La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan presenta el vino “Hideputa” a los cervantistas de todo el mundo

Avatares del vino «Hideputa» en el Congreso sobre el Siglo de Oro en Pamplona

Organizado por la Universidad de Navarra y la Universidad Jean Monnet de Saint-Etienne (Francia)

Por invitación de Carlos Mata, secretario del Grupo de Investigación del Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra en Pamplona, Constantino López Sánchez–Tinajero, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha intervenido el pasado lunes en el Congreso Internacional “La recepción de Cervantes: huellas, recreaciones y reescrituras (siglos XVII-XXI)” celebrado los días 20 y 21 de diciembre, este año en la modalidad on-line.

En el Congreso han tomado parte cervantistas de ambos lados del océano, tanto de Europa (Francia, Italia y España) como de América (EE.UU., Costa Rica, Perú, Chile, Brasil o Argentina). En su intervención, López Sánchez-Tinajero ha tenido ocasión de explicar  a los cervantistas asistentes al Congreso, cómo surgió la idea de tener un vino propio para agasajar a los visitantes de los Almuerzos de don Quijote, de disponer de una etiqueta propia y única, elaborada exclusivamente por Estrella Cobo, amiga de la Sociedad Cervantina y de haberlo bautizado con el nombre “Hideputa” en honor a Sancho Panza que como buen mojón, lo llamó por ese nombre en señal de alabanza por su bondad y tras acertar por su sabor que era un vino de Ciudad Real (DQ II, 13) y con alguna “ancianidad”.

Y cómo después de presentado a la ciudadanía alcazareña y de alcanzar una gran aceptación por su calidad y por el nombre escogido de resonancias quijotescas, sufrió una serie de avatares y peripecias cuando se solicitó su registro como marca comercial ante la Oficina Española de Patentes y Marcas, negándose ésta a registrarlo por entender que el nombre era malsonante y de lenguaje vulgar.

Los cervantistas alcazareños -como así tampoco los del resto del mundo- no entienden la decisión de la oficina de registro española, más aún teniendo en cuenta que el nombre elegido procede directamente de Cervantes y de su pluma y creen que pocos argumentos hay para querer censurar su obra conocida universalmente.

En todo caso, los cervantinos alcazareños han alcanzado el objetivo de que tanto su actividad llamada “los almuerzos de don Quijote, como su vino Hideputa, como también el propio nombre de la ciudad, Alcázar de San Juan, estén siendo conocidos y reconocidos en todo el mundo.

Pero lo que es más importante, es que están seguros de que todas estas peripecias del nombre del vino están desembocando en un aumento del interés de muchas personas por el Quijote y por su lectura, ese y no es otro es el objetivo que les mueve.

Más en Información General
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement