Localizadas las dos personas que auxiliaron en la calle a un hombre mayor que se encontraba en parada cardíaca

Gracias al empeño de su nieta Rosana, a las redes sociales y a este medio de comunicación, ayer conseguimos localizar a dos de las personas que el pasado sábado 12 de febrero auxillaron en la calle Arroyo Mina de Alcázar de San Juan a Pedro Barrilero, un vecino de 80 años de edad que sufrió una parada cardíaca cuando caminaba junto a su mujer y una amiga y cayó al suelo "prácticamente muerto".

El suceso tuvo lugar cerca del bar La Mina, pasadas las siete y media de la tarde; y, según relata una de estas personas, Javier Carrasco, ocurrió todo muy rápido. "Nosotros íbamos a casa de mi madre que vive en los pisos de San Antón, cuando al cruzar la calle, después de aparcar el coche a la altura de la boutique, vimos que un hombre mayor se desplomaba... Su cara se estaba amoratando y se ahogaba... Enseguida me acerqué, le quité la mascarilla, le despejé la boca, le abrí el abrigo y desabroché la ropa... Ví que se nos iba...Y no me lo pensé,  comencé enseguida con la reanimación... Soy guardia civil y aunque tengo un destino administrativo, justo el año pasado había hice con mis compañeros un curso en el hospital Mancha Centro para aprender a usar el desfibrilador y hacer una RCP", relata.

También en esos momentos, añade, otra mujer con conocimientos en Primeros Auxilios, de nombre Mariam Alito, se bajó de un coche y entre los dos atendieron a Pedro y a su mujer, Paquita, que estaba muy asustada y nerviosa, hasta que llegaron los servicios de emergencia y el personal sanitario para trasladar a Pedro hasta el hospital, donde permaneció ingresado, primero tres días en la UCI, y luego otros tantos en la planta correspondiente (e intervenido para instalarle un marcapasos).

Pasado el susto y con el alta hospitalaria ya en casa, Pedro y Paquita, a través de su nieta Rosana Escribano, han querido localizar a las personas que aquel sábado por la tarde no dudaron en intervenir para ayudarles y salvar la vida a Pedro. En principio pensaron que eran dos o tres jóvenes (dos chicos y una chica de unos 25 o 30 años) e iniciaron, gracias a su nieta Rosana, una campaña de difusión para encontrarlos y agradecerles su actuación, a través de las redes sociales y contando con elsemanaldelamancha.com.

Ayer mismo, a través de este medio de comunicación, de Facebook e Instagram, Javier y Mariam se ponían en contacto; y por fin, Rosana y sus abuelos, tenían noticias y conocían la identidad de estos dos "ángeles de la guarda". Uno de ellos, Javier, guardia civil de profesión, explica cómo ocurrieron los hechos; y, en declaraciones a elsemanaldelamancha.com, aclara que "no fuimos dos jóvenes de veinte años, sino un hombre y una mujer (más bien de unos 40 años), que pasábamos por allí, pero no nos conocíamos".

Para Javier Carrasco lo más importante es que Pedro se haya recuperado y se encuentre bien junto a su familia en casa. De momento no se conocen personalmente, pero ya tendrán ocasión de hacerlo más adelante, cuando Pedro esté totalmente recuperado. Aún así, la experiencia ha sido muy emotiva y gratificante, "sobre todo porque pude hacer con este señor lo que no pude hacer con mi propio padre", señala; y aunque matiza que, en su caso, como guardia civil, "solo cumplí con mi obligación", reconoce que haber auxiliado a Pedro y a su mujer para él ha sido una experiencia muy gratificante que nunca olvidará (y que posiblemente le aporte algún reconocimiento oficial).

Javier recuerda lo importante que es saber actuar ante casos como éste. En su opinión, todos los estudiantes, e incluso a nivel ciudadano, deberían tener conocimientos básicos sobre cómo se hace una reanimación cardiovascular o cómo se usa un desfibrilador. "Nadie sabe si en algún momento de nuestras vidas nos va a hacer falta para salvarle a alguien la vida".

Mariam Alito también explica el suceso y relata cómo se bajó inmediatamente del coche, en el que pasaba por allí con su marido, para ayudar a Pedro cuando lo vieron desvanecerse. Rápidamente, con la ayuda de un cojín que llevaba en el coche, le colocaron bien la cabeza, para ayudar a Javier a continuar con la reanimación, consiguiendo que recuperase el aliento e incluso que tuviera el pulso estable cuando llegó la ambulancia y la policía local. Para ella, la experiencia también ha sido inolvidable, aunque, según afirma, "no es la primera vez que ayuda a otra persona" (en su caso, aclara que es traductora, pero que hizo un curso de Socorrismo cuando era niña que le vino muy bien para tener conocimientos de cómo ayudar a alguien en estas circunstancias).

En cuanto a Pedro y Paquita, añadir que, a través de El Semanal, quieren agradecer a todas las personas su ayuda y también su atención al personal sanitario de UCI y planta del hospital La Mancha Centro, "por salvarle entre todos la vida". Desde El Semanal les deseamos una pronta recuperación y les felicitamos, al igual que a Javier y Marian, por el feliz desenlace de su caso y noticia.

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