HOY SE HA RETIRADO LA MALLA PROTECTORA DE LA ENTRADA E INSPECCIONADO EL EDIFICIO

Primeros pasos para la restauración de Santa Quiteria

Tras más de dos años sin soluciones definitivas y sin intervenciones, la Iglesia de Santa Quiteria de Alcázar de San Juan ha recibido esta mañana la visita de varios técnicos y profesionales especializados en la recuperación del Patrimonio, entre ellos, la restauradora Cristina Peña, quien, acompañada además por el párroco, el archivero municipal y varios asesores particulares de la propia Parroquia, ha inspeccionado el templo por dentro y por fuera y comprobado el estado actual del edificio, en principio del tejado y de los elementos de la fachada más afectados y deteriorados por la humedad, con especial atención al fuste de una de las columnas de la entrada principal.

Después de retirar la malla de protección que durante meses ha estado instalada en la puerta principal de la iglesia, en declaraciones a elsemanaldelamancha.com, la restauradora Cristina Peña ha explicado que lo primero será realizar un estudio patológico para concretar el estado actual y plantear una propuesta de intervención, que tendrá que ser autorizada por la Junta de Comunidades, a través de la Consejería de Cultura (Patrimonio), como paso previo a su ejecución. "La semana pasada ya tuvimos una reunión en Ciudad Real con el jefe de servicio de Patrimonio para ver la situación...Lo primero que hay que abarcar, antes de nada, es la limpieza de los elementos y de la cubierta, muy deteriorados por la palomina que se ha ido acumulando con el paso del tiempo... Además, de forma paralela iremos haciendo el proyecto, para cuando nos den permiso abarcar la conservación de la fachada, que tendrá que hacerse por fases, en función de la financiación que vayan teniendo. Pero sobre todo, lo más urgente es acometer actuaciones encaminadas a la consolidación, así como diversas medidas preventivas. Y más adelante, se actuará en la reposición de las piezas que resulte necesaria".

Es decir, según los técnicos lo primero que hay que hacer es limpiar el tejado, muy dañado por las palomas y sus excrementos, cuya estructura al parecer permanece en buen estado (construido en el año 85, según ha explicado a este medio de comunicación el arquitecto técnico Ángel Quintanar que participó entonces en la construcción). No así las tejas, que habrá que cambiarlas en muchos casos; y las canales, obstruidas por la palomina (primero es limpiar toda la suciedad, reponer las tejas rotas o movidas y posiblemente colocar manta asfáltica o dar pintura hidrófuga en los encuentros del faldón de cubierta con el paramento). Para ello, se pedirá presupuesto de limpieza y mantenimiento a varias empresas, así como la correspondiente licencia de obra menor al Ayuntamiento. Además, cuando se esté arreglando la cubierta, habrá que dar soluciones constructivas para desviar el agua y que no se sigan afectando elementos de la fachada.

Otro problema que hay que resolver es el de las palomas. Según los miembros del consejo asesor, se están buscando alternativas efectivas a las medidas que ya se están llevando a cabo (instalación de jaulones), entre ellas, la instalación de un sistema utilizado con éxito en la catedral de Sevilla y en otras construcciones monumentales, que ahuyenta a las palomas mediante vibraciones eléctricas o ultrasonidos.

En cuanto a quién pagará la reparación de Santa Quiteria, el párroco y los miembros de este consejo asesor (integrado de momento y de forma totalmente desinteresada por Ángel Quintanar, arquitecto; Paco Atienza, historiador y archivero municipal; y Javier Quiralte, arquitecto -grupo que también cuenta con los consejos de nuestro colaborador Chindasvinto-) aún no tienen claro cómo se cubrirá económicamente el proyecto. Lo que sí parecen tener todos claro es que las obras deben comenzar cuanto antes, para una vez limpiado y resuelto los problemas del tejado, acometer la restauración de la entrada principal.

De momento, las imágenes de este jueves, con los operarios limpiando y descubriendo la parte principal de la fachada, y los técnicos y restauradora visitando el templo e inspeccionando el estado del edificio, otorgan claridad y esperanza a una Parroquia que lleva casi tres años pendiente de soluciones, esperando el inicio de unas obras que por fin parece que van a ejecutarse.