En recuerdo de Amalia Cortés

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El lunes 12 de agosto, Alcázar de San Juan dijo adiós con gran pesar a una de sus mujeres de bandera: AMALIA CORTÉS AGENJO, fallecida a los 87 años de manera inesperada. Conocida por todos como la madre de los Samper, Amalia fue una mujer excepcional, a la que vimos en multitud de actos sociales y culturales, siempre correcta, amable y educada, siempre al lado de los suyos, atenta a la Cultura de nuestro pueblo y con una sonrisa para quienes trabajamos en los medios de comunicación.
    Nacida a finales del 36, hija única de Bernardo y Paula, Amalia fue una niña de la calle Pascuala. No conoció a su padre, pues fue asesinado en la guerra civil por pertenecer al bando republicano, pero creció feliz, jugando en la calle con otras niñas y trabajando desde muy corta edad. Eran tiempos de posguerra y había que arrimar el hombro. Su hijo pequeño, Salvador Samper, explica que «siempre fue una mujer sin nómina», que trabajó desde muy joven, primero junto a su madre en la sastrería Córdoba, después en Confecciones Luna; y más tarde, cosiendo, junto a su amiga Elia. A los 21 años, después de algún tiempo de noviazgo, contrajo matrimonio con el también alcazareño José Luis Samper Sánchez-Villacañas, quien acabaría siendo, siempre a su lado, uno de los pintores manchegos más destacados de finales del siglo pasado, un artista que también fue profesional de los medios de comunicación, como reportero y corresponsal de TVE en La Mancha.   
   

Madre de cinco hijos (Amalia, Pepe, Bernardo, Maribel y Salvador), abuela de diez nietos y bisabuela de un niño, quien escribe recuerda a Amalia como una mujer discreta y sencilla que siempre acompañaba a su marido, el pintor José Luis Samper (fallecido en 2006)… Retrocedo en el tiempo y la veo sentada junto a él, a finales de los 90, al lado de mi mesa en Canfali, repasando el periódico y apuntando a la vez algún que otro matiz para completar las respuestas que el artista me iba dando al ser entrevistado.
    La recuerdo siempre sonriente, tanto entonces como ahora… Y simplemente por eso y por su amabilidad hacia quienes trabajamos en los medios de comunicación (un sector donde casi toda la familia Samper ha trabajado) quiero hoy rendirle este pequeño homenaje, porque fue una MUJER con mayúsculas que se merece permanecer, junto a su marido, en nuestra hemeroteca alcazareña… En mi cabeza, la última vez que pude saludarla: caminaba lentamente por la calle Santo Domingo hacia el Museo Municipal, de la mano de su hijo Salva. Íbamos, ellos y yo, a la presentación de los actos organizados en el marco del Festival Internacional de Folclore que todos los años organizan en verano los Coros y Danzas… Días antes había participado en la entrega de premios del tradicional concurso de dibujo infantil nocturno José Luis Samper, donde pude hacerle una de las fotografías  que ilustran este artículo (quién iba a decirme que no tendría más ocasiones para fotografiarla).
    Desde El Semanal y en mi nombre propio, vaya mi sincero reconocimiento a la labor de Amalia Cortés, una mujer que incluso ejerció de técnico de luces y sonido acompañando a su marido reportero. Una mujer que se empeñó en difundir la obra de José Luis Samper (y también la de su hijo Salvador, años después), poniendo nada más y nada menos que un museo privado en marcha. Una mujer que permaneció atenta al devenir cultural y al arte, una alcazareña cuyo nombre bien merece la pena hoy recordar. DEP.

En la entrega de premios del Concurso de Dibujo Infantil José Luis Samper, el mes pasado en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan