El junco churrero, el hinojo, el tomillo, el árnica, el pedo de lobo, la salsola o el cenizo, fueron algunas de las plantas silvestres que los usuarios del Centro de Mayores de Alcázar de San Juan pudieron ver, oler y tocar; al tiempo que descubrían algunas curiosidades acerca de su uso y recordaban anécdotas populares en torno a estas plantas autóctonas. Un taller de botánica, dirigido por el técnico de medio ambiente Pablo Pichaco, que sirvió para intercambiar conocimientos con los mayores alcazareños.
La alcaldesa de la localidad, Rosa Melchor, se acercó por el centro acompañada del concejal de Cultura y Educación, Mariano Cuartero y la tercera teniente de alcalde, Amparo Bremard, para disfrutar de esta didáctica actividad. Tuvieron la ocasión de aprender curiosidades como que las cenizas de la salsola o barrilla se utilizaban para lavar la ropa, echando agua hervida con un colador (de ahí la frase hacer la colada); que el pedo de lobo (zullo de lobo lo llamó una de las señoras asistentes) –una planta que sirve para curar las heridas- revela por su nombre que este animal vivió en la localidad hasta los años 40 del pasado siglo XX; o que tener cenizo deriva de la planta de este mismo nombre que invadía los campos de avena, haciendo que se perdiera la cosecha. En definitiva, detalles de la cultura popular que aportan valor al conocimiento botánico y a la historia natural alcazareña.