ENTREVISTA SOBRE VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA CON LA SUBDIRECTORA DE ENFERMERÍA DEL MANCHA CENTRO, ANA BELÉN TEJADO

El equipo de "rastreo covid" de Alcázar de San Juan lleva detectados unos 50 casos

Desde mediados del pasado mes de mayo, la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan cuenta con un equipo de rastreo covid (equipo de vigilancia epidemiológica) formado por 15 enfermeros y enfermeras, encargado de detectar precozmente cualquier posible caso y realizar el correspondiente seguimiento al paciente y sus contactos. Un trabajo que comienza cuando un paciente comunica o acude a su médico de cabecera con síntomas compatibles con el Covid19 y el resultado de la prueba PCR es positivo; y que hasta la fecha ha supuesto la detección de unos 50 casos en la zona, según explica a El Semanal en la siguiente entrevista la subdirectora de Enfermería del Mancha Centro, Ana Belén Tejado. En estos casos, el aislamiento del paciente y sus contactos deja de ser voluntario y pasa a ser obligatorio para garantizar que otras personas no se contagien y puedan enfermar.

PREGUNTA. ¿Qué es un “equipo de rastreo”, quiénes lo integran y en qué consiste su trabajo?

RESPUESTA. Un equipo de rastreo o equipo de vigilancia epidemiológica es un grupo de enfermeros y enfermeras que trabaja en la detección precoz y seguimiento de cualquier caso sospechoso y/o confirmado de Covid-19, de sus convivientes y contactos, que podrían tener infección activa y por tanto, transmitir la enfermedad.

   El equipo de rastreo de la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan lleva funcionando desde la segunda semana de mayo y está formado en la actualidad por 15 enfermeros y enfermeras, cifra que se va a incrementar hasta alcanzar un total de 25 el próximo 1 julio.

P. ¿En el área sanitaria Mancha Centro cómo se está llevando a cabo esta vigilancia epidemiológica, qué resultados se tienen?

R. Nuestro equipo de vigilancia epidemiológica se ha integrado en los equipos de atención primaria de cada uno de los centros de salud del área para garantizar, a través de la proximidad con los pacientes, una correcta vigilancia y control de los convivientes y contactos estrechos detectados en cada caso. Su puesta en marcha a mediados de mayo supuso un cambio importante para las enfermeras y enfermeros en sus tareas habituales de hospital y de atención primaria, pues hasta entonces no habían realizado este trabajo de campo epidemiológico.

   Tres semanas después, los resultados han sido extraordinarios, los enfermeros de vigilancia están perfectamente integrados en los equipos de atención primaria; y ello nos permite una correcta coordinación y comunicación con los médicos de familia para activar la investigación y control de los pacientes en tiempos muy reducidos.

   Como le decía, al tratarse de nuevas funciones para la enfermería, la motivación e implicación del personal que forma parte del equipo de vigilancia son muy elevadas, y el objetivo de contención de los contagios está garantizado en cada uno de los casos.

   Tenga en cuenta que nuestra área sanitaria pertenece a tres delegaciones provinciales de Sanidad, Toledo, Ciudad Real y Cuenca, lo que nos ha permitido disponer de una visión más extensa en cuanto a los métodos de vigilancia epidemiológica y transmisión de datos a cada una de las delegaciones.

P ¿Cuántos casos detectados existen actualmente en vigilancia en esta zona y cómo se lleva a cabo el proceso?

R. Desde la puesta en marcha del programa de vigilancia epidemiologia de Covid-19  se han detectado unos  50 casos positivos desde los Centros de Salud y Consultorios, a los cuales se les ha realizado una encuesta epidemiológica para identificar todos los contactos estrechos que han tenido en las 48 horas previas a la aparición de los síntomas.

   El proceso se inicia en el momento en el que se detecta un caso sospechoso, es decir, un paciente que avisa a su médico por la aparición de síntomas compatibles con el Covid-19. El médico de familia hace un diagnóstico precoz y solicita la prueba de PCR para confirmar si padece la enfermedad.  A partir de aquí, este paciente sospechoso y sus convivientes inician el aislamiento domiciliario, hasta obtener el resultado de la prueba. Si el resultado es negativo, finaliza el proceso de vigilancia; y si por el contrario, fuese positivo, comienza la búsqueda de los contactos estrechos de este paciente, para iniciar el aislamiento; y la vigilancia diaria para detectar la posible aparición de síntomas, hasta que acaba el proceso pasados los 14 días y la comunicación continua con los centros epidemiológicos.

P. La "vigilancia extrema" de los contagiados y sus contactos parece ser la mejor forma de controlar esta pandemia…

R. Como he señalado anteriormente la “vigilancia extrema” se consigue con un inicio rápido en la activación de un caso sospechoso y/o confirmado que nos conduce de manera inmediata al aislamiento de este paciente y de sus convivientes junto con una minuciosa búsqueda de contactos, a los que se les indica igualmente aislamiento domiciliario para evitar la propagación del virus a otros entornos. El objetivo de esta primera fase es evitar el contagio desde  personas que podrían tener o desarrollar infección activa hacia otras personas  en otros espacios.

   A continuación, se inicia la vigilancia y control diarios en la aparición de los síntomas compatibles con Covid-19 de todos los contactos con el fin de detectar precozmente la enfermedad y comenzar el tratamiento lo antes posible si lo requiere.

P. Casos como el de los jóvenes haciendo botellón en Tomelloso, el del señor de Manzanares que estuvo en un entierro y voló contagiado a Tenerife o el del franciscano que ha dado varias misas en Alcázar de San Juan siendo positivo pueden traer consigo retrocesos y muy malas consecuencias. ¿Qué le diría a esas personas? ¿Desde el punto de vista sanitario y en relación al Covid que pueden suponer estos comportamientos?

R. Evidentemente son actuaciones muy decepcionantes por parte de determinados ciudadanos que ponen en riesgo su salud y la de las personas de su entorno. Ha sido extremo el esfuerzo realizado por parte de todos los sectores de la sociedad para que comportamientos indeseables como los que ha detallado,  pudieran hacer retroceder todo lo que se logrado hasta ahora en cuanto al control de la evolución de la pandemia.

   Yo les diría que el distanciamiento social o físico junto con las sencillas medidas de higiene recomendadas por el Ministerio de Sanidad son las dos herramientas básicas y más eficaces para evitar estar expuestos al virus. Son dos tareas fáciles que hasta los más pequeños saben llevar a cabo y que supone evitar la propagación del virus a nivel local, nacional y mundial.  Ésta es una labor que nos corresponde por igual a todos, sin excepciones.

P. El uso de test en clínicas privadas y empresas suponemos que puede ser otro “problema” a la hora de controlar el virus, pues, por un lado, quienes se lo hacen se relajan en las medidas de precaución; y por otro, ¿se hacen por libre o en coordinación con la administración? ¿Qué opina de estos test?

R. Hay varios test a los que se hace referencia de manera ordinaria, por un lado están los test rápidos que se hacen en algunos laboratorios o empresas por iniciativa propia a sus trabajadores; y por otro lado, la PCR que suelen realizarse tanto por parte de los laboratorios como de las mutuas de accidentes laborales. De cada una de estas pruebas se obtiene un resultado que sólo debe ser valorado por el médico que lo solicita. En el caso de las mutuas de accidentes laborales, al tramitarse la baja por aislamiento en caso de una PCR positiva, se activa el protocolo para el inicio del programa de vigilancia epidemiológica, tal y como se viene realizando con los pacientes que acceden al sistema sanitario a través del hospital o centro de salud.

   Desde la administración se actúa para todos los casos por igual y lo que determina el inicio en la  actuación de los profesionales sanitarios es la aparición de los síntomas compatibles con el Covid-19 y el resultado positivo de la PCR, momento en el que comienza la atención sanitaria y el rastreo de contactos de estos pacientes.

P. Por último, hablemos del conflicto con el derecho a la privacidad. ¿Se queja la gente cuando les llaman o participan voluntariamente? ¿Qué opina sobre aplicaciones móviles para controlar a los contagiados?

R. Estamos hablando de una situación de pandemia que es un problema de salud pública, con consecuencias muy perjudiciales para la ciudadanía,  por tanto, cuando se detecta un caso positivo, el aislamiento del paciente y sus contactos deja de ser voluntario y pasa a ser obligatorio, para garantizar que otras personas no se contagien y puedan enfermar.

   Voluntario ha sido y es la participación en el estudio de seroprevalencia que se está realizando actualmente en nuestro país, para el que fueron seleccionados 36.000 hogares cuyos miembros han sido llamados a participar de forma voluntaria. En nuestra área de salud fueron seleccionados para este estudio 120 hogares a los que se les está testando y encuestando cada 15 días en tres oleadas diferentes.

   En cuanto a las aplicaciones móviles, aún queda mucho por descubrir; y esperamos que los avances tecnológicos faciliten el diagnóstico, vigilancia y control de los casos y poder hacer, cada vez con más éxito, la contención de los contagios e impedir que situaciones como las vividas en los meses anteriores vuelvan a producirse.