ENCUENTROS EN LA CASTELAR

Hoy con Javier Benezet Mazuecos (Doctor en Medicina.Cardiólogo)

Por Antonio Leal Giménez

Nació un lunes 16 de Abril de 1979 en la calle Doctor Mazuecos, en la clínica que fundó su bisabuelo, el Dr. D. Rafael Mazuecos Pérez-Pastor viendo las primeras luces de este mundo en las manos de su abuelo y padrino, el ginecólogo Don Rafael Mazuecos Lefort. Fue alumno del colegio de los Marianistas en Ciudad Real desde preparatorio hasta la finalización del bachillerato superior. Hizo la carrera de Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid y se especializó en Cardiología en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, compartiendo idéntica especialidad que su padre el Dr. Don Juan María Benezet Peñaranda y que su hermano mayor Juan Benezet Mazuecos. En el año 2011 defendió su tesis doctoral en la Universidad de Sevilla, titulada: “Resultados a largo plazo del intervencionismo coronario percutáneo con Stents Liberadores de fármacos sobre el tronco coronario común izquierdo no protegido” obteniendo la calificación de sobresaliente cum laude y premio a la mejor tesis doctoral otorgado por el Ilustre Colegio de Médicos de Sevilla. Actualmente trabaja como Cardiólogo Hemodinamista en el Hospital de Jerez de la Frontera, tras haber pasado por otros hospitales como el Virgen del Rocío de Sevilla o el Hospital de Ciudad Real.  Manchego hasta la médula, desde muy joven asumió muchas de las palabras de su bisabuelo Don Rafael, entre ellas las siguientes referidas al comportamiento humano “Hay una ética en el banquero, en el soldado, hasta en la prostituta, pero la auténtica moral es no hacer nunca daño al prójimo”. Javier nos contesta con delicadeza, minuciosamente, describiendo cada palabra e interesándose por todo lo relacionado con su pueblo.

Es ese médico que queremos para nosotros o para nuestros seres queridos en caso de una enfermedad. Recientemente he leído en un periódico lo que un paciente suyo publicó: “Dios lo bendiga por la buena labor que hace”. Para cumplir a cabalidad su papel de médico no le basta con tener el conocimiento científico para enfrentarse la enfermedad; tiene los conocimientos, la habilidad y la disposición para prestar una ayuda integral al enfermo que sufre. Posee una personalidad doble; la del científico respecto a la enfermedad y el humanístico y compasivo respecto al paciente. Entiende la práctica de la medicina como un arte, no un oficio, y como una vocación no un trabajo; una vocación en la cual su corazón tiene que ejercitarse tanto como su cabeza.

Posee una mente analítica, una sed insaciable por nuevos conocimientos y una profunda solidaridad con los que sufren. Su esfuerzo continuado de toda la vida a mantener actualizados los conocimientos médicos, la habilidad clínica y la capacidad de trabajar en grupo para prestar un servicio de excelente calidad, forman parte de su manera de ser. Es autor de numerosos artículos científicos y conferenciante habitual en Congresos de Cardiología a nivel nacional e internacional. Inspira confianza, no sólo en relación con sus conocimientos y experiencia, sino también en su actitud tranquila ante el paciente y la familia y que no se molesta por las preguntas que se le hagan, por muy disparatadas que parezcan. Es educado en sus modales; sencillo, nunca arrogante. Su objetivo último de la sociedad es mejorar la salud cardiovascular de sus pacientes. Se siente totalmente alcazareño. Es un apasionado de la tauromaquia, ejerciendo muchas veces de aficionado practico y un amante del tenis deporte que practica y en el que compite cuando su trabajo se lo permite.

Nos trasladamos a las puertas de la antigua “Fortuna”, frente al cine Alcázar y desde allí haremos un recorrido por lugares tan representativos como: La Antigua Casa de Socorro y la Clínica Mazuecos.

PREGUNTA: Recordar nuestro pasado es sano si sirve para vernos tal y como somos hoy. ¿Podrías mencionar algunos de tus recuerdos más significativos de aquellos años pasados antes de ir a la universidad? ¿Qué te ha aportado el haber nacido en Alcázar de San Juan para llegar a ser un prestigioso cardiólogo?

RESPUESTA: Nosotros vivimos primero en Madrid y luego en Ciudad Real por los destinos de mi padre. Somos cuatro hermanos. Casi todos los fines de semana estábamos en Alcázar porque mi padre pasaba consulta en la Clínica Mazuecos y nos quedábamos en casa de mis abuelos que está casi enfrente de donde estuvo la clínica. Mi abuela Rosa Labadía fue alguien muy especial para mí. Fue todo un ejemplo de madre y mujer manchega. Estábamos deseando que llegase el final de la semana para estar allí y jugar con los primos. El verano, las Navidades… somos una familia amplia y se vivían con intensidad y los recuerdos perduran. Recuerdo caminar ansioso por la Castelar para comprar chucherías y sobres con soldados en la Fortuna, esa mítica tienda que endulzo tanto la vida de los niños alcazareños. Los helados de Eloy y sus castañas en invierno. Las pizzas de las Cancelas. El Bar de Paco o el restaurante La Mancha. La farmacia de Perucho para visitar a Gregorio y a Mari tan amigos de mis abuelos. Los cines Alcázar y Crisfel. Ir a la compra a Ortega, Pablo Fuentes o la Rosa. Y también Mata, Escudero y tantos comercios que son o fueron parte de la historia de nuestro pueblo, como la gaseosa de la Prospe.

Alcázar de San Juan siempre fue cuna de grandes médicos a lo largo de la historia. Nacer en Alcázar, en el corazón de la Mancha, y compartir con ellos esta bendita profesión es sin duda un motivo de orgullo. Alcázar, me imagino que como a ellos vive en mi mente, navega en mi palabra y me late en el corazón.

P. Generalmente durante la niñez y la adolescencia se perfilan los gustos de lo que será una profesión en el adulto ¿Eres la norma o la excepción? ¿Por qué estudiaste medicina y al terminar elegiste la especialidad de cardiología?

R. Ante estas preguntas se alzan en mis muchos sentimientos encontrados. Me vienen imágenes de mi niñez con mis primos jugando en los jardines de la Clínica Mazuecos cuando estaba a pleno rendimiento. Entrar en ella y ver a mi padre, a mis tíos, a mis tíos abuelos atendiendo a sus pacientes. A la comunidad de religiosas que vivían allí y hacían las labores de enfermería, verdaderos ángeles en la tierra. Y a mi bisabuelo Rafael al que pude conocer pues falleció en 1988 y conservó hasta el final, su lucidez, su sabiduría y su capacidad de trabajo. En este ambiente parece sencillo entender por qué estudie medicina. Pues no fue fácil para mí. El tener en casa a tantos buenos ejemplos de médicos, que se entregaban a su profesión en cuerpo y alma, y sentir como sus pacientes los querían en el duro camino compartido de la enfermedad, hacía que para mí por un lado no fuese fácil seguir su estela. Yo no quería ser médico y no estar a la altura de lo que mis ojos de niño veían en ellos, para eso prefería dedicarme a otra cosa. Al final me dije a mi mismo que sí y aquí estamos. Soy feliz con lo que hago por lo que creo que no me equivoqué. Una vez terminada la carrera y aprobado el MIR opte por hacer Cardiología. Además de tener grandísimos Cardiólogos al lado como mi padre y mi hermano, durante la carrera tuve grandes profesores en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid que me enseñaron a querer esta especialidad y creo que, aunque todas las especialidades son importantes, estas cosas me llevaron a elegirla.

P. ¿Qué aprendes de tu bisabuelo en el plano humanístico? ¿Qué te aporta leer su obra “Hombres, lugares y cosas de La Mancha”? ¿Alguna vez cogerás el coche con toda tu familia y te vendrás a tu destierro forzoso en tu pueblo natal?

R. Como he dicho tuve la suerte de conocerle. Me causaba muchísimo respeto: entrar en su despacho o en su inmensa biblioteca y verlo allí conversando con todos los que iban a verle, o leyendo y estudiando cuando ya había pasado de los 85 años. Recuerdo que él me regalaba sellos. La obra de mi bisabuelo fue para y por Alcázar. El comprendió que en esta vida estamos de paso y quiso dejar un mundo mejor que el que encontró al nacer. Su legado y su historia están ahí para el que le interese conocer mejor su pueblo. Su vida es apasionante y creo que aún queda un libro para contarla porque además coincide con etapas clave del desarrollo de Alcázar. Yo me he empapado los tomos de  “Hombres, lugares y cosas de La Mancha”. Si hoy lo tuviese delante le haría muchísimas preguntas y seguro que estaríamos horas y horas charlando, como hacía él con tantas personas de tantos ámbitos distintos y culturas tan diversas, que se acercaban a verle a su Clínica.

La vida da muchas vueltas y jamás pensamos ni firmamos donde estaremos mañana este es un mundo de vértigo. Sólo sé que donde este, llevare dentro de mi tierra y también sé que si algún día el destino me trae de vuelta seré feliz. Cada vez que vengo a Alcázar disfruto mucho y además la vida ha seguido regalándome momentos bonitos compartidos con grandes amigos de mi pueblo, como Diego Ortega, Josacho Ropero, Javier Perucho, Aníbal Ruiz  y  Oscar Gallego, entre otros.

P.  En el léxico de El Quijote, no faltan citas al corazón: De corde exeunt cogitationes malae (“Los malos pensamientos proceden del corazón”). En los dos tomos que integran las aventuras de Alonso Quijano hay 281 términos médicos que aparecen unas 4.226 veces. ¿Consideras que  El Quijote, es el gran corazón de la cultura humanista? ¿Es cierto que leyendo el Quijote se aprende medicina y se pueden prevenir enfermedades relacionadas con el corazón?

R.  Miguel de Cervantes nos dejó una joya para la eternidad. El Quijote es patrimonio del sentir de nuestra tierra. Entre muchas cosas podemos ver que aunque las épocas pasan, las grandezas y las vilezas del ser humano son comunes a las descritas en él. El idealismo, la bendita locura y  la pureza frente al sentido común, el sosiego, el conformismo. El Quijote nos deja sentencias maravillosas, hay una que tengo muy presente y es la de: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los Cielos; con ella no puede igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”.

Cervantes siempre reflejo un cierto interés y conocimiento por los temas médicos Su padre, Rodrigo de Cervantes, al parecer fue cirujano. En el Quijote hay muchas alusiones a síntomas y signos de diversas patologías. Por ejemplo, a la importancia del pulso, como indicio de enfermedad se hace alusión en el capítulo 10 de la segunda parte: "… Que allí está hecho piedra mármol, todo turbado y sin pulsos." Por otro lado y aquí cualquier especialista en psiquiatría puede hablar, mucho más que yo, describe perfectamente el trastorno delirante de ideas persistentes en la figura de Don Quijote.

P. ¿Cuáles son las preocupaciones más habituales en pleno siglo XXI para un cardiólogo?

R. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en nuestro país (casi 120.000 fallecimientos/año), pero además va en aumento la cronicidad, discapacidad, dependencia y fragilidad que estas conllevan, una situación que es un reto para la sostenibilidad de nuestro  Sistema Nacional de Salud (SNS). Muchas de nuestras preocupaciones como colectivo se relacionan en cómo se está gestionando la sanidad. A pesar de la extrema importancia de las cardiopatías, España se sitúa en el rango inferior en la disponibilidad de cardiólogos entre los países europeos. Además  los salarios de los médicos españoles están entre los más bajos de los países de la Unión Europea, existiendo notables diferencias retributivas entre Comunidades Autónomas. Mejorar la estabilidad laboral de los especialistas resulta esencial. Por otro lado el que el futuro camino de la Cardiología en nuestro país sea el acertado pienso que dependerá de si se apuesta firmemente  por una de las piedras angulares del conocimiento: la Investigación. La Cardiología ha sabido como pocas disciplinas médicas aprovecharse de la Investigación.

P. ¿Cuáles son los principales factores de riesgo para desarrollar una enfermedad cardiovascular?  ¿Cuáles son los errores que cometemos habitualmente y que peor le sientan a nuestro corazón?

R. Los factores de riesgo cardiovascular son aquellos que cuando están presentes en una persona se asocian a una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular. Algunos factores de riesgo pueden ser controlados y modificados  reduciendo apreciablemente el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón y otros como la edad o la herencia genética no. Entre los principales factores de riesgo modificables estarían el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión, la hipercolesterolemia, la obesidad o la inactividad física. De los grandes errores que vemos en nuestro día a día en nuestros pacientes esta sin duda el tabaco. Los fumadores tienen tres veces más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular que el resto de la población.  Otro error es tener un mal hábito alimenticio La dieta que más beneficios produce a nivel cardiovascular es la dieta mediterránea. Es muy importante a su vez la adopción de un estilo de vida que incluya la práctica de ejercicio físico regularmente.

P. ¿Qué es un infarto agudo de miocardio? ¿Cuáles son sus síntomas?

R. El infarto de miocardio es una situación urgente que conlleva una mortalidad elevada, y que consiste en la obstrucción brusca del paso de sangre a lo largo de una arteria coronaria con la subsiguiente muerte del musculo cardiaco que es irrigado por dicha arteria. Es la principal causa de muerte de hombres y mujeres en todo el mundo. Se reconoce por la aparición brusca de los síntomas característicos: dolor intenso opresivo normalmente en el pecho, sensación de malestar general, mareo, náuseas y sudoración. El dolor puede extenderse al brazo izquierdo, a la mandíbula, al hombro, a la espalda o al cuello. Otras veces desgraciadamente debuta como muerte súbita. En la mayoría de los casos los cardiólogos hemodinamistas realizamos un cateterismo cardiaco urgente para desobstruir rápidamente la arteria que se ha cerrado y salvar en muchos casos la vida de nuestros pacientes.

P. ¿Qué es un cateterismo cardiaco? ¿Qué son los stent liberadores de fármacos antiproliferativos?  

R. El cateterismo cardiaco es un procedimiento invasivo programado o urgente que consiste en la introducción de unos catéteres que se llevan hasta el corazón para valorar la anatomía del mismo y de las arterias coronarias, así como para ver la función del corazón. El cateterismo se realiza en el laboratorio de Hemodinámica. Tras valorar las arterias coronarias están pueden tener lesiones obstructivas ateroescleróticas, con una reducción significativa de su calibre y son en estos casos cuando los cardiólogos intervencionistas tratamos dichas lesiones con el implante de stents liberadores de fármacos que son dispositivos con forma de muelle que ayudan a corregir el estrechamiento de las arterias adaptándose a sus paredes y las mantiene abiertas una vez colocados. Para ello se realiza el inflando de un ‘balón’ que despliega la estructura metálica en la zona de lesión. Los stents llevan incorporados un fármaco que actúa limitando el exceso de crecimiento de tejido dentro de la arteria manteniendo su permeabilidad a largo plazo.

P. ¿Quién puede sufrir una muerte súbita? ¿Qué protocolo se sigue en este último caso? ¿Crees que la sociedad está poco concienciada sobre la muerte súbita? ¿Cómo valoras la presencia de desfibriladores en España?

R. La muerte súbita es la aparición repentina e inesperada de una parada cardiaca en una persona que aparentemente se encuentra sana y en buen estado. Su principal causa es una arritmia cardiaca llamada fibrilación ventricular, que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada, por lo que deja de latir. La víctima de muerte súbita si no recibe atención inmediata, la consecuencia es el fallecimiento al cabo de unos minutos. En personas mayores de 35 años, la causa más frecuente es el infarto agudo de miocardio. En las personas jóvenes suele estar relacionada con enfermedades cardiacas previas que pueden afectar tanto al músculo del corazón (miocardiopatías), como a la actividad eléctrica del mismo.

Es muy importante iniciar rápidamente las medidas de reanimación cardiopulmonar y el acceso rápido a un dispositivo de desfibrilación para cesar la arritmia. En nuestro país, la regulación en el uso de los desfibriladores externos ha quedado en manos de las Comunidades Autónomas y debemos exigir que obliguen a instalar estos equipos en espacios públicos ya que no todas lo hacen actualmente. Los lugares donde son más frecuentes son puntos como centros comerciales, aeropuertos o estaciones de viajeros. Afortunadamente, los últimos decretos  van en la buena dirección favoreciendo y fomentando el uso  de los mismos  y además es muy importante que se fomente la enseñanza de las medidas de reanimación cardiopulmonar en las escuelas, entre policías, funcionarios públicos, vecinos que tengan interés en aprender, entrenadores…

P.  Escuchar que una persona aparentemente saludable con una vida activa sufrió un infarto agudo de miocardio es  bastante impactante ¿Cómo alguien que está en esta situación puede afrontar mejor su vida posterior?

R. Tras sufrir un infarto de miocardio el paciente además de conocer las características de su enfermedad y el tratamiento pautado debe adaptarse a esta nueva situación modificando su estilo de vida (por ejemplo abandono del tabaco, seguir una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico, etc.). Para ello se ha desarrollado dentro de la Cardiología el programa de Rehabilitación Cardiaca .Se trata de un programa multidisciplinar asistencial mediante el cual el paciente aprende a controlar los factores de riesgo y se somete a un entrenamiento físico y psicológico específico para volver a llevar una vida normal. Los pacientes que siguen este tipo de rehabilitación reducen entre un 20 y un 30 por ciento la mortalidad por enfermedad cardiaca. Se trata de programas personalizados para cada paciente y deben estar dirigidos por un especialista cardiólogo. Es esencial su presencia en los Servicios de Cardiología de nuestro país.

P. Como despedida ¿Qué les dirías a los jóvenes de nuestro pueblo que tienen intención de estudiar Medicina?

R. La Medicina permite ayudar a los demás en el plano científico, actuando contra las enfermedades, previniéndolas, investigándolas, lo cual es apasionante. No es muy complicado ser científico, se trata de estudiar duro y aprender de las lecciones de los maestros y de los pacientes. Pero además hay que saber ponerse en el lugar del paciente, de sus circunstancias. El buen médico trata la enfermedad; el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad. No puede ser como decía Bernard Lown, el prestigioso cardiólogo y premio Nobel: “La sangre del paciente va camino del laboratorio antes de terminar de hablar con él y mucho antes de ponerle una mano encima”. Es vital aprovecharse de las enormes ventajas que ofrece la tecnología, pero siempre manteniendo la cercanía y el contacto con el enfermo. No hay nada más bonito que recibir el cariño y la admiración de nuestros pacientes.

Más en Entrevistas
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement