adoptiva para luego saber que es una bebé robada. Había que buscar a su madre verdadera y fue a por todas, era su deseo, una necesidad y un derecho y lo ha logrado a pesar de que en principio parecía casi imposible.

   En este recorrido son muchos los sinsabores que ha sufrido por parte de personas que no han creído en ella pero también muchas las alegrías y muchos los agradecimientos. Con esta parte positiva y con estas personas es con lo que Ana Belén Pintado prefiere quedarse. Ahora, necesita  tiempo para colocar en su sitio tantos sentimientos contradictorios y vivir feliz con una verdad que no le deja de doler.

   Ana Belén se siente una mujer afortunada, dichosa y dispuesta, igual que su madre, a recuperar el tiempo perdido. Por ahora, solo han sido dos horas y sabe que son muchas más las que quedan por delante.

-Ana Belén pareces otra, tienes otra cara ¿qué ha pasado?

Pues una cara de felicidad, estoy supercontenta. ¡Qué cara voy a tener! Después de 45 años conozco a mi madre, está bien, me ha aceptado y está tan contenta como yo.  Además mi padre también vive y tengo dos hermanos mayores.

-Cómo fue ese encuentro.

Fue un encuentro casi natural, sin escenas y aspavientos. Ten en cuenta que ya habíamos hablado antes por teléfono y ese primer shock ya lo habíamos pasado. Fue ella sola con una amiga. Ella sí conocía fotos mías pero yo era la primera vez que la veía. Llegué antes que ella y nos conocimos enseguida, besos y abrazos. Empezamos a hablar y a hablar y así dos horas. De los hijos, de los parecidos, de los nervios, de las noches anteriores al encuentro sin dormir…

-¿Qué te ha dicho?

Que tengo un padre y que está vivo y que me encontraré con él en breve y que no me preocupe que también me acepta. Tengo dos hermanos. Que no tiene ninguna duda de que soy su hija. De hecho, ha dicho que no quiere hacerse la prueba de ADN, como le he propuesto, porque no lo ve necesario. No le cabe la menor duda. Otra cosa es que sea necesario por cualquier tema de administración. Lo tenemos claro, hemos perdido 45 años de nuestras vidas y ahora hay que recuperarlos.  Insistió en que tenga claro que yo soy bebé robado, que me arrancaron de sus brazos, me dieron por muerta y que si ella hubiera tenido la más mínima duda de que yo vivía me habría buscado y querido como quiere a sus hijos.

 -Es que ha sido un doble encuentro.

Ella me daba por muerta. Cuando da a luz me tiene en sus brazos, me ve unos segundos y nos separan. Le ponen una máscara en la cara, la sedan y no se entera de nada hasta que le dicen después que su hija ha fallecido. Pregunta dónde está y le dicen que ellos ya se han hecho cargo, que está todo arreglado y no le dan papeles ni nada.

-¿Ella nunca dudó de lo que le dijeron en Santa Cristina?

No dudó ni lo más mínimo. Se lo trago total hasta que yo la llamo a través de los datos que me da el anónimo.

-El anónimo ¿fue la pieza que dio un giro a la búsqueda este verano?

Bueno, el proceso ha tenido más de un momento determinante pero es verdad que a raíz de la llamada de este anónimo todo va más rápido y facilita el encuentro. A principios de julio logro que el Instituto del Menor me dé unos datos que andaba esperando hacía un tiempo. Me dice que mi madre se llama Pilar, que es de un pueblo de Ávila y que tenía cuando yo nací en 1973, 23 años. Enseguida mi abogada, Aurelia Fuentes, me dice que los filtre a los medios de comunicación y así es como el asunto salta también  a agencias y redes sociales, con la fortuna de que lo ve una persona que se pone en contacto el mismo día de la publicación conmigo. Me pide que mantenga el anonimato y me dice que estos datos le encajan perfectamente con una persona que conoce y piensa que puedo ser yo. Él añade que Pilar es de Lanzahita en Ávila y me da su número de móvil y me insiste en que los datos parecen encajar.

-Te pondrías a temblar.

Me pilla justo en el despacho Aurelia y me tiembla la mano y todo y pienso que Dios lo ha puesto en el camino. Pues cojo ahí mismo y llamo y le digo bien claro: -soy  Ana Belén, soy una bebé robada y la llamo porque me han dado su número de móvil a través de un anónimo y me han dicho que usted puede ser mi madre y puede encajar con los datos que tengo y estoy buscando a mi madre-. Imagino que en principio le daría un turruqueque nada más oírme así que me dice que en un rato me llamaba de nuevo. Y así lo hizo y en esa primera llamada confirma fechas pero hay una cifra que no cuadra. El día de mi cumple, 10 de julio, me llama otra vez y me pregunta por el anónimo, yo no puedo decir nada, y me propone que vaya a la clínica Santa Cristina y pida los apellidos. Se nota que ya le había dado tiempo a ir digiriendo las cosas, le daría vueltas y pensaría que podía ser. Yo le había dado hasta nombre de médicos que estuvieron en el parto e insiste – pregunta, pregunta- me repite. Y ahí queda la cosa

-Hasta que hace unos días el Instituto del Menor de Madrid te da más datos.

Mira, las dos teníamos pocas dudas pero… Entonces vuelvo a llamar el pasado miércoles al Instituto del Menor donde trabajan con mucha cautela. El caso es que finalmente me dan sus apellidos y me dicen que si quiero hacerlo por mis medios que lo haga. Ya  con los nuevos datos las cifras coinciden y con los nervios llamo a mi marido que otra vez pone prudencia y  el mismo jueves y ya delante de Aurelia llamo y le digo los apellidos (que ella prefiere por ahora que no salgan completos en la entrevista). Le repito además todos los datos: fecha de ingreso y del parto, hora del nacimiento, peso, nombre del médico... Todo coincidía. Y ya me dijo –yo soy tu madre-. A esta llamada siguieron otras muchas y con muchos nervios y finalmente quedamos el mismo sábado para vernos y me pidió que fuera con mi familia. Ella fue con una amiga.

-¿Eres consciente de que has batido un record?. En menos de un año has pasado de descubrir que eras un bebé robado a encontrarte con tu verdadera madre.

Soy consciente de ello, y con lo difícil que son estos casos yo me siento afortunada y muy orgullosa. Lo digo por mi empeño, mi familia y yo llevamos desde hace meses sin parar y venga por aquí y por ahí. Iba a por todas y sin apenas documentación. No he perdido oportunidad.

-Antes de ese anonimato hay toda una historia que te lleva a descubrir que eres una hija adoptada y después un bebé robado.

Trato de resumir. Muere mi padre en 2010 y a la hora de hacer papeles me encuentro una escritura de adopción. Yo no sabía que mis padres me habían adoptado por muy increíble que parezca pero el tema se queda ahí y no lo hablo con mi madre. Pensé que era una adopción legal. En 2014 muere mi madre y cuando vendemos su casa en 2016 pues nos traemos todos los papeles y ahí se quedan en cajas hasta que poco a poco me pongo a verlos y ordenarlos. Y es cuando me encuentro, en noviembre del año pasado, unos papeles claves. La partida de nacimiento que está cortada en la que veo que mi madre adoptiva, Petra Lucas-Torres, aparece como madre biológica y se han cortado los datos donde se supone que vienen los padres verdaderos. En otra carpeta, veo un certificado que dice que mi madre es estéril. Nada cuadra, todo era un chanchullo. Y además se contradice con las escrituras de adopción que ya teníamos desde hacía años.

-Es entonces cuando tú dices –soy una niña robada-.

Enseguida lo pensé y me vienen  a la cabeza otros recuerdos como las tarjetas de Navidad de sor María, la religiosa implicada en muchos de estos casos, que también encontré entre los papeles o el recuerdo, cuando era pequeña, de ir con mi madre a ver a esta monja a la que le daba un sobre. El médico, Santa Cristina… es todo.

-Empiezas a indagar.

No sé qué hacer y se me ocurre llamar a una amiga, que es Lucía Pariente Jiménez, que está muy relacionada con medios y en general tiene muchos contactos. La llamo le cuento y me pone mucho interés y  enseguida en contacto con la presidenta de la asociación SOS Bebés Robados, Mari Cruz Rodríguez. Aporté los datos y el adn. Me facilita ir a Telecinco y veo una oportunidad en medio de un tema donde todo era oscuro y nadie sabía nada. No me fue fácil ponerme delante de una cámara y contar temas tan personales e íntimos y más con una familia y tres hijos. Era una luz, una salida y había que probar. La asociación me dio algunos datos y unos apellidos con los que trabajamos como locos buscando por todas partes y todos los resultados eran negativos. Eran los apellidos que aparecían en la escritura de adopción, Pardo López, no sacábamos nada en claro. Imagino que fueron igual inventados ¡yo qué sé!

-Necesitabas un abogado.

Sí, es cuando te llamo a ti Laura, que dedicaste tu tiempo para buscar en redes y medios de comunicación, preguntaste a abogados y finalmente me pusiste en contacto con una abogada, Aurelia Fuentes y me pareció  genial. Ya la conocía, sabía que era buena abogada y además vive aquí, en el pueblo, en cualquier momento era accesible y eso para mí era muy importante. Estaba claro que necesitaba un abogado y es con  Aurelia cuando empezamos a poner orden en las vías de búsqueda y trabajo.

-Tres vías.

Sí la de los medios de comunicación que Aurelia me dijo que parecía lo más rápido con máxima difusión; vía judicial, con una demanda de jurisdicción voluntaria e insistir en la vía del Instituto del Menor donde yo ya había llamado en febrero solicitando mis datos de adopción a través de la asociación. Y ya llegamos a julio que es cuando salta la liebre y llega el encuentro con mi madre verdadera.

-Un paréntesis ¿Por qué siempre hablas de buscar a tu madre biológica y no de padre o familia biológica?

Si lo piensas está feo conforme lo decía, -busco a mi madre biológica-. Lo que pasa es que yo me posicionaba como madre y a lo mejor era por eso, por el sentimiento de ser madre y que te quiten un hijo. Pero ya últimamente decía, -busco madre y familia biológica-.

-En el camino has encontrado a mucha gente dispuesta a colaborar.

Sí y son muchos los agradecimientos y te pido que por favor los pongas aunque resulte largo. Están los medios de comunicación con CLMTV y sus programas “Ancha es la Mancha”, noticias del mediodía y “Estando contigo”; la 1 de por las mañanas.  La Tv pública de Castilla y León y el periódico Norte de Castilla. Las emisoras de radios RNE, Onda Cero, Ser… ¡Puff! es que la lista sigue con personas como Lucía Pariente, Mari Cruz de la asociación, Carlos y Raúl, mi prima Mari Paz, mi vecina María, Jose, mi suegra Teresa y mi cuñada María del Mar y mi familia de Alicante que desde el principio me ha apoyado y sigue haciéndolo. Agradecidísima a Aurelia mi abogada y a ti, Laura, por tu tiempo y preocupación. ¡Ah! y a mis amigos… y a uno nuevo que es Luis Miguel, de Albacete, que no ha dejado de llamarme y alegrarse conmigo aún sin conocernos.

-¿Qué te decía la gente cuando te llamaba?

Pues mira de muchas madres que me daban ánimos para seguir adelante y que no lo dejara. Algunas personas que me daban datos que he tenido que descartar por no cuadrar para nada.

-Habrá habido también más de un sinsabor.

Sinsabores y decepciones. Además, te encuentras con sorpresas a la hora de investigar con nombres y apellidos de personas del pueblo bien conocidas en ese tiempo y que en su momento supieron y estuvieron relacionadas con el tema. En el presente hay mucha gente que no lo ha entendido pero deben comprender que yo tengo derecho a buscar y encontrar a mi verdadera madre y saber la verdad. Han puesto en duda siempre que yo fuera robada pero es que ahora no hay duda. Hemos sido prudentes, todos los pasos que hemos dado no han sido gratuitos, teníamos los datos que lo confirmaban. Aquí es verdad, que siempre he contado con la cabeza fría de mi marido frente a mi lógica impulsividad. Nunca nos hemos inventado nada y cuando he hablado es porque sabía lo que decía. En qué cabeza y corazón cabe arrebatar a una madre un hijo recién nacido y con dinero por medio.

-¿Se te ha hecho larga la búsqueda?

Sí, se me ha hecho largo y en momentos me he sentido sola. Siempre he tenido mucha fe y he creído desde el principio en mi corazón y pensamiento que iba a encontrarlo.

-¿Y ahora qué piensas de tus padres adoptivos?

Rencor no les guardo, no soy persona rencorosa. Si ahora mismo vivieran y los tuviera delante les pediría explicaciones. Por qué han hecho esto conmigo y una madre. Cómo tenían tanta necesidad de un hijo habiendo medios legales. Ellos me han dado todo lo que necesitaba y más pero esto… En mi cabeza y corazón no cabe como una persona puede llegar a arrebatar a una madre su hija recién nacida. Ellos sabían lo que hacían. Cómo mis padres han podido vivir con este silencio.

-¿Qué has aprendido?

Muchas cosas y me quedo con las alegrías frente a las decepciones.

-¿Qué le dices a la gente que está en tu situación?

Pues que busquen y que no se queden parados. Que no paren de buscar y que en el momento menos esperado salta la liebre.

-¿Y a la administración de justicia?

Que den salida a todos estos casos con rapidez, que le den la importancia que tienen porque el tiempo pasa. Estas cosas no pueden esperar y no pueden prescribir. Esto lo tienen apartado. Esto es un delito.

-¿Ahora qué?

Pues lo que te decía en un principio. Me he encontrado que tengo madre y padre y dos hermanos  y ahora a recuperar el tiempo perdido al máximo. También necesito tiempo para colocar los sentimientos en su sitio porque tengo mucho dolor metido dentro.

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