Alicia Fábrega, una alcazareña en la novena edición de MasterChef

Reencontrarnos con Alicia Fábrega, periodista alcazareña, becaria en el desaparecido Canfali, ha sido un placer y toda una sorpresa. Y más, verla en TVE, concursando en la novena edición de MasterChef. Una sorpresa que desde elsemanaldelamancha.com hemos querido compartir para dar a conocer su participación en el concurso, despertar el interés de sus paisanos y apoyarla a través de las redes sociales.

Alicia (@AliciaMChef9) es una alcazareña de corazón que lleva viviendo 17 años en Barcelona, donde trabaja como directora de Marketing de varias revistas de moda y tendencias. Pasó su infancia en Alcázar de San Juan, como alumna de las Trinitarias y del instituto Miguel de Cervantes. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y, cuando terminó la carrera y los dos años de doctorado, se marchó a Barcelona, donde ha permanecido todos estos años, aunque explica que siempre que puede vuelve al pueblo para ver a su madre y hermana. Desconocíamos sus cualidades para la cocina; y en ellas hemos centrado la siguiente entrevista. Según vamos viendo en el programa, su paso por el concurso se presenta muy, muy interesante...

PREGUNTA- ¿Alicia, qué supone para ti participar en este concurso?

RESPUESTA. Ser uno de los 15 aspirantes escogidos, entre 70.000 personas que se han presentado esta edición, es un regalo y una oportunidad inmejorable. También supone una gran responsabilidad ya que, para muchos, ese sueño de formar parte de la gran familia de MasterChef se ha quedado en el camino. Cuando hice el casting final, en el que ya solo estaban los últimos cincuenta candidatos, hubo momentos muy emotivos y de gran humanidad. Los participantes te relatan muchas de sus experiencias vitales y te das cuenta de que en el fondo eres una privilegiada: hay personas que superan grandes problemas todos los días y, aun así, mantienen la esperanza por lograr sus metas. Es toda una lección de vida y creo que en eso consiste este talent show. Es un ejercicio de superación personal y de compañerismo. El programa enseña también que lo importante no es la meta, sino todo lo que aprendes y disfrutas durante el camino.

     Personalmente ha supuesto dejar aparcado mi trabajo actual (soy directora de marketing y publicidad de tres revistas de moda y tendencias: www.vein.es, www.fuckingyoung.es y www.fuetmagazine.com), para luchar por una pasión que es la cocina. Hacía mucho tiempo que no me retaba a mí misma a esforzarme por conseguir algo. A veces la vida hace que te acomodes en tu trabajo, tu casa y la rutina de tu vida. MasterChef me ha vuelto a recordar que siempre merece la pena luchar por las cosas que te importan. Al mismo tiempo, y aunque parezca contradictorio, me hace valorar mucho mi vida fuera del programa, sobre todo, he echado mucho de menos a todos mis seres queridos.

P. ¿Cómo surge la idea?

R. Es algo muy curioso y divertido. A mí me gusta mucho jugar a las cartas los domingos con mi jefe de las revistas, Eduardo García Llamas, solemos aprovechar las tardes de un sábado o domingo para jugar al “Continental”. Siempre lo hacemos sin dinero, para no enfadarnos, y este juego es ideal porque solo se juega con puntos. Recuerdo que era un domingo, el 13 de diciembre del 2020, y bromeando mientras jugábamos, Edu me dijo que con lo bien que cocino y lo “salá” que soy debería apuntarme a MasterChef. Intentó convencerme diciéndome que, con este año de pandemia, teníamos poco trabajo y era ideal para poder hacerlo. Yo le dije que no me atrevía y que lo haría para la próxima edición. Recuerdo que me fui de su casa a las 21.30h porque en Barcelona, donde actualmente vivo y trabajo, el toque de queda era a las 22h. Al llegar a mi casa y revisar el mail recibí un mensaje que decía “te has apuntado correctamente al casting de MasterChef 9” y ahí empezó todo. Mi compañero me había apuntado sin decirme nada y, además, un día antes de que finalizase la fecha de inscripción… A partir de ese momento fui superando todas las fases y los castings del programa hasta lograr ser una de las aspirantes oficiales de este gran talent de la televisión mundial. Así que mi aventura empezó sin saberlo.

P. ¿Qué te aporta la experiencia?

R. Sería casi imposible describiros con palabras y en una página entera el cóctel de sensaciones que te provoca esta experiencia maravillosa. Vas pasando muchas fases a lo largo del concurso. Al principio sientes mucha ilusión, que se mantiene en todas las fases, pero también un poco de miedo por enfrentarte a lo desconocido, que era para mí la televisión. Yo soy periodista, pero mi entorno natural siempre han sido los medios escritos, nunca he trabajado en tele. Da un poco de vértigo no saber qué te vas a encontrar… Superado ese primer momento, empiezas a disfrutar de lo que realmente te aporta; el programa. Es una escuela acelerada, en cuanto a la cocina profesional se refiere. Es increíble como en muy poco tiempo cambias de ser una cocinera amateur a pensar como un cocinero profesional. A nivel humano, aprendes las bondades del trabajo en equipo, del esfuerzo personal para dar lo máximo de ti y es un ejercicio absoluto de búsqueda de la perfección. Te enseñan a ver la cocina desde el punto de vista profesional, que siempre busca la excelencia. Otras de las cosas que te aporta es aprender a encajar los consejos y las valoraciones de tus platos. Entenderlo no como una crítica, sino como un aprendizaje de gran valor.

P. ¿Te ha gustado siempre la cocina?

R. La cocina ha sido siempre una de mis pasiones, junto con la comunicación. Mis primeros recuerdos en la cocina están vinculados a mi madre, una alcazareña de los pies a la cabeza. Estar con ella en la cocina era uno de los momentos más bonitos del día. A los 8 años me resultaba increíble que un alimento tan sencillo como una patata o un pimiento se pudiese transformar en platos maravillosos: llenos de sabores, olores y recuerdos. Ella me enseñaba como diferenciar que pimientos tenían más carne, como asarlos para que quedasen jugosos, como pelarlos y aliñarlos con aceite, ajo y comino para conseguir un “asadillo” increíble. Todos mis primeros recuerdos en la cocina están fuertemente vinculados a Alcázar de San Juan y a los buenos momentos en familia que se pasan alrededor de la mesa.

     Aún seguimos haciendo juntas muchos platos: el potaje de Semana Santa (con garbanzos, espinacas, bacalao y pelotas de pan – esas tan ricas y jugosas de huevo, azafrán, ajo y perejil-), el tradicional cocido madrileño, el pisto manchego y una gran cantidad de recetas muy de nuestra tierra, que están entre mis favoritas.

     Cuando he tenido la oportunidad de viajar y conocer otras ciudades y países es cuando he empezado a ampliar el espectro culinario, aprendiendo nuevas recetas y tendencias en la cocina. Creo que la cocina es una forma increíble de soñar, viajar y vivir, y que tiene la gran capacidad de hacerte recordar sensaciones y vivencias personales que se guardan en lo más profundo de tu memoria.

     Una de las cosas que más valoro de la cocina es que es un “conocimiento inacabable”. Siempre tienes cosas nuevas que descubrir, mezclar, experimentar. Nunca sabes lo suficiente y nunca se acaba la diversión. ¡¡Además es nuestro combustible para vivir!! No hay mejor forma de quererse a uno mismo y a los demás que alimentarte de forma sana y, como dice Samantha Vallejo-Nágera, con “mucho sabooooor”.

P. ¿Qué puedes contar del rodaje? ¿Cómo fue la relación con tus compañeros, jurado, personal de televisión, etc.?
R. El rodaje es muy intenso, son muchas horas de grabación a la semana que se condensan en algo más de dos horas y media de programa, pero que suponen muchas horas de trabajo de un equipo de casi 500 personas. Cuando ves el equipo profesional que hay detrás te das cuenta del porqué del éxito del programa. Todos los equipos de producción, realización, sonido, dirección, casting, comunicación, peluquería y maquillaje, arte, etc… Te hacen sentir parte de la familia y creo que eso llega a trasmitirse en la pantalla. No os podéis imaginar el gran esfuerzo que hacen para conseguir que se hagan realidad esas espectaculares puestas en escena en plató y en las pruebas de exterior, es realmente alucinante. Desde aquí solo puedo darles las gracias y felicitarles por su gran trabajo, porque cada semana rodando es una gran aventura para todos.

     Los compañeros aspirantes se han convertido en mi gran familia, solo ellos entienden lo duro que es el programa, no solo a nivel físico sino psicológico. Durante la grabación del talent los aspirantes permanecemos aislados para poder concentrarnos en la cocina y en la experiencia. Eso hace que nos unamos aun más y nos sintamos como una piña contra viento y marea. Cocinamos juntos en casa, convivimos todos juntos, nos ayudamos en las pruebas de exterior… somos una familia que vive una experiencia única y todos sabemos que solo la vamos a vivir una vez, por lo que todos la hemos disfrutado al máximo. Me llevo muy buenos recuerdos del programa y muy buenos amigos. No os mienten cuando se dice que es “el talent show más duro del mundo”, ¡¡¡¡pero también es el más gratificante¡¡¡¡

     Una de las amigas que me llevo para toda la vida es María, nuestra paisana de Tomelloso. Así como Vero, aunque no empezamos con buen pie, nos hemos convertido en grandes amigas. Y por supuesto, he adoptado desde el primer segundo a Jose María, nuestro aspirante más joven que es un auténtico amor.


 

P. ¿Cuáles crees que son las mejores cualidades que debe tener un buen cocinero?

R. Para un cocinero profesional veo que las mejores cualidades son el orden, la limpieza, la organización, la dedicación, el esfuerzo, la creatividad y el respeto por el producto. Pero para alguien con “alma de cocinero” lo más importante es la generosidad y el amor hacia los otros. Cocinar para los demás es un acto de amor absoluto, en el que quieres sobre todo honrar a tus invitados, amigos y familia. A través de la cocina se establecen vínculos muy fuertes entre las personas, es una acción que invita a la bondad y el entendimiento. El “hacerlo con mucho amor” sigue funcionando como secreto de éxito entre los fogones. Yo tengo un mantra que me acompaña desde que tenía dos añitos y es “¡que felices somos!”. La primera vez que lo dije en alto fue cuando nos reuníamos toda mi familia alrededor de la mesa y disfrutábamos de la comida. Así que mi mejor consejo es que siempre disfrutes cocinando.

P. ¿Para terminar, con qué plato nos sorprenderías?

R. Suelo preguntar a mis comensales cuales son sus platos favoritos y les recibo en casa con versiones o fusiones de sus favoritos con otros platos. Me encanta la cocina tradicional fusionada con nuevas técnicas y gastronomía de otras culturas: hacer gyozas de pies de cerdo, tacos mejicanos de oreja, la cocina oriental en todas sus formas, la cocina marroquí… Os podría sorprender con tajín de pato con naranja y pistachos, con unos capellini de pasta fresca casera de calabaza asada con roquefort, nueces y mantequilla de salvia o con un civet de liebre que es muy de nuestra tierra. Me gusta cocinar de todo. Quizás os podría encandilar con unos eclair rellenos de crema de té matcha con cobertura de chocolate blanco. ¡Solo tenéis que pedírmelo que yo me pongo manos a la masa! Nunca me da pereza cocinar, me resulta muy divertido y adictivo. Pero con lo que sin duda os sorprendería es con todas las nuevas técnicas que estoy aprendiendo en MasterChef: esferificar, trabajar con nitro y hacer espumas con sifón forman parte ya de mi día a día.

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