Alcázar de San Juan rinde homenaje a su molinero

El sábado 6 de octubre, Domingo Alberca Muñoz participó en los Almuerzos de don Quijote organizados por la Sociedad Cervantina de Alcázar. En sus últimas investigaciones –que pronto hará públicas- asegura haber encontrado pruebas documentales de que Miguel de Cervantes fue alcabalero en la Mancha

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha rendido un reconocimiento al criptanense Domingo Alberca, el restaurador del molino Fierabrás, el único de los que se conservan en Alcázar que mantiene en funcionamiento su maquinaria y que realiza moliendas en determinadas ocasiones al año, como en el solsticio de verano.

Alberca que comenzó a leer de forma masiva a los siete años,  y leyó con pasión todo lo que cayó en sus manos (como reconoce haber hecho el propio Cervantes), acostumbraba a leer en voz alta a sus mayores las noticias de los diarios, mientras ellos escuchaban con atención (como también solía hacerse en la época de la escritura del Quijote), afirmó poseer una gran y variada biblioteca donde no falta casi nada de lo publicado por y sobre Miguel de Cervantes; también  especialmente sobre los molinos, su origen, historia y técnicas de construcción, campo en el que además de un experto constructor de sus maquinarias, es un verdadero erudito.

Domingo Alberca  contó a los miembros de la Sociedad Cervantina, cómo se ha dedicado, hasta hace muy pocos años, a la construcción de la maquinaria de los molinos de todos los tipos: de viento, hidráulicos y de  mareas, por toda la geografía española:  La Mancha, Andalucía, Levante (de múltiples palos con velas latinas) y en Cataluña,  donde reconoció que en esa comunidad autónoma se protege y cuida el patrimonio industrial como en ninguna.

En la visita al cerro de San Antón, donde están los molinos Rocinante, Dulcinea, Barcelona y Fierabrás, Alberca recordó la época en la que su equipo y él restauraron con una maquinaria nueva, fiel a las utilizadas en el siglo XVI, el molino Fierabrás,  y le causó gran satisfacción comprobar que se encuentra todavía en perfecto funcionamiento, excepto el alivio de la piedra volandera que no estaba debidamente ajustado.

Como todo buen maestro  se emocionó al comprobar que su criatura se encuentra bien cuidada, a pesar de los años trascurridos desde su restauración y puesta en servicio, teniendo en cuenta que los molinos son ingenios que necesitan de un continuo mantenimiento.

En lo que respecta a Cervantes y su vida, Alberca mostró a los cervantinos alcazareños su ingente trabajo recopilatorio que ha logrado reunir de sus continuadas investigaciones por todos los archivos españoles y que constituyen una colección de datos de gran valor  en la que ha gastado media vida.

Merced a esa cuantiosa recopilación de datos, ha podido ir escribiendo artículos sobre la vida y obra de Cervantes, como por ejemplo el número especial de la revista El Albaicín Criptano que está dedicado por entero a la vida del escritor desde el nacimiento hasta su muerte.

Piensa que Cervantes utilizó un espacio geográfico que conocía muy bien para situar en él las aventuras de don Quijote y Sancho Panza, y ello a pesar de que no hay documentos que puedan situar a Miguel de Cervantes en la Mancha o al menos documentar su estancia en esta comarca en la que se desarrollan  la mayoría de las aventuras del Quijote. Sin embargo, Domingo Alberca adelantó durante el almuerzo que se encuentra trabajando sobre este tema y que en breve publicará un trabajo que relacionará a Miguel de Cervantes con la Mancha, ya que según dijo ha encontrado pruebas documentales de que el  escritor inmortal estuvo en esta comarca como alcabalero.

Tras varias horas de animada y fructífera conversación los socios de la Sociedad Cervantina  alcazareña agradecieron a Domingo Alberca su visita y lo emplazaron a que pronto vuelva a contarles lo relativo a ese trabajo que documenta la presencia de Miguel de Cervantes en esta tierra.

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