En memoria de D. México Jesús Muñoz (El Moreno)

Empecé a jugar muy joven al tenis, hace 47 años, y por aquel entonces éramos muy pocos los que practicábamos en Alcázar este deporte (aún minoritario).

En el Club de Tenis, ubicado donde están las actuales pistas municipales, lo practicaba algún médico (Luis), farmacéuticos (Lucio y Javier), Comisario (Isidro), Secretario del Juzgado (Ricardo), funcionario de Correos (Remigio), maestro (Santiago), constructor (José Antonio), Miguel Monteagudo (buen tenista y magnifica persona) y pocos más.

Un grupo de amigos muy jóvenes creamos otro Club de tenis en las instalaciones de una empresa de embutidos de la Ciudad (Intoma) gracias al apoyo de su propietario D. José Bosch al que también quiero desde aquí rendir un homenaje, ya que abrió su casa para que muchos chicos de Alcázar pudiéramos practicar tenis. Junto a sus hijos (Pedro, José y Benito) empezamos con mucha ilusión a competir en la liga provincial de clubs, que ganamos en más de una ocasión venciendo a clubs mucho más poderosos como Puertollano o Ciudad Real, aunque era fácil porque teníamos al mejor tenista de toda la provincia por entonces, que era Fernando Marín.

Unos quince años después y gracias a tenistas como Borg, McEnroe, Lendl, Connors, Wilander, Edberg o Becker, el tenis alcanzó una gran popularidad, la afición a este deporte creció mucho en Alcázar y unos cuantos de esos que antes he nombrado iniciamos las gestiones para construir un nuevo Club, con unas mejores instalaciones, cediendo al Ayuntamiento las instalaciones que hasta ese momento ocupaba el Club de tenis por concesión administrativa de dicho Ayuntamiento.

Estoy hablando del inicio de la década de los 90 y fue por aquellos entonces cuando conocí a un recién jubilado de Macosa, hasta entonces futbolero, que se había pasado al tenis y desde el primer día vi la pasión que sentía por este deporte, aunque con el devenir de los años comprobé que dicha pasión la ponía en todo aquello que realizaba. Se llamaba México Jesús aunque todo el mundo lo conocía en Alcázar como El Moreno.

  He tenido la inmensa suerte de conocer al Moreno y poder tratar con él durante más de 25 años, primero por mis responsabilidades en el Ayuntamiento cuando él era el encargado de organizar la Liga Local de Tenis y luego como participante en dichas Ligas durante muchos años, y puedo asegurar que detrás de ese difícil carácter y terquedad que para todos los que lo conocíamos era evidente, se escondía una magnífica persona, con una gran humanidad, que no dudaba en ayudar y hacer un favor a quien se lo pidiera.

Han sido 27 ligas las que ha organizado el Moreno, sin escatimar horas y horas de su tiempo, que para él no era esfuerzo, porque se dedicaba a aquello por lo que sentía pasión y le hacía feliz: el tenis, primer jugando, y cuando ya no pudo, organizando y viendo jugar a los demás.

Es difícil que alguno de los que participamos en las ligas, no nos enfadáramos con él en algún momento, pero en su defensa decir que era complicado coordinar y poner de acuerdo a más de cien personas, cada uno con nuestras conveniencias, intereses y peculiaridades.

El Moreno fue objeto de reconocimiento municipal en la Gala del Deporte que celebró el Ayuntamiento hace algunos años;  justo reconocimiento para alguien que dedicó 27 años de su vida a la organización y promoción del tenis en Alcázar. Muchas de las personas que practican hoy el tenis, se lo deben al Moreno, porque si él no hubiera estado ahí organizando, año tras año, la Liga municipal, tal vez no se hubieran aficionado a este deporte.

Estoy seguro que para el Moreno, fue mucho más importante y emotivo que el reconocimiento oficial, el homenaje que una gran parte de los tenistas alcazareños le ofrecimos tras su última Liga, y digo estoy seguro, porque ese día durante la comida en Carretero estuve hablando con él y lo vi realmente agradecido y emocionado. Ese día, todos los que allí estuvimos vimos al Moreno de verdad, una persona amante del tenis, agradecido por tanto afecto que estaba recibiendo y sobre todo de una gran humildad porque me manifestó que no se creía merecedor de ese homenaje - alguien que dedicó 27 años al servicio del deporte alcazareño -.

Dentro de pocas fechas se van a inaugurar las nuevas pistas de tenis que se están construyendo, y creo que ese será un magnífico momento para que todos rindamos a D. México Jesús el homenaje que realmente se merece.

Acordarme también, por último, de Carmen, su esposa y magnifica secretaria que atendía a las horas que fueran, tantas y tantas llamadas para aplazar, suspender o cambiar partidos, siempre con un agrado y amabilidad dignos de mencionar.

Los amantes del tenis, siempre te recordaremos como una de las personas que más hizo por nuestro deporte en Alcázar.

Hasta siempre D. México Jesús.