Cincuenta años participando en la elaboración de zurra

Año 1975

Va llegando esta época y los preparativos para la feria se intensifican. En casa, un lugar donde se guardan los recuerdos de encuentros pasados, me hacen recordar que ya son cincuenta años desde que nuestra cuadrilla se presentó por primera vez al concurso de zurra, y sin faltar ningún año, siempre que se ha celebrado dicho evento, seguimos haciéndolo y disfrutándolo como el primer día.

Las circunstancias personales de la vida han hecho que unos estuviéramos y otros no, pero siempre en la feria, ese lugar de encuentro personal por excelencia, y siempre en la elaboración de la zurra, aunque también hemos hecho nuestros pinitos en otras demostraciones para juntarnos y hablar de nuestras cosas.

A lo largo de tantos años, estas elaboraciones han ido cambiando de forma y esencia. En un principio, los concursos eran organizados por el ayuntamiento, que otorgaba un dinero a los tres primeros lugares e incluso, en ocasiones, proporcionaba el material necesario para su ejecución. Con los años, la naturaleza de las elaboraciones ha cambiado, al igual que su ubicación; algunas han crecido, otras han desaparecido. Este pequeño artículo tiene como propósito hacer un repaso sobre las mismas, sus aconteceres, anécdotas y orígenes.

La primera degustación documentada en Alcázar de San Juan fue en 1964, con el concurso de bebedores de cerveza, que, por su naturaleza y los problemas que conllevaba, desapareció en los años 80. Los premios para los ganadores eran de 6.000, 4.000 y 2.000 pesetas, respectivamente.

En los años 70, se solían organizar grandes chocolatadas para niños y niñas, catas de vinos para adultos, y la gastronomía en general estaba más a cargo de los puestos de las ferias. Era común feriar una barra de salchichón o algún utensilio necesario para la casa, costumbre que fue reemplazada por la compra de peladillas, manzanas glaseadas, trozos de coco y turrón, entre otros. Algunas de estas tradiciones perduran y, en algunos hogares, comprar algo en época de feria sigue siendo tradición.

Año 1974

La demostración más longeva, y que todavía se realiza, fue el primer concurso de Zurra, celebrado en 1971 en la plaza de España. Mi cuadrilla se presentó en 1974, y ese primer año ganamos el segundo premio con la zurra preparada por Francisco Ramírez y Manuel Martínez, y el tercer premio con la zurra preparada por mí y Cándido Barrilero. Al año siguiente, ganamos el primer premio con la zurra de Antonio Pozo, Francisco Paniagua y Carlos Cuenca. Curiosamente, fue el padre de Antonio, Julián Pozo, quien nos enseñó a prepararla. Continuamos obteniendo diversos premios mientras esta demostración siguió siendo un concurso, hasta 1988, cuando este formato desapareció y se convirtió en una elaboración gastronómica, como lo es actualmente.

Año 1976

Es importante señalar que la zurra ha cambiado, al igual que la sociedad, para mejor. Por ejemplo, en el primer concurso al que nos presentamos, nuestras novias no participaron por el "qué dirán". Al año siguiente, tampoco quisieron participar, pero sí hubo una mesa de chicas capitaneada por Eugenia Utrilla, trabajadora en su día del Consejo Regulador de la Denominación de Origen La Mancha. Esto motivó que en 1976 nuestras novias se presentaran para la elaboración de la zurra. Ese año, ambas mesas prepararon dos versiones: una carrasqueña y otra cabezona. A partir de 1988, se dejó de celebrar la zurra como concurso, pasando a ser una demostración gastronómica en la que se otorgaban 1.000 pesetas por cuadrilla para su elaboración. Desde 1991, se comenzó a dar un obsequio en lugar de dinero, muchas veces piezas de alfarería tradicional, mayormente realizadas por la familia Peño de Villafranca de los Caballeros, que deleitan a los participantes y ponen en valor la cerámica de la zona. Entre las piezas obsequiadas durante tantos años se encuentran botijas de Alcázar y Villafranca, trompas de barro, cántaros, botijos, lebrillas, cantimploras, pucheros, jarras, bacías, ensaladeras, orzas, alcancías, etc. Este año se ofrece un "escurrepescao", pieza que se utilizaba para quitar la salmuera del pescado y conservarlo ante la inexistencia de frigoríficos.

Al concurso de zurra le siguió cronológicamente el de Migas de Pastor, en 1981, el día 8 de septiembre en la plaza de Santa María, que también dejó de ser concurso con el tiempo para convertirse en elaboración gastronómica. Esta actividad también cambió de día.

En 1984, a las 2 de la madrugada, se celebró el primer concurso nocturno de Gachas, que este año 2024 cumple cuarenta años y que en la actualidad es la demostración con mayor participación. En esa época, los concursos gastronómicos estaban muy ligados a la gran fiesta popular, animada por distintas orquestas en la Plaza de España. En 1986, se celebró el primer concurso de Pisto Manchego a las 5 de la mañana, el día 8 de septiembre, aunque hoy se celebra el 5 de septiembre, separado de las gachas. Ese mismo año de 1986, se unió la demostración de Ensalás de Limón.

En 1987, se añadió el concurso de Guisado de Carne de Lidia. Ese año se empezaron a organizar las demostraciones tal como las conocemos hoy, permitiendo la inscripción de hasta 20 cuadrillas, aunque los grupos eran más pequeños que los actuales, con un máximo de cuatro personas por grupo.

En 1998, se documentó la primera asociación que colaboró en la Ensalá de Limón: la Hermandad de Donantes de Sangre, que hoy se encarga de las Migas de Pastor. Actualmente, muchas asociaciones colaboran, como la Peña Flamenca, Encajeras El Torreón, Cruz Roja, Coros y Danzas, Amas de Casa, Plural LGTBI+ Manchacentro, Moros y Cristianos, la Asociación Española contra el Cáncer, la Hermandad de San Antón, la Asociación Cultural Taurina El Estoque, la Asociación Cultural Ateneo, entre otras. Muchas han participado y ya no lo hacen, y otras se han ido incorporando en los últimos años para colaborar en lo que haga falta.

En 1999, junto con el inicio del Baile del Vermut, que este año cumple 25 años, se unió una nueva demostración gastronómica: la Pipirrana.

En 2001, se incorporó el Machacón en la plaza de España, y al año siguiente, en 2002, se comenzaron a realizar los Duelos y Quebrantos, en lo que hoy se conoce como la Noche de la Convivencia. A la comida tradicional manchega se le unió el Plátano Verde, el Sarmale Rumano, el Plátano Maduro, y también se introdujo una Sardinada. Ese mismo año se comenzaron a realizar demostraciones nocturnas en la Avenida del Deporte.

Al año siguiente, la noche se llamó Noche de la Solidaridad, y al Sarmale de Rumanía se le unió el Ceviche de Ecuador, empanadas de Colombia y Melfof de Marruecos, entre otros platos de diferentes países. Se empezaron a hacer homenajes a distintas asociaciones locales, lo que fomentó su participación activa en las demostraciones gastronómicas. En 2004, en la noche homenaje a los mayores, se organizó una Sardinada ofrecida por el Centro de Mayores de Santurce, en colaboración con el Centro de Mayores de Alcázar de San Juan, que este año 2024 cumple 50 años.

En 2006, en la plaza de Santa Quiteria, se hizo una degustación de una paella gigante ofrecida por la Asociación de Feriantes el 8 de septiembre. En 2009, comenzaron a desfilar los gigantes y cabezudos que hoy conocemos, personajes relacionados con la historia de la ciudad, cumpliendo este 2024 quince años desfilando con nosotros.

En 2012, en el aparcamiento de la piscina municipal, se inició la Bizcochá Manchega, y ese mismo año, en la Avenida del Deporte, se comenzó a hacer la Tortilla de Patatas. En 2023 se unirían el Asadillo y las Tortas en Sartén.

Con los años, la participación ciudadana ha ido creciendo, incentivada por diferentes asociaciones y colectivos locales, lo que ha hecho que cada año la variedad de degustaciones sea un éxito. Disfrutando de la Feria y participando en lo que se pueda, ¡Felices Feria y Fiestas 2024!