“”Las uvas no están maduras””

Por Rosario del Olmo Sánchez. Profesora de orientación educativa.

“Es voz común que a más del mediodía

En ayunas la zorra iba cazando;

halla una parra, quédase mirando

de la alta vid el fruto que pendía…

“Miró, saltó y anduvo en probaduras,

Pero vio el imposible ya de fijo.

Entonces fue cuando la zorra dijo:

‘No las quiero comer, no están maduras’.

                 (FÁBULA ORIGINAL “LA ZORRA  LAS UVAS”:

                 FÉLIX MARÍA DE SAMANIEGO, 1745-1801)

1. ¿Y Cualquier tiempo pasado quizá haya sido mejor…?

Completaba aquel buen día de mediados de los años setenta ese respetable Bachiller Superior y también el denominado Curso de Orientación Universitaria (C.O.U.), que la persistente Ley General de Educación de 1970, por entonces en marcha, nos otorgaba a todos/as  los/as  estudiantes del Distrito Universitario al que perteneciera el Instituto de Enseñanza Media en su caso. Esos primeros años de preparación universitaria destilaban brumas de incertidumbre, entre un árido paisaje vocacional, abriéndose camino a trompicones, y a pesar de turbulencias sociales, de desentendimiento político y grietas culturales.  Se tendría que preguntar con indiscreción a la estudiante universitaria de finales de los años setenta, que  aguantaba las brumas del saber académico inestable, y los chaparrones de la inseguridad laboral, “¿qué haces tú aquí, terminando de crecer sin la atenta tutela de tus padres, tu familia y algunas amistades, residiendo por largas temporadas lejos  de tu pueblo manchego de nacimiento?”... No se lleva un cartel en la espalda, aunque sí hay gentes que se jactan de ser vino añejo y parecen entendidos del bien y del mal, aunque luego están recién caídos de pámpana verde.

2. ¿Es una memoria humana fiel y recuperando su pasado?:

La estudiante es probable que respondiera - “me marchaba de aquel pueblo anclado claramente en la espartana vida rural, que todavía atravesaba su pausada transición desde los carros tirados por animales de labor, hasta ir alcanzando la utilización habitual de tractores y otra diversa maquinaria de explotación vitivinícola por ejemplo”-…Y todavía, esta recién emigrada universitaria, llegaba a tiempo de colaborar en las recolectas de vendimias de aquellos últimos años de finales de los setenta y principios de los ochenta, es decir como otros/otras jóvenes que cooperaban en el mantenimiento familiar, y sin embargo no por ello desdibujaban el horizonte de su elección futura profesional, seguían marcando su huella de identidad.

Pero, ¿qué ha sido de los malos humos de gañanes de buen porte y altos vuelos, que a su guisa renegaban de los hijos de otros paisanos, acechaban a otras jóvenes -con más saña si eran las hijas de sus otros convecinos-; o que observaban de reojo el bien labrado ajeno de quiénes elegían el camino del estudio, prodigándoles malos augurios? Pero, a su sazón se precipitaban hacia promesas con fortuna, o bien de frenética inserción en el mercado laboral sin releer la letra pequeña.

  

Y fíjate què nuevos tiempos europeos nos acompañan, pues los descendientes de esos proletarios de antaño, vienen a engrosar las estadísticas de creciente población estudiantil universitaria, precisamente a la usanza española y si consultamos las fuentes oficiales (Ministerio de Educación y Formación Profesional. Panorama de la Educación: Indicadores de la OCDE, 2018, Informe español, Madrid. Punto 1.2- movilidad educativa intergeneracional), ir a la página 13:

  

““En España, más de la mitad de los adultos (25- 64 años) cuyos padres no alcanzaron la Educación Secundaria Superior, tampoco han alcanzado ese nivel de estudios. Por el contrario una cuarta parte de ellos han obtenido titulación en Educación Terciaria… “”En España no existe movilidad educativa intergeneracional para un 55% de los adultos cuyos padres no alcanzaron la Educación Secundaria Superior, en comparación con la media de la OCDE (países que integran el mundo occidental, tanto de Europa como de América), que es del 37%. Por el contrario, casi una cuarta parte de ellos, el 24`4% consiguen titular en Educación Terciaria en España, frente al 31% de la OCDE””.   

3. El uso del ocio y las costumbres relajadas.

Quiero recordar y al hilo de aquestas meditaciones, que me interesaba y he aprendido de E. Erikson (1902,Dinamarca- 1994, EE.UU.), quien nos guía con sus reflexiones para comprender esa transición entre adolescencia y juventud adulta que se perpetúa entre sociedades de desarrollo económico, cultural y de señas occidentales, por lo que designa como moratoria psicosocial y que se refiere a la dilatación de ciclo evolutivo para la dedicación al tiempo libre, que prepara para afrontar sucesivas crisis de identidad en el devenir hacia la madurez de la especie humana.

  

Si acaso es cierto que en nidos de hogaño no habitan pájaros de antaño, también es cierto que el uso del tiempo libre se degenera al amparo y descrédito de la conquista de libertades públicas por el pueblo llano. Pululan muchedumbres de gestos obscenos, exhibición del pendoneo, que acecha tras las esquinas, las plazas, las ventanicas de algunos decentes parroquianos, a  quiénes nadie se atrevería a reprocharles sus feos modales solapados. Se nota la golosa manera de rebuscar entre supuestas calamidades contra esas ciudadanas que rompen patrones culturales de familia perfecta.

Así que, la intriga se está cebando en torno a ciertas mujeres independientes que usan la calle, los viajes, las tiendas, las oficinas, el abrirse paso entre la muchedumbre, para forjarse un porvenir, un proyecto de vida profesional, una existencia honesta y en que se respire hondo mirando al frente con la cabeza bien alta. Se nota a raudales cómo las matriarcas del pueblo escuchan y ven, según quieren fabricarse un estatus moral a medida, cooperando en ese turbulento juego de malicia callejera ¿tal vez es que buscan atracción de feria enjuiciando como gente rara ante la aparición de quien les choca? Se mira por encima del hombro a esos otros transeúntes que no pertenecen a su maravilloso clan de favoritos.

4. Más vale hacerse cabeza de ratón que no cola de león:

Los términos de una carrera y la consecuente obtención del título universitario de licenciatura para esta  estudiante que ha proseguido su proyecto, a pesar de tanta zancadilla, ensombrecimiento a su entusiamo, alboreaba en los comienzos de la década de los ochenta. Atrás le quedaba ya el escenario camuflado de las aulas respondonas, que acarreaban para hacer bulto los piquetes de diferentes gropúsculos, piquetes de oposición de  diversos emblemas de izquierda, remando contra corriente para derribar valores políticos que se estaban quedando caducos. ¡Y qué ingenuidad, esos valores caducos continúan subterfugiamente operando bajo cuerda…!

  

Asistimos a una moda de preservar la salud mental de los trabajadores de la enseñanza, y se está aventando la broza antes que cultivar el grano… Me pregunto:“”¿Estamos ante aficionados a la psiquiatría y proveedores de clientes potenciales  que están haciendo su agosto etiquetando a pensadores con iniciativa cuando el entorno de los Centros educativos es un orden fosilizado?...”” …””¿O es que se camuflan como espectadores impasibles ante el montaje selectivo que recurre a la facilona artimaña de sembrar dudas respecto del equilibrio mental de cierto/a profesor/a, tal vez porque estorba por su peculiar personalidad, tal vez porque el efecto de su aportación laboral es vulnerable de fiscalizar, cuestionar su credibilidad ante la comunidad que se desarrolle…?””.

  

Se detecta la turbia maquinación que sonsaca registros forenses sobre la salud mental y su oficiosa relación con el qué dirán de ser competente o productivo, es como una carta blanca, y tan fácil de generar desconfianza hacia el buen hacer y capacidad de tal o cual trabajador/a de la docencia, también de otros sectores profesionales en que la responsabilidad, la toma de decisiones se ha de sopesar con ética, técnica, formación continua (sanidad, medios de comunicación, administración, industria, etc) . Esta evaluación para mejorar la calidad sólo funcionaría con ética en transparentes condiciones, que debería ejercerse por personal bien especializado en el control, selección de recursos humanos para el mundo laboral, público y privado.

Resulta anacrónico evaluar la competencia profesional de trabajadores cualificados, titulados con experiencia en su campo, desde puntos de mira, lentes de claroscuro, criterios caducos, y auriculares contaminados de prejuicios reaccionarios. En medio de este clima de convivencia escolar haciendo leña del árbol caído, se alza un coro de voces airadas con sed de cobrarse frustraciones y agravios de casta social, clan familiar que aguarda recolocarse. Y además,  aprovechando el riachuelo revuelto, emergen otros recién estrenados titulados universitarios que no  gastan paciencia para ponerse a la cola, pues se merecen buenos puestos a la mayor brevedad, y desbancando a otros/as docentes veteranos que no fueron suficientemente despabilados/as para lograr en su plazo temprano, cuando eran más jóvenes, el puesto de funcionario de carrera, sino que han permanecido campeando el temporal y con la ruda y experimentada barcaza de la interinidad.

5. ¿Y acaso no es tentador manejar con discreta mano izquierda ese currículum oculto, para quien conduce el  timón?

A saber cómo se protocolariza ese agravio de un profesional universitario que de buena tinta se ha forjado su lenguaje específico, pero no se aviene a rebajarse ante un público que se siente más cómodo con la habilidad del chisme a la castiza, y le ofende tanto lenguaje culto especializado. A lo mejor se tendría que protocolarizar inspirando criterios de calidad docente- no se les había ocurrido todavía-, por maniobra del currículum oculto. Pero, consultemos referencias hechas públicas por fuentes oficiales, internacionales, tal como Panorama de la Educación. Indicadores de la OCDE 2018: Informe español. ¡Caramba! No habían caído en esta explicación sobre valoración funcional del personal docente, que es más rentable al sistema educativo de calidad y productividad, y para seleccionar a los mejores, -hacerse cola de león y no cabeza de ratón-. Dicho en plata, que para sobrevivir en tu puesto docente has de supeditar tu estilo y entusiasmo ante las imperiosas costumbres y cultura bendecidas por la casta social dominante de la Comunidad Local que te haya tocado en destino, y flotar poniendo a buen recaudo tu real identidad.

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