Tiempo de Ferias y Fiestas

Serán días interesantes. Demasiado interesantes. Quiero escribir a mano, porque intentar ser escribidor de las ferias y fiestas, en la edición impresa del diario digital de tu ciudad, El Semanal de La Mancha, solo pasa una vez, cada año. Mi antigua pluma estilográfica no tiene tinta. Falta de uso. Solo la utilizo para ocasiones especiales. Un nudo en la garganta me asusta. Se trata de la deuda de honor que este alcazareño ausente, siente en esta frontera indomable de tierras lejanas y raíces profundas.

Más que nervioso, pesa sobre mí una especie de maldición bíblica, desde que me adelantaron que debería escribir este texto: no pecar contra el primer mandamiento para estos casos conseguir que nadie se aburra con su lectura.

Bien, ahora que la vieja Parker lleva en su vientre el susurro oscuro de la tinta, lista para desatar un río de pensamientos sobre el lienzo del papel, estamos dispuestos a comunicarnos con nuestra gente, a fundirnos en un abrazo con todo el pueblo de Alcázar de San Juan, que una vez más se reúne estos mágicos días y dejaré que las palabras fluyan pues lo que nace del alma nunca miente.  

Alcazareñas, alcazareños, amigos, conocidos y saludados, Alcázar de San Juan, mi querido pueblo: ¡Buenos días/tardes/noches! En Alcázar de San Juan, solemos decir ¡vaya qué pena!, ¡la feria del 2024 va a comenzar!

Me he subido a esta tribuna para dedicar unas líneas a mi tema favorito, esto es, a mi tierra: Alcázar de San Juan. Bastarían seis palabras, dichas en alta y clara voz: ¡¡¡ Alcázar de San Juan te quiero!!! Así de simple. También para comunicar a los cuatro vientos lo que estoy seguro es sentimiento común de todo/as los alcazareño/as, el cariño por nuestras ferias y fiestas que se celebran durante los primeros días de septiembre.

Compartiré más detalles. Más de cien años de ferias y fiestas, que han ido abriéndose paso a través de la historia de nuestro pueblo. Este camino de celebraciones, ha estado insertado entre páginas brillantes y oscuras de su deambular. Nuestras ferias y fiestas, como otras, ha pasado etapas de lucha por sacar la cabeza de entre dificultades y ofrecer a sus vecinos el respiro que da la diversión colectiva.

Las ferias y fiestas son mucho más que simples eventos recreativos; son expresiones vivas de la cultura, la historia y la identidad de los pueblos. A veces, ha sido un bálsamo durante distintas épocas, duro y maravilloso, que ya está de nuevo entre nosotros. Y aunque no sea esta función terapéutica su principal virtud, hay que reconocérsela. Nos ayuda a encontrar la capacidad de reír y mantener una actitud positiva, incluso en medio de la adversidad o el dolor y puede servir como una forma de alivio temporal para enfrentarnos a las dificultades con una perspectiva más llevadera. A pesar de las contrariedades de la vida, existen momentos y lugares, que nos permiten olvidar nuestras penas y encontrar consuelo.

Hoy en día, son una expresión del orgullo local. Salimos de nuestra casa con ganas de vivir nuestras tradiciones encontrando una fuente de alegría y unión. En un mundo cada vez más globalizado, donde las culturas pueden verse amenazadas por la homogenización, actúan como un baluarte de la diversidad cultural, recordándonos la importancia de nuestras raíces y el valor de celebrar juntos nuestras tradiciones.

Qué lejos queda el real de la feria de otros tiempos. Cuando se inauguraba en la mañana del 8 de septiembre, cuando ahora termina. El real de aquellos tiempos se limitaba a la confluencia de la calle Castelar y las plazas de la Fuente y Santa Quiteria. Era un mercado de novedades, con alguna atracción mecánica venta de productos domésticos, especialmente alfarería y mercado de ganado. Los toros ocuparon un papel importante. Años más tarde en El Arenal. En la actualidad en la Ciudad Jardín.

Autor: José Luís Samper

El carácter alcazareño y su espíritu colectivo es una fuerza que une a las personas a través de valores, tradiciones, historia y objetivos comunes que fortalecen su identidad. Este espíritu se acrecienta mucho más cuando llegan sus ferias y fiestas, donde el forastero se mezcla con el alcazareño recordando tiempos pasados y aflora el carácter hospitalario (un claro ejemplo es la celebración de la noche de la convivencia con platos típicos de África, América, Asia y Europa) y servicial que siempre ha tenido Alcázar de San Juan.

Somos un pueblo hecho de retazos de culturas milenarias. Nuestra filosofía es puro Quijote. Tenemos y nos sentimos orgullosos de ello y hemos ido descubriendo poco a poco, que nuestras fronteras no tienen fin, allí donde esté un alcazareño/a es donde comienza y termina nuestra tierra. Si algo hemos hecho ha sido, sin duda, tratar de exportar nuestra buena y bien ganada imagen. Cualquier persona que nos relaciona con Alcázar de San Juan, tiene un buen concepto de nuestro pueblo y de nuestras gentes. Ahora, las noticias vuelan.  Desde que las nuevas tecnologías han llegado a nuestras vidas, todo resulta más sencillo.

Alcázar de San Juan es a día de hoy una ciudad moderna, vanguardista, acogedora, que crece y se transforma, innovadora, que utiliza las nuevas tecnologías con criterios de accesibilidad y sostenibilidad, dinámica, en constante transformación y evolución con proyectos para mejorar la vida de las personas, atractiva para visitar, para invertir y para residir. Abierta para todos, siempre lo fue y siempre lo será. Las ferias y fiestas de Alcázar no son sólo para los alcazareños, no es excluyente, es para todos.

Los fuegos artificiales de la inauguración contarán con más de trescientos kilos de pólvora. Estos días, en las horas diurnas y nocturnas, que se avecinan, nuestros sentidos se verán asaltados con las luces del Real. Oiremos músicas en la denominada “Plaza Joven” en el recinto ferial, en la Plaza de España, en la piscina municipal. Espectáculos deportivos, taurinos, teatrales, concursos, carruseles, atracciones, Programas de cultos culminados con la Solemne Procesión de Nuestra Señora la Stma. Virgen del Rosario…

Tendremos oportunidad de asistir a la plaza de España a la “Feria de día”, con el tradicional “Baile del Vermú” y disfrutar con actuaciones de Marcos Galván, Guateque Club Band, Jesús Villajos, Orquesta Daikiri y Jesús Escribano, que nos mostraran todo su ingenio creativo, con música dirigida a todo tipo de público.

Degustaremos nuestros platos cuyas demostraciones gastronómicas siempre nos sorprenden, y han ido creciendo a lo largo de todos estos años. En las calles, Doctor Bonardell y Plaza de España, a medio día, cuando el sol pinta de brillo cada rincón de Alcázar de San Juan: Pipirrana, bizcochá, ensalada de limón, machacón, tortilla española, zurra, y asadillo. Cuando el reloj marca la hora en que las estrellas comienzan a susurrar sus secretos, y el silencio se vuelve melodía, en la Avda. del Deporte: Tortas en sartén, duelos y quebrantos, pisto manchego, migas del pastor y gachas.

Pero también, buscaremos con los ojos del corazón y nos daremos cuenta de que nos falta alguien. Nuestros seres queridos: los echaremos de menos este año y siempre. Le diremos también, que Alcázar continúa siendo el nido desde donde surge el ave fénix de nuestras esperanzas, que superaremos el trauma dejado por su desaparición prematura, que, dentro de un momento, cuando los fuegos artificiales invadan el cielo nos acordaremos de ellos, y soñaremos con la ciudad en paz y alegre por la que vivieron y trabajaron.

Probablemente no me ha salido un artículo de opinión, sino más bien un borbotón atropellado de emociones concentradas. Éstas son las palabras de un hombre que siente con fuerza la llamada de la tierra y que busca desesperadamente reencontrarse con su gente. Una persona que ha aprendido con los años que sin raíces no se es nada.

La gran fiesta, la magia, el sueño, la noche y el día, la luz, la vida; siempre la vida y la alegría ya están aquí, ¡¡¡¡La feria del 2024 va a comenzar!  Seamos espléndidos y generosos en la diversión. Disfrutemos de esta ocasión festiva, anual y merecida que el invierno es duro. Convivamos con respeto y comprensión para que formemos parte de una ciudad donde la concordia, la diversidad, el progreso, la tolerancia, el bienestar nos identifica.

Y ahora, las palabras escritas a mano, cálidas y personales, se alzan en la frialdad digital, donde los caracteres brillan con precisión y se ordenan con pulcritud. Es el viaje de lo efímero a lo eterno, del calor humano a la inmortalidad binaria. Así, el alma encuentra nuevas formas de ser, en el papel primero, en la pantalla después, uniendo lo tangible con lo etéreo en un único gesto de creación.

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