OPINIÓN. EL CONCEJAL DE MEDIOAMBIENTE Y TELECOMUNICACIONES DEFIENDE LA POSTURA DEL AYUNTAMIENTO

Sobre las antenas de telefonía móvil

Por ANTONIO R. CANO (Concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Nuevas Tecnologías de Alcázar)

En las últimas semanas se ha vuelto a alimentar el miedo a las antenas base de telefonía móvil por lo que nos vemos en la necesidad de informar con el fin de que nuestros vecinos y vecinas puedan tener una opinión formada sobre el tema.


    A finales del mes de noviembre de 2017, una operadora de Telefonía móvil procedió a la instalación de una antena base en el Barrio del Porvenir, en concreto en la Avenida de las Regiones, una antena que hasta el día 15 de Enero de 2018 no ha entrado en funcionamiento de forma parcial. Pese a las desafortunadas palabras del Presidente de la Asociación de dicho barrio llamando mentirosos al equipo de gobierno e indicando que la antena comenzó a funcionar el día 10 de Diciembre, algo que es totalmente falso ya que en dicha fecha lo único que comenzó a funcionar fue una simple luz LED de color rojo en su parte superior, lo que se conoce como Baliza de Señalización de Obstáculos fijo, con el fin de señalizar esta antena para evitar accidentes con, por ejemplo, helicópteros de emergencias, avionetas…


    En fecha 16 de enero de 2018, personal del Ministerio de Industria procedía a realizar la medición inicial  y nos confirmaban que la emisión de la estación base está 50 veces por debajo del mínimo establecido como totalmente seguro. Desde el Ayuntamiento, estamos esperando a que se nos remita el expediente completo de dichas mediciones para que nuestros técnicos puedan estudiarlo y valorarlo para emitir el correspondiente informe, que será enviado, junto con las mediciones, a la asociación de vecinos.


    Conviene aclarar que para que una instalación de este tipo tenga lugar en un municipio no es el propio Ayuntamiento quien la autoriza, sino el Ministerio de Industria y Turismo quien, tras la revisión del proyecto presentado por la operadora, y estudio de la presencia o no de otras antenas en la zona, concede o no permiso para su instalación. Es el propio Ministerio quien se encarga de realizar revisiones periódicas para comprobar que tanto las frecuencias como las potencias de emisión están dentro de los rangos establecidos en la legislación y publicar en su página web, tanto la emisión como la ubicación de las antenas.


    Por otro lado, el Ministerio de Sanidad evalúa periódicamente si se han producido avances científicos que aconsejen modificar los niveles de emisión máxima establecidos como seguros en la Ley.


    Por su parte, en los Ayuntamientos, el régimen que recoge la Ley 33/2003 y la posterior Ley 12/2012, establecen que el interesado únicamente deberá presentar una Declaración Responsable ante el Ayuntamiento junto con la Comunicación Previa de la inscripción ante el Registro de Operadores, o en caso de ya estar inscritos, prueba fehaciente de su inscripción (código de verifi-cación, etc.) para que sea revisada, tanto en contenido como en cumplimiento, por los técnicos municipales.


    Una de las propuestas que se han lanzado estos días es la de sacar todas las antenas de telefonía fuera de la localidad. Para explicar la incoherencia de esta propuesta es necesario conocer uno de los parámetros que regula el funcionamiento de este tipo de antenas como es la Potencia. Los niveles a los que están emitiendo las ondas de radio, teléfono o televisión están muy por debajo del umbral de seguridad establecido por la ICNIRP, de modo que quedan muy lejos de dichos niveles, aplicando lo que se conoce como Principio de Precaución. Por lo tanto hay que tener en cuenta que tanto las antenas como los teléfonos móviles tienen limitada su potencia de emisión por la normativa y además, la adaptan al mínimo necesario para poder comunicarse. Por lo que, deben estar lo más cerca posible entre sí y dentro del núcleo urbano, que es donde se usan la gran mayoría de teléfonos, para así disminuir al máximo los niveles de emisión, es decir, para minimizar la potencia emitida por la estación base (antena) y el teléfono móvil.


    Por lo tanto, alejar las estaciones base (antenas) de las poblaciones y del usuario es contrario al principio de mínima emisión posible ya que si alejamos las antenas del núcleo urbano éstas deberían ser de mucha mayor potencia, y por lo tanto ilegales, o encontrarnos en la situación de un Alcázar de San Juan sin cobertura móvil y tener que salir a las afueras para pode hablar por teléfono.


    El otro parámetro que hay que considerar no es otro que la frecuencia, cuanto mayor es la frecuencia menor es la longitud de onda y más energética es la radiación. De este modo, los rayos gamma son los que tienen mayor frecuencia y energía, seguidos de los rayos X y los rayos ultravioleta (capaces de penetrar en nuestra piel). Después de estos estaría la luz visible, los infrarrojos, los microondas y las ondas de radio. Estas últimas, en concreto, son radiaciones de gran longitud de onda y menos energéticas, son las que utilizamos para comunicarnos, (televisión, teléfonos móviles y radios) y las que por definición se consideran no-ionizantes, es decir, que no interactúan con la materia y son incapaces de arrancar electrones -que es el efecto verdaderamente dañino de las radiaciones más energéticas como los Rayos X.


    Para que nos hagamos todos una idea, la telefonía 4G está operando en la Banda de 0,8 GHz, es una banda que ha estado utilizando la Televisión (canales 61 al 69 del UHF) hasta hace unos meses. Por lo tanto es la misma frecuencia a la que emite la TDT. Un Router Wifi de los que tenemos en nuestra casa emite entre 2,5 y 5 GHz y, por ejemplo, un radar de tráfico lo hace a una frecuencia de 36 GHz, muy por encima de una antena de telefonía.


    Entendemos todos los temores de nuestros vecinos y vecinas que, con su buena voluntad, se han preocupado por esta situación, pero que, en gran medida, están originados por las tareas de desinformación que están teniendo por parte de determinada persona, que dice pertenecer a un grupo ecologista, con escasos o nulos conocimientos técnicos y científicos, cuya única fuente de información son determinadas páginas Webs de carácter sensacionalista o de, tan de moda en los últimos meses, noticias falsas.


Las numerosas investigaciones y los estudios de laboratorio, clínicos y epidemiológicos realizados hasta la fecha actual no han encontrado ninguna evidencia de que la exposición a campos electromagnéticos a largo plazo se traduzca en detrimento de la salud.


    Los datos científicos más recientes evaluados por los Organismos y Comités de expertos competentes (Organización Mundial de la Salud (OMS, 2006 y 2011), la Comisión Internacional para la Protección de Radiaciones no Ionizantes (ICNIRP,2009), la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido (HPA,2010, 2012), la Agencia francesa de seguridad sanitaria del medio ambiente y el trabajo (AFSSET, 2009, 2013), el Consejo de Salud de Holanda (2009, 2013), Comité 2 Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS,2013), el Scientific Committee on Emerging and Newly Identified Health Risks (SCENIHR ,2007, 2009 y 2013) de la Unión Europea, el Instituto Noruego de Salud Pública(2012), ARPANSA ( Grupo de expertos en investigación de los efectos de las Rf. Australia, 2014), Royal Society of Canada for Health Canada (2014), SSM (autoridad Sueca en Radioprotección, 2014) y las Autoridades Nórdicas en Seguridad de la Radiación(2013) coinciden en señalar que no hay riesgos para la salud derivados de la exposición a las emisiones de campos electromagnéticos (cem) de RF de las antenas de telefonía móvil.


    Por lo tanto solo nos queda mandar un mensaje de tranquilidad a nuestros vecinos y vecinas, entendiendo su preocupación. Estaremos, como siempre, a su entera disposición para mostrarles las distintas mediciones e informes que se hagan, tanto por parte de nuestros técnicos como desde el Ministerio de Industria.