SEGUNDA JORNADA DEL JUICIO CONTRA LOS FERIANTES EN LA AUDIENCIA PROVINCIAL

Los familiares y amigos de los feriantes culpan a otro feriante rumano del golpe mortal

La familia y amigos de Buján descartan que el golpe fuese dado por una tercera persona. El capitán de la Guardia Civil que instruyó el caso ha dicho "que al ver la foto de la autopsia tuvo claro que el golpe había sido dado con las pinzas de arranque"

El juicio contra los feriantes de Alcázar acusados de la muerte de Gonzalo Buján ha continuado hoy en su segunda jornada con la comparecencia de nuevos testigos, familiares, amigos o conocidos, en su mayoría, de los acusados o del fallecido. También han declarado el capitán de la Guardia Civil de Tomelloso que instruyó el caso, el secretario, el Jefe de la policía local de Herencia y varios agentes de ambos Cuerpos.

Los primeros testigos en contestar a las preguntas del fiscal y los letrados han sido los familiares de los feriantes, concretamente la mujer, el cuñado, el hermano y el primo de R.C.U, además de un conocido de la familia y otro joven feriante que el día de autos presenció los hechos. Todos ellos, presentes el 10 de febrero de 2018 en el recinto ferial donde ocurrió el suceso, han relatado una versión similar, negando que los feriantes hubieran golpeado al fallecido y culpando del golpe mortal a una tercera persona, otro feriante rumano que esa noche estaba trabajando en la atracción del primo y que, según estos testigos, vino corriendo por detrás, propinó a Buján un fuerte puñetazo en la cabeza y se marchó también corriendo en apenas segundos.

Versiones que no cuadran con los relatos de los amigos del fallecido presentes en el suceso, ni con la opinión del hermano y otro conocido de la familia, extrabajador de Buján, quienes consideran culpables a los dos feriantes y descartan la opción de la tercera persona. Entre esos amigos, coincidiendo con los testigos de ayer, parece claro que el golpe que causó la muerte al joven herenciano fue dado con unas pinzas de arranque, como también parece claro que, en la noche del suceso, nadie esperaba tan trágico desenlace de los acontecimientos, pues los amigos de Gonzalo no dieron apenas importancia al incidente de la orina. Además, tanto el hermano como el conocido han contado que un hermano de los acusados que a veces iba a la empresa a recoger chatarra se presentó un mes después de los hechos para disculparse e intentar "alcanzar un acuerdo o llegar a un entendimiento económico para que retirasen la denuncia".

También han declarado el capitán de la Guardia Civil de Tomelloso para ratificar el atestado y explicar que, dos días después de la muerte de Buján y de haber puesto en libertad al padre feriante (quien la noche de autos fue llevado detenido al cuartel de Tomelloso), visitó la autocaravana del padre feriante aparcada en el paraje de Casa Lucas en Alcázar de San Juan, "para recoger la supuesta arma homicida", unas pinzas de coche con cables que algunos amigos de Buján habían asegurado ver durante la trifulca y que, aunque fueron vistas por la policía en el maletero del coche del padre feriante, no fueron intervenidas porque carecían entonces de importancia. "Fue el día 12, cuando la médico forense me llamó y fui a ver las fotos de la autopsia, al ver un cuadrado de 3 x 3 cm en la cabeza del fallecido, cuando recordé que alguien había hablado de unas pinzas de coche, algún amigo de Gonzalo había dicho que le habían golpeado con unos cables y me quedó claro al ver la foto", ha dicho el capitán para explicar cómo la investigación dió un vuelco y apuntó hacia el padre feriante y hacia las pinzas de arranque. Es por ello por lo que el padre feriante, J.F.C.F fue citado el día 13 directamente en el juzgado de Alcázar, de donde salió, junto a su hijo, para ingresar en prisión provisional (meses después, el padre y el hijo fueron puestos en lilbertad a la espera de juicio, sin que el rumano llegase a ingresar en prisión ni a ser investigado en esta causa).

El capitán también ha referido que en el atestado, atendiendo a las pruebas forenses (que serán vistas mañana en el juicio junto a otras periciales) se habla de una única lesión visible y de que Gonzalo Buján sólo tenía un golpe en la cabeza.

Junto al instructor del caso, también han prestado testimonio agentes de la Guardia Civil que intervinieron en la inspección ocular, en tomar declaraciones y en los reconocimientos fotográficos, así como el jefe de la policía local de Herencia en aquel momento y otro policía que estaba de servicio, quienes por un lado han asegurado que los amigos de Buján "estaban demasiado nerviosos y tuvimos que ir para disuadirles cuando regresaron esa misma noche al recinto para pedir explicaciones a los feriantes"; y por otro lado, han destacado que el padre feriante se mostró "evasivo y reacio", negándose al principio a abrir el maletero del coche donde estaban las pinzas cuando fueron a inspeccionar el lugar del suceso en la noche de autos

El juicio continuará mañana con el examen de las pruebas periciales y forenses. Hay que recordar que los feriantes se enfrentan a una condena de 20 años para el padr y otros 20 para el hijo, si la acusación particular consigue convencer al jurado y al magistrado de que el delito fue asesinato con alevosía y abuso de autoridad; o de 12 años, sólo padre, si sale para adelante la petición fiscal por homicidio. También podrían quedar absueltos si los abogados de la defensa consiguen desmontar todas las pruebas y no quedara probada su participación en los hechos.

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