“Cargada de espaldas, de amores, de años y de Gloria. Ahí queda, La Fuertes”. Así resumió una vida entera la poeta española en su epitafio. Una vida que comenzó en 1917, en el barrio madrileño de Lavapiés, y finalizó en 1998 después de haberse convertido en la poeta más querida por los niños y niñas españoles. Nadie como Gloria Fuertes supo captar la esencia de lo sencillo y la elegancia de lo poético; haciendo popular el arte. Una poeta de posguerra, que no tuvo una vida fácil, y que nunca renunció ni a su identidad, ni a vivir la vida a su manera.
Con esta tarjeta de presentación, a la que se suma una puesta en escena que bebe de las aguas del vodevil, salpicada de canciones populares que van de la copla al cuplé, pasando por los boleros o temas del repertorio de Chavela Vargas, Violeta Parra y Mercedes Sosa; el espectáculo organizado con motivo del 25N atrajo hasta el Museo Municipal de Alcázar a numeroso público que disfrutó de la interpretación de Gloria Albalate, Melina Liapi y Angie Martín.
La alcaldesa alcazareña, Rosa Melchor, y el concejal de Igualdad, Mariano Cuartero, se acercaron hasta el museo y pusieron en valor el ejemplo de Gloria Fuertes que, pese a las dificultades con la que se encontró en los tiempos que le tocó vivir “demostró que una mujer puede vivir a su manera”, apuntó la primera edil que recalcó que, a lo largo de la historia, la mujer ha vivido siglos oprimida y, aún hoy, en el Siglo XXI, “no estamos exentas de dificultades. La prueba está en el elevado número de víctimas de violencia que sigue habiendo. Mujeres que son asesinadas a manos de sus parejas o de otros hombres. Queda muchísimo por hacer. Tenemos que seguir trabajando por concienciarnos y no bajar la guardia. La violencia contra la mujer no se erradicará hasta que no consigamos la igualdad plena entre hombres y mujeres”.
