Adiós a Antonio Díaz-Miguel, "Barbi"

El viernes pasado, 20 de mayo, a los 72 años de edad, fallecía el alcazareño Antonio Díaz-Miguel Bermúdez, “Barbi”, muy conocido en Alcázar de San Juan por su vinculación al mundo del baloncesto y a una de las etapas más doradas de este deporte en nuestro municipio.

Antonio Díaz-Miguel Bermúdez “Barbi” nació el 3 de Octubre de 1949 en Alcázar de San Juan. Vivió en el Altozano de la Inmaculada y comenzó jugando en el Estudiantes CB de Alcázar (Academia Cervantes). El 1 de Octubre de 1965 y a dos días de cumplir 16 años, fichó por el juvenil del Juventud CB, como federado donde jugó durante varias temporadas.

En sus inicios jugó junto a Lorenzo Molina, Francisco Correal, José Luis Romero, Remigio Arias, Diego Abengózar y Juan José Morales.

Ya en su etapa con el Renfe y a las órdenes de José Luis Baquero, jugó junto a Corbalán, Vicente Paniagua,

Pepe Calatayud, Constantino Barrejón, Pareja, Carrazoni, Antonio Peñuela, Gabri, Manín, Juan Peñuela y Tono Abengózar, en aquellos Torneos que se organizaban en la “Trini” y en los que era algo habitual ver a los jugadores del Real Madrid.

Posteriormente y con este mismo equipo, Renfe, jugó en Tercera División en el año 1981, a las órdenes de

José María Valverde y Félix Castellanos (entrenador ayudante), en un histórico equipo formado por Antonio Díaz-Miguel Bermúdez “Barbi”, Tono Abengózar, Fernando Bustamante, Paco Sánchez, Andrés Vicente Serrano, Pedro Zarco, Miguel Aparicio, Manolo Carretero, Antonio Raboso, J.R. Almoguera y Jesús Teodoro Octavio, con Manuel  Jiménez Mata como delegado.

Después puso rumbo a Ciudad Real, donde jugó en el Renfe de Vicente Paniagua, que le sirvió de rampa a su etapa en Madrid, donde llegó a jugar en Segunda División, actual LEB Oro, en el Cuartel de la Montaña de Madrid, compitiendo con jugadores americanos de la época. Fue sin duda uno de los mejores jugadores que ha dado nuestra ciudad.

Tras dejar la práctica del baloncesto, ejerció labores de funcionario de Justicia en Málaga donde residía actualmente y donde fue enterrado el pasado domingo, para descansar eternamente junto a los restos de sus padres.

Soltero y amante siempre de su pueblo natal, era muy habitual verlo por Alcázar, donde le gustaba venir para juntarse con sus amigos y compañeros de toda la vida, recordar momentos, compartir recuerdos y hablar de aquella época dorada de baloncesto.

También lo recordamos en los homenajes que ADEPAL brindó a los “Trinitarios”. Actos en los que tuvo ocasión de

volver a reunirse, después de muchos años, con algunos de los que fueron sus compañeros de equipo.

Desde el Semanal de La Mancha, con este pequeño texto, queremos hoy reconocer su trayectoria y aportación al mundo del baloncesto alcazareño. En nuestro recuerdo, imágenes imborrables de aquella época, equipos y jugadores excepcionales que formarán siempre parte de nuestra historia.

Nuestro sincero pésame a familiares y amigos. Descanse en paz.