Festejo taurino en la finca alcazareña "Las Cuadrillas"

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El pasado sábado, día 19, a las 7 de la tarde, se dieron cita en Las Cuadrillas, numerosos aficionados para presenciar un tentadero en el que se lidiaron novillos de La Rinconada, de Villamanrique (Ciudad Real), de juego irregular. Sobresalieron primero y segundo, que se dejaron; tercero y quinto, no fueron nada buenos, además con malas ideas; y sin embargo, el que se lidió el cuarto, del hierro de Las Cuadrillas, resultó buenísimo, encastado y con embestidas de clase. Los participantes fueron Víctor Puerto, que cortó dos orejas. Sergio Felipe, que también cortó los dos apéndices; Rafael López, que fue ovacionado; Pablo Bermúdez, dos orejas; y Diego Ortega, ovación.

En primero en intervenir fue el matador de toros Víctor Puerto, que como es lógico estuvo sobrado con el novillo, con el que disfrutó de lo lindo. Al animal le faltó algo de fuerza y recorrido, pero el maestro supo en todo momento por dónde tenía que ir el desarrollo de la lidia. Con el capote estuvo elegante, toreando a la verónica, como lo ha hecho siempre, con una calidad y un temple excepcional; con la muleta dio tandas extraordinarias, gustaron al público y éste ovacionó su labor. Sobresalió esa técnica depurada que tiene; y sobre todo, su temple, que con el paso de los años, como el buen vino, siempre mejora. ¡Qué buen torero es y seguirá siendo si Dios quiere!. Ya hace años le vimos debutar con picadores en la plaza de toros de Alcázar de San Juan, cuando se llamaba Victorín del Puerto. Su trayectoria ha sido y es impecable, con muchos triunfos muy importantes a lo largo de su carrera. El sábado en Las Cuadrillas nos dejó ese buen sabor de boca que dan la veteranía y los años de alternativa.

En segundo lugar intervino el novillero Sergio Felipe, al que teníamos ganas de ver después de una actuación en Madrid que levantó buenas expectativas, quiero decir, de toreo del bueno. Pues sí, efectivamente, no nos defraudó. Tiene un concepto del toreo que nos gusta. Sobrio, serio y de calidad. Y además, algo importante, tiene mucho temple. Tanto con el capote como con la muleta, el sábado en Las Cuadrillas demostró su buen hacer. El público lo vio enseguida y ovacionó con fuerza ese toreo con el que se nace, ese que llevan dentro los que lo llevan... Sergio todavía es muy joven y lógicamente irá a mejor, aunque el sábado nos gustó.

En tercer lugar, Rafael López, aficionado práctico. No tuvo suerte en el sorteo, pues el novillo fue muy complicado, con malas ideas y mala leche. Rafa, al que hemos visto otras veces y sabemos que está preparado y muy puesto, tuvo muchos problemas el sábado con el novillo, aunque los resolvió con valentía y echándo lo que le tenía que echar... Empezó bien de capote y parecía que iba a servir, pero su oponente fue a peor; aprendió enseguida y creó excesivas complicaciones al torero, quien tuvo que solventar la papeleta como pudo. Para nosotros, meritoria su actuación.

El cuarto fue Pablo Bermúdez. Le tocó lidiar un novillo de Las Cuadrillas, el mejor de los que salieron en el festejo, aunque le faltó algo de fuerza. Salió de los toriles muy abanto y sin hacer caso de nada. Nos pensábamos que no iba a servir, pero fue todo lo contrario. Se enceló en los engaños con bravura, fijeza y clase, una bendición de animal. Pablo ya con el capote vio las buenas condiciones del novillo, toreando a la verónica, con gusto y temple. Al novillo había que llevarlo con mimo, pues no le sobraban las fuerzas. Pablo lo entendió a la perfección y ya con la muleta se empleó con buen gusto, recitándole muletazos muy templados, con ritmo y a la altura de las embestidas, consiguiendo la brillantez que la situación pedía. El público supo valorar el buen hacer del torero con ovaciones periódicas, ya que Pablo toreó con mucho gusto, transmitiendo mucho a los tendidos y le vimos disfrutar con la faena. Con la espada, bien; pinchazo en todo lo alto, que fue suficiente. Dos orejas y vuelta al ruedo del novillo. Así que triunfo de ambos. Además se dio la coincidencia que Pablo es notario y el novillo se llamaba también “Notario”.

Diego Ortega fue el quinto de la tarde, pero no se produjo aquello de “no hay quinto malo” pues el novillo que le tocó fue un regalo: lo peor de la tarde. Muy complicado y con mucho peligro. El torero no podía con él y las pasó canutas. Gracias a la valentía que tiene Diego pudo solventar la papeleta a medias, sin desmerecer una faena con muchos problemas para el torero. El público entendió el sacrificio y lo premió con una ovación, reconociendo lo mal que lo pasó.

RESUMEN DEL FESTEJO

Con buena temperatura al principio y con algo de frío y lluvia al final. Resaltar el cante de Cristina Correas desde el tendido, que llenó de pellizco algunos momentos de la tarde; así como la intervención de los subalternos Martín Recio, Luis Carlos Castellanos, Jaime Castellanos y Óscar Castellanos, además de los chicos de la Escuela Taurina de Alcázar.

Buen rato el que echamos el sábado por la tarde en la finca de Las Cuadrillas. Y al final, nos mojamos.

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