“Aquí comemos todos”, 10 años gestionando la necesidad

Diez años es mucho tiempo si hablamos de gestionar la necesidad de las personas más vulnerables, aquellas que no tienen qué echarse a la boca, ni ropa que les caliente en invierno y mucho menos calefacción, eso sería una quimera en muchos casos, por eso es tan importante la labor de asociaciones como la de “Aquí comemos todos”, un grupo de personas de Alcázar de San Juan que, dirigidos por Adolfo Tabasco, presidente de la asociación, decidieron hace diez años ayudar a estas personas, las que realmente necesitan alimento.

Y una de las claves de esta asociación es su voluntariado, cinco o seis personas que dedican buena parte de su tiempo a acudir a la nave que la asociación tiene en el Centro de Empresas de Alcázar de San Juan para etiquetar los alimentos, hacer la selección, llenar a primeros de mes los carros de la compra de las personas que van a por los alimentos necesarios, seleccionar la ropa que les donan por tallas, sexos y temporadas… en fin, una labor importante que no se ve, pero que es imprescindible para que esta asociación funcione.

Precisamente, una de las voluntarias, Sandra Pérez Cruz, es quien explica cómo funciona esta asociación para que las personas derivadas de Servicios Sociales puedan tener su carro con comida a primeros de mes, “tenemos cuatro grupos, las familias de uno o dos miembros, las de tres a cuatro miembros, los de cinco a seis y las de más siete”.

En estos carros se echa comida de todo un poco: arroz, pasta, galletas, atún, leche, tomate, cacao… todo ello por persona dependiendo de la familia, hasta 102 familias (unas 400 personas) inscritas en esta asociación a través de los Servicios Sociales, que no sólo necesitan alimento, también productos de higiene, pañales, mantas o ropa.

Estas personas tienen un perfil claro, sin trabajo o con una ayuda mínima que no les llega para pagar alquiler, luz, agua… un colectivo, compuesto por un 45% de inmigrantes residentes en Alcázar, cuyo número varía dependiendo de la puesta en marcha de los planes de empleo de la administración, “ahí se nota que vienen menos porque tienen un trabajo, pero cuando acaba el plan de empleo vuelven”.

Para poder hacer frente a esta gran demanda, que se ha incrementado un poco en los últimos años, la asociación cuenta con la llegada de dos cargamentos de alimentos al año desde la Unión Europea, y cuando estos productos van escaseando se llevan a cabo las grandes de recogidas de alimentos en los supermercados de Alcázar, como Ekoprix, “también contamos con gente que viene a donar por ejemplo paquetes de pañales o cualquier otro producto”.

Uno de los productos estrella y que siempre hace falta es la leche, por eso, desde la asociación se recuerda que están abiertos a cualquier donación y en especial de leche, algo que siempre es necesario y muy demandado.

Junto a esta labor se encuentran otros servicios complementarios, como la ropa, aquella que seleccionan por tallas y temporadas y a por la que pueden ir todos los vecinos que lo necesiten sin necesidad de pasar por Servicios Sociales, como ocurre con los alimentos. Asimismo, cuentan con donaciones de muebles o pequeños electrodomésticos, pero este servicio se gestiona a través de la página de facebook que tiene la asociación y entre el donante y el beneficiario.

De momento, la asociación sigue viva, con varios voluntarios como Sandra, que asegura que “ser voluntaria me ha hecho mucho bien porque he conocido otras realidades”, un grupo de personas altruistas que trabajan por el bienestar de sus vecinos y que están dispuestos a ceder su tiempo para mitigar esta situación.

La nave de “Aquí comemos todos” en el Centro de Empresas abre los martes, miércoles y jueves de 11 a 13:00 horas.