ELABORADOS EN EL HORNO DE ESPINOSA DURANTE SIETE TARDES

La Parroquia de Santa María pondrá a la venta el día 3 cerca de 5.800 bolsas de rosquillos de San Blas

El horno de Espinosa en Alcázar de San Juan acoge en estos días a un grupo de voluntarias de la ciudad (llegadas de todo Alcázar) encargadas de elaborar los tradicionales rosquillos de San Blas, que sólo se venden el día 3 de febrero, después de ser bendecidos, y que en esta ocasión, tras siete tardes (terminan este miércoles) se pondrán a la venta un total de 5.800 bolsas de diez rosquillos cada una, es decir, 58.000 rosquillos, que sólo se elaboran en estas fechas en el horno de Espinosa desde hace muchos años, tal como ha señalado el responsable del mismo, Quintiliano Avilés Espinosa.

Y es que, como manda la tradición, desde hace mucho tiempo, durante los días previos a la festividad de San Blas, se elaboran los tradicionales rosquillos de San Blas, que posteriormente se venden en un local junto a la Sacristía de la Parroquia de Santa María de Alcázar de San Juan.  Según ha explicado a El Semanal uno de los voluntarios y el encargado de la masa, Luciano Mazuecos, este año se van a hacer un total de 74 masas de 35 kilos cada una. Las bolsas de rosquillos se venderán al precio de tres euros, y la recaudación irá destinada al mantenimiento de la Parroquia. 

Estos rosquillos se están elaborando con 1.200 kilos de harina, materia prima que pone a disposición de las voluntarias la Parroquia y que se elaboran, según las participantes, con harina, azúcar, vino, anís, ralladura de limón la recete particular de Mazuecos. Además de las voluntarias en el horno de Espinosa,  hay más  voluntarios que se encargan de embolsar los rosquillos en la Parroquia. Las bolsas de rosquillos se venderán el día 3 en la zona de la Sacristía, desde la nueve de la mañana y hasta que se acaben.

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