El alcazareño Miguel Ángel Muñoz ha regresado hace unas semanas de su aventura por tierras australianas, donde ha pasado 53 días, la mayor parte de ellos participando en el Australian 2CV Raid, subido en su Citroen “Diablo” y recorriendo algunos de los rincones más espectaculares de Australia.
A su vuelta, el alcazareño ha querido hacer partícipes a todos los lectores de El Semanal de esta gran aventura “que ha superado todas las expectativas”, tal como explicaba, un país donde ha vivido experiencias únicas, ha visitado paisajes de ensueño y ha conocido una cultura muy peculiar “que nada tiene que ver con la nuestra”.
“En Australia tienen un tipo de vida muy peculiar, las casas están a mucha distancia unas de otras y eso les hace diferentes, es algo salvaje, y la parte central es, como diríamos aquí, una quijotada, porque cuando iniciamos el recorrido, había zonas por las que a lo mejor no veías un coche en dos días”.
A esta aventura han ido tres coches de España, dos valencianos y él desde Alcázar, y todos ellos pertenecen a un club de coches 2CV de Valencia denominado “El paraguas”, pues bien, los tres coches partieron después que el resto debido a que la llegada de sus vehículos fue muy precipitada, y tuvieron que hacer el viaje solos, eso les permitió disfrutar aún más de sus paisajes, conocer a los aborígenes que viven en la reserva, visitar la unión de los dos océanos, hacer gachas manchegas, repartir varios ejemplares del Quijote, visitar el Instituto Cervantes, ver miles de canguros “allí son como como aquí los conejos” -ha señalado Muñoz-, hacer paellas de canguro, dormir en campamentos e incluso una noche en pleno desierto “donde se oyen todos los animales” y algo fundamental en la carrera, conducir por la izquierda.
Durante su estancia en Australia, estuvieron con una pareja de Puertollano, vivieron unos días en casa de unos amigos que conocieron allí antes del Raid, y en la última parte del viaje estuvieron varios días en Sidney, “un lugar donde el 70% de la población es asiática”. Muñoz ha destacado también la calidad humana de la gente.
En total, 5.200 km del raid, además de otros 2.500 km en el último tramo del viaje han hecho que esta aventura “merezca la pena” y por lo tanto, el alcazareño tiene la intención de escribirlo por si en un futuro puede ayudar a alguien que quiera aventurarse en tierras australianas.
También le gustaría que en La Mancha hubiera un club de 2CV, como hay en otras tantas ciudades españolas, y poder realizar aventuras como la de Australia, o como la que realizó hace unos años por Marruecos o recientemente por los Pirineos.
Muñoz, que ha realizado esta aventura a título personal, ha querido agradecer el apoyo de algunas empresas de Alcázar, concretamente Tortas de Alcázar las Canteras y Electricidad Pares, así como a los ayuntamientos de Alcázar de San Juan y El Toboso, en esta aventura Quijotesca como embajador de la Cuna de Cervantes y la Patria de Dulcinea, por tierras australianas.
