Sabores y aromas tradicionales en la II Feria Agroalimentaria de Villafranca

Una iniciativa de la Concejalía de Agricultura y Medio Ambiente del Ayuntamiento manchego.

Sabores, olores, aromas tradicionales se mezclaban en la plaza de España de Villafranca de los Caballeros (Toledo) en la II Feria Agroalimentaria que organiza la Concejalía de Agricultura y Medio Ambiente que dirige Juan José Gómez, quien junto al alcalde, Julián Bolaños, inauguraban el evento.

Vinos, aceites, azafrán, miel, quesos, embutidos, encurtidos, cerveza artesana y repostería típica manchega encontraban en este espacio un escaparate para lanzar sus productos, para recordar a vecinos y visitantes la gran riqueza que ofrece nuestra tierra.

Alimentos de calidad que, en algunos casos, han conseguido reconocimiento nacional e internacional como los vinos de la Bodega Cerro Mayoral, acogida en la DO La Mancha o que han conseguido traspasar fronteras como el aceite ecológico Velador de la Cooperativa Santo Cristo de Santa Ana, donde bajo la misma marca comercializan el mejor azafrán del país.

Y si hablamos de queso manchego, El Consuelo de Madridejos sorprendía esta feria con un cremoso para untar elaborado con ajo negro de Las Pedroñeras y miel, aportando así una de sus novedades gastronómicas. Y desde la vecina localidad de Herencia (Ciudad Real) llegaba precisamente la miel ecológica y natural, de la mano de Apiecoher. De la también ciudadrealeña Bolaños de Calatrava llegaba “Conservas Castro”, con sus típicas berenjenas y otros encurtidos típicos, así como su pisto manchego y tomate frito natural. Una marca de confianza que también se ha ganado un espacio en muchos de los supermercados de la comarca.

La empresa local Inzanjis aportaba los embutidos frescos y de elaboración propia desde 1984, año en el que convirtieron la tradición de la matanza en negocio. Un matadero propiedad de la familia Zamora, dedicado a la fabricación de embutidos, sala de despiece y saladero de jamones.

Otra de las firmas locales que se presentaba en esta feria era “El Obrador de Clara”, repostería tradicional manchega. Magdalenas, rosquillas, bartolos, tortas, sequillos... toda una gama de productos de fabricación propia y bajo las directrices de las recetas de la abuela.

Finalmente, también desde Herencia (Ciudad Real) La Maldita llegaba con su cerveza artesana manchega elaborada con productos tradicionales y abriéndose paso en este complicado mercado.

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