Carta de Luz de La Mancha al presidente de CLM y al consejero de Sanidad

Carta al presidente Emiliano García Page y al consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, solicitándoles una reunión para tratar diversos asuntos, como la falta de personal sanitario en los servicios esenciales, que, a juicio de la asociación, es muy preocupante.

En salud Mental no mejora la situación a pesar de nuestra insistencia, la falta de Psiquiatras e infraestructuras es más que evidente, las plantillas de Atención Primaria, Especializada y en los Hospitales del Área Sanitaria Mancha Centro, a pesar de las demandas del personal sanitario, no se refuerzan lo necesario.

No se medicalizan las Residencias Geriátricas, a pesar de haber fallecido más de 20.000 personas en ellas, ni se refuerzan sus plantillas como es necesario, ni se mejoran sus condiciones laborales, sociales y salariales, que bien se las merecen estás personas que están arriesgando su vida. Los que sí se van a beneficiar son las empresas y grupos empresariales que las gestionan. Estos van a ser los grandes beneficiados, con 15 millones de euros, por el exceso de gastos en la pandemia que ha aprobado el Gobierno de CLM

Otro tanto está pasando con el personal de Ayuda a Domicilio, servicio donde no se amplían las horas de asistencia ni en las nuevas situaciones familiares, no se modifican los criterios de ayuda a las personas y familias que lo necesitan con la nueva normalidad o anormalidad. Los Aytos y las Comunidades Autónomas no mueven ficha.

Las Unidades de cuidados paliativos, en los momentos que las familias tienen serías dificultades para atender a sus parientes en estado tan crítico, tampoco se están reforzando.

Lo primero es atender las consecuencias que se derivan del coronavirus 19, pero esto no debe ser a costa de no atender debidamente el resto de las patologías y especialidades sanitarias, bastante retraso hay ya en las listas de espera quirúrgicas y en las pruebas diagnósticas. Lo que hace falta en Sanidad, en Educación y en otros Servicios Esenciales, es la “contratación de más profesionales”.

A la Ministra de Educación le vienen preguntando en las entrevistas que le hacen últimamente ¿De dónde va a salir dinero para tanto gasto? Ella contesta con total convicción que el gasto en Educación no debe contabilizar como gasto, sino como inversión... Pues, en nuestra Asociación, decimos exactamente lo mismo, que hay que invertir en Sanidad y Servicios de Bienestar Social.

La aprobación de la renta básica y las ayudas sociales no solo protegen a las personas, que son el principal objetivo, si no que se devuelven a la hacienda pública y a la economía del Estado contribuyendo al consumo de bienes básicos, del cual se benefician los distintos sectores de la económia española, creando a su vez puestos de trabajo.

En este contexto, uno de los problemas más difíciles de solucionar en la asistencia sanitaria de nuestro Área Sanitaria Mancha Centro es la falta de psiquiatras, anestesistas y otros especialistas. Puede que las plazas que se ofertan en los hospitales comarcales de áreas sanitarias rurales como la nuestra, no sean lo suficientemente atractivas por diversas circunstancias. Y por ello, en algunos casos, esos profesionales sanitarios, algunos nacidos en pueblos de esta comarca, prefieren ejercer en ciudades que les son más atractivas laboral y socialmente. Por lo tanto, las autoridades sanitarias e institucionales de la JCCM, Diputaciones Provinciales y Aytos, antes de perder el tiempo en cuestiones de menor importancia, tendrán que darle a la imaginación para incentivar por un lado a los que ya están, para que no se vayan; y por otro lado, para mejorar este área y que resulte atractivo venir.

Los hospitales comarcales en CLM fueron una buena solución, porque acercan los servicios sanitarios a los ciudadanos de pueblos como los nuestros, evitan gastos y trastornos, se convierten en empresas públicas que generan riqueza y empleo y además fijan población, gran parte joven con niños, en zonas donde suele abundar la gente mayor ya jubilada, demandante de atención y de servicios públicos

Esta pandemia ha agudizado problemas que estaban ocultos. Los abuelos, en bastantes casos, han tenido que jugar un papel complementario, cuidando de los nietos en aquellas familias que todavía no se habían disgregado territorialmente. Pero esa protección familiar se diluye cuando los abuelos están en los pueblos, los hijos en las capitales de provincia o cinturones industriales de las grandes ciudades y los nietos, ya mayores, se van con la mochila a cuestas a buscar un empleo menos precario y mejor pagado que el de sus padres.

Si añadimos el declive industrial de España, y los nuevos modelos de familias monoparentales... Hay mucha gente que no tiene pareja o no quiere tenerla, y afrontan solas situaciones críticas como la actual. La MUJER se ha emancipado y ya no juega el papel que antes cumplía de soporte familiar y sacrificio. Es ahí donde las administraciones públicas están obligadas a dar el servicio que nuestras madres y abuelas han dado gratis a la Sociedad y al Estado durante muchos años.

A esta situación hay que darle una solución democrática, a través de la justicia social, con impuestos progresivos, pagando más quienes más rentas y patrimonio tienen, para que los servicios públicos cubran las necesidades básicas que demanda la sociedad actual, ese es el reto.

Las familias no pueden ser el soporte de la atención a las personas dependientes con grandes discapacidades físicas y mentales, son los padres y madres, en pareja o viudo/as, las que se quedan con los hijos con enfermedades mentales discapacitantes y excluyentes, con pocos recursos, que sumados a sus pequeñas pensiones estiran hasta que ya no pueden más; personas con 70, 80 y hasta más de 90 años, van tirando de esa dura carga que sus otros hijos o hijas, aunque la sufran desde la distancia no pueden atender, porque se encuentran en ciudades alejadas de sus padres, yamayores...Y ahí está el problema.

Esa es la cruda realidad, cuando los padres y las madres ya no pueden más o se mueren los hermanos si los tienen, se encuentran con un problema que no siempre pueden resolver. El resultado es la exclusión social de miles de personas, muchas de ellas tiradas en las calles. Ahí es donde se echa de menos al Estado, a las Comunidades Autónomas, y a los Ayuntamientos, sin soluciones, plazas y recursos tanto físicos como profesionales, insuficientes a todas luces, para paliar estas situaciones, que están siendo denunciadas por la OMS y la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo y por la Confederación de Salud Mental España.

Es a las Asociaciones HUMANITARIAS, como Luz de la Mancha, donde estas personas llaman desesperadas, cuando sus hijos no reconocen su enfermedad, no llevan bien sus tratamientos o, por ejemplo, salen en momentos de crisis con el coche en mitad de la noche. Como no están discapacitados por las administraciones médicas especializadas y judiciales para estos casos, vuelven cuando les da la gana y como buenamente pueden, muchas veces en condiciones muy lamentables.

Cuando Luz de la Mancha solicita servicios Asertivos Comunitarios y Unidades de Prevención del Suicidio, para que estas personas tengan un seguimiento profesional, como los hay en otras ciudades de España, no nos estamos sacando ningún conejo de la chistera... Esa es la situación en los pueblos de esta Comarca donde hay cerca de 24.000 personas con enfermedades mentales, 4.000 de ellas crónicas y muy difíciles de abordar.

Por eso, pensamos que en estos y otros casos, la mejor solución es invertir en recursos humanos para atender los servicios Públicos Básicos y Esenciales, para que las personas, familias y colectivos más vulnerables de la sociedad española NO SE QUEDEN ATRÁS y todos juntos de forma solidaria y responsable salgamos de situaciones la mayoría de las veces desesperantes.

Asociación Luz de la Mancha

Pta. Rosario Alberca Vivanco

Secretario Joaquín Arias Abengoza

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