El mejor año de Zidane en el Real Madrid

Que Zinedine Zidane es uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos es un hecho, tras afianzarse en la Juventus como uno de los mejores jugadores del mundo, el Real Madrid logró hacerse con sus servicios en el año 2001 convirtiéndose en el jugador más caro del mundo en ese momento. 

Zizou llegó al Real Madrid en su mejor etapa y disputó cinco temporadas con el conjunto blanco en la conocida era de “los galácticos” cuando Florentino Pérez cada año se hacía con los servicios de algunos de los mejores jugadores del mundo. Junto a Beckham, Figo y después Ronaldo formó parte de quizá uno de los mejores equipos de la historia. 

Su primera temporada fue quizá a nivel individual y colectivo la mejor, en una temporada marcada por el centenario del club. Si bien es cierto en la Liga el equipo no estuvo del todo brillante puesto que acabó en tercera posición por detrás del Valencia y el Deportivo. Fue una Liga en la que el conjunto blanco nunca terminó de consolidarse y hasta diciembre no asomó a los puestos altos de la tabla, pero tras una racha de quince partidos sin perder se aupó al liderato, pero nuevamente un mal final de temporada le relegaron finalmente a la tercera plaza. Zidane disputó un total de 31 partidos en los que marcó 7 goles y repartió nueve asistencias. 

En la Copa del Rey tanto Zidane como el Real Madrid sufrieron quizá uno de los mayores varapalos que se recuerdan a lo largo de la historia del club. 

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El 6 de marzo de 2002 el Real Madrid jugó la final de la Copa del Rey, frente al Deportivo de la Coruña. Era el escenario perfecto para festejar el centenario del club con un título que se le resistía desde la temporada 92-93 y el conjunto gallego parecía un invitado más a la celebración, sin embargo, dos goles de Sergio González a los seis minutos y otro de Tristán al borde del descanso acabaron con el famoso “Centenariazo” a pesar de que Raúl recortase distancias en el 58.

Pero a pesar de todo la temporada acabaría de la mejor forma posible tanto para el club como para Zidane. El jugador francés marcó tres tantos a lo largo del torneo, pero dos resultaron de importancia capital. Uno en las semifinales frente al Barcelona en el Camp Nou con una vaselina genial ante Bonano que significaba el 0-2, pero sobre todo el que consiguió en la final ante el Bayern Leverkusen en Glasgow. 

Un subida de Roberto Carlos por la banda izquierda, acabó con un centro forzado de este. El balón bombeado lo encontró al borde del área Zizou que empalmó una volea perfecta a la escuadra de la portería de Butt. El tanto suponía el 2-1 que a la postre fue decisivo. Culminó la temporada siendo nombrado por la Uefa jugador del año. 


Foto web oficial Real Madrid