CARTA ABIERTA A LOS LECTORES DE EL SEMANAL

Santa Quiteria. Análisis básico preliminar del deterioro de la construcción

Por Chindasvinto

“En verdad os digo, que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra”.

Lucas 4, 24

 

              A mediados del pasado mes de enero, se produjo un desagradable evento no por ello menos esperado. Se derrumbó la vetusta y desgastada porticada, dintel, columnas y ornamentación de la entrada al templo de Santa Quiteria sin daños personales afortunadamente, pero dejando aún más en evidencia los graves daños materiales subyacentes. Un problema cronificado ya de deterioro de la piedra y materiales de construcción y estructurales del templo. Solo fue la zona mencionada, pero es de esperar que cualquier día, alguna de las cornisas o parte de techumbre o de algún refuerzo lateral o esquinas, que presentan el mismo aspecto de degradación, sigan el mismo camino que la entrada al templo.

              Duro golpe para la ciudad, que ve caer uno de sus símbolos y para muchos que, aun no siendo de la ciudad, reconocen su valor y su papel de notario de la historia, habiendo representado, en la obra de su vida, de sus casi 500 años de vida, papeles protagonistas en muchos dramas y comedias, que han dado vida y nombre a la ciudad de Alcázar.

              Evidentemente, las dudas y preguntas empiezan a atenazar el ánimo del que aprecia una pérdida, como si de un duelo se tratara. Empiezan los ¿por qué?, repetidamente por qué, intentando, desde la ignorancia, explicar esto o aquello y con esa sensación de disconfort y ansiedad por satisfacer al menos la curiosidad.

              Algo habrá que hacer! Y pusimos manos a la obra. Mi colega y compañero Javier Mata Peñuela, amigo desde hace más de 40 años, me alertó de lo ocurrido, a sabiendas de que me iba a interesar, pues no en vano días antes habíamos compartido agradable charla sobre los monumentos de Alcázar y hechos históricos allí ocurridos. Pedí a su hermano, Juan Bautista unas fotos del templo, que tuvo la enorme gentileza de hacer , tanto de zonas afectas como de otras en principio sanas y enviarlas para el siguiente paso, ya que yo vivo a más de 400 km de Alcázar y la pandemia se encontraba en pleno auge.

              Con las fotos me dirigí a un arquitecto conservador de patrimonio (Jesús Muñoz Trillo) y casualmente también compañero y amigo, tanto mío como de Javier, al objeto de conocer su opinión. Tras una breve explicación de los acontecimientos, fotos en mano y después de hacerme preguntas sobre clima, vientos, diferencial de temperaturas, existencia de fauna y flora y otras informaciones de interés que ya había tenido la precaución de recabar, me dijo (entrecomillo y pongo en cursiva, pero no son así de literales las palabras de su comentario, por no recordarlas con exactitud, aunque sí su contenido y esencia): “Esto no es un problema de arquitectura, ni de ingeniería, esto es un problema químico. El peor enemigo de la piedra es el agua; tras el hombre, claro, porque éste no se preocupa de prevenir y mantener. El agua va diluyendo minerales y formando sales que al hidratarse y deshidratarse desestructuran la piedra haciendo que pierda sus propiedades físicas de dureza, resistencia, tensión etc. Si además añades al tercer enemigo que son las palomas tanto más si hablamos de monumentos …” No hacía falta más. Puso luz en el camino al decir que él no haría nada hasta conocer la composición química y estructura de la piedra, porque era como andar a ciegas por un sendero de alta montaña. Solo evacuar de allí a las palomas, ofrecerles otro habitáculo y la base de esto también es un problema químico y no la paloma en sí. El ácido de los excrementos de las palomas provoca corrosión, oxidación de los metales y el deterioro general de los diferentes materiales constructivos de los edificios. Por no hablar del impacto estético.  El agua de lluvia disuelve y arrastra los compuestos solubles de los excrementos acumulados de estos animales, cuyo efecto corrosivo sobre la piedra y todo el material que no sea piedra, provoca atascos de aliviaderos y corrosión de canalones, degradación de las techumbres y otras muchas agresiones a veces irreparables.

              El destino hizo que en esos momentos de contrariedad, tuviera un encuentro con un amigo, especialmente interesado en conocer la historia de nuestro país, con inquietud cultural, con interés por saber sea cual fuere el tema,  químico de profesión e investigador de uno de los Centros del CSIC en Sevilla (D. Manuel León Camacho). Comentamos todas estas cuestiones, tras años sin vernos, y ofreció su colaboración y en la medida de lo posible el uso de los medios de los que podía disponer para ayudar a analizar el mal que estaba afectando a la piedra de Santa Quiteria, con un entusiasmo por el tema poco menos que envidiable. Necesitaba una muestra de la piedra en medio de las altas cifras de ingresos hospitalarios por culpa de la maldita pandemia y a 400 km del lugar de donde obtener la muestra. Ya dentro del CSIC se puso en contacto con diversos Institutos del organismo, recabando información de geólogos, químicos, expertos en materiales y todo aquel que pudiera aportar algo desde el interior mismo de la ciencia y estableció una serie de determinaciones que podían arrojar luz y que podían llevarse a cabo sin que la burocracia ni la pecunia intervinieran en ello. Mi misión quedó reducida entonces a obtener la muestra de la piedra.

              También tengo la suerte de conocer, a través de Javier Mata, con el que guarda una gran amistad, a D. Miguel Ángel Martínez. Es el jefe de la Policía Local de Alcázar, persona comprometida y servicial y con aficiones compartidas que una vez enterado de la situación se encargó de mandar por mensajería a su cargo un trozo de la piedra que aún yacía en el suelo tras el derrumbe. De igual modo, Miguel Ángel Martínez ha aportado, por cortesía de la empresa municipal del agua, el último análisis disponible en el pozo de extracción de Perdigueras-1. Un amplio y exhaustivo análisis al objeto de verificar si la composición química del agua podía, por filtración y capilaridad dejar huella salina en la piedra del edificio, lo cual agradecemos a los responsables de la Empresa Municipal del Agua.  Estábamos listos para empezar.

             Todos estos pasos iban siendo comunicados vía teléfono a la persona que los divulgará de forma exhaustiva y exquisita, aunque sea un domingo de Ramos en la madrugada, ya que la encontrarás trabajando, siempre animosa, siempre trabajadora y siempre ofreciendo su apoyo, ayuda, colaboración suya y de su periódico para cualquier gestión o necesidad. Persona también comprometida. Y como el que siembra recoge, lo que quizá no sepa es que su periódico por estas y otras cosas, se está leyendo a miles de km, en Argentina por una élite política de orígenes gallegos y manchegos, ha ampliado sus visitas en ámbitos académicos de Madrid, en varios ámbitos de Andalucía y en algunos círculos económicos bastante poderosos con sede en Madrid, pero con implantación en todo el país. Está bien para un diario digital local con influencia comarcal no?. Mérito de Rosalinda Tejera y su equipo.

1. Condicionantes climáticos y geológicos comarcales sobre el templo la ciudad.

1.1.  SUELO, SEDIMENTOS FLUVIALES Y MARINOS E HIDROLOGÍA

Intentando ser muy breves para no descentrar el tema sólo haremos mención a algunos factores que pueden ser determinantes en lo que nos ocupa.

Alcázar está situado en una cuenca fluvial endorreica, es decir una cuenca fluvial que no tiene salida al mar y que tiene un suelo compuesto por materiales de sedimentación con unas particularidades que le dan entidad propia. Es un llano donde los cauces fluviales tienen un mal encaje, no hay pendiente y el agua acaba por penetrar al interior del subsuelo teniendo como resultado final la formación de ese gran acuífero, el 23 cuando se llega a alguna capa impermeable. Cuando aparece una zona del suelo más declive el agua sale o se deja ver en superficie. La saturación de agua según el régimen de lluvias puede hacer que rellenen o vacíen las acumulaciones de agua superficial que constituyen los complejos lagunares de la zona. La horizontalidad manchega conjuntamente al escaso poder erosivo de los ríos favorece la existencia de procesos endorreicos donde las arcillas triásicas y yesos actúan como sustrato impermeable de estas formas lagunares. El endorreísmo es el proceso por el cual los cursos fluviales ante la imposibilidad de conectar con otros afluentes y ríos van a parar a zonas deprimidas topográficamente. Afloran entonces lagunas de profundidad escasa (60 cm. de máximo) alimentadas fundamentalmente por las aguas de escorrentía.

En la Figura 1, tomada de (Carricondo Sánchez, J.F et al. 2008) nos podemos hacer una idea de las capas de suelo y de los afloramientos de materiales más antiguos por fracturas del suelo debido a la actividad sísmica o simplemente erosiva.

Fig.1. Composición y localización de los sedimentos que dan lugar al suelo y subsuelo de Alcázar desde el terciario cuando el mar llegaba con transgresiones y regresiones configurando esos suelos. Las fracturas de estas capas hacen aflorar sedimentos de época muy arcaica. La capa impermeable es la representada en rosa. Tomado de Carricondo Sánchez, FJ et al, 2008)

Fig. 2. Socavón formado en la zona de Daimiel donde se puede observar el nivel alcanzado por el acuífero. Foto tomada de Pablo Lorente. “La Tribuna de Ciudad Real”.

Como buena prueba de lo anteriormente dicho y para demostrar como el agua tiene un importante papel en la conformación y orogenia de la zona de Alcázar de San Juan, así como ésta puede influir en las construcciones de Alcázar, se presenta la Figura 2, en la que puede observarse como las aguas del acuífero 23 llegan a situarse a muy pocos metros de la superficie.

1.2.  CLIMA

El clima de Castilla-La Mancha es mediterráneo con un marcado carácter continental, a 646 metros sobre el nivel del mar, denominado mediterráneo continentalizado y con las escasas lluvias se considera también localmente estepario. Es parecido al clima mediterráneo típico pero con características de climas continentales, de temperaturas más extremas. Este clima no recibe la influencia del mar, por lo que las temperaturas son mucho más extremas, veranos con mucho calor e inviernos bastante fríos con una oscilación de 18,5 °C. La estación estival es la más seca y se superan con gran frecuencia los 30 °C, alcanzándose esporádicamente más de 35 °C. Sin embargo, en invierno es frecuente que las temperaturas bajen de los 0 °C, produciéndose heladas en las noches despejadas de nubes y nevadas esporádicas. La temperatura media anual es de 15, 2 ºC.

La pluviometría media anual es escasa, de unos 380 mm al año. El mes más seco es julio con 7 mm y el más lluvioso octubre con 48 mm. A su vez julio es el mes más cálido con una temperatura promedio de 27,2 ºC y el más frío es enero con temperatura promedio de 5,2 ºC.

Debemos quedarnos aquí con la amplitud térmica y con las heladas nocturnas, ya que ambas sobre la piedra, actúan produciendo microfracturas y desgaste excesivo, en las que se depositan sales diluidas por la lluvia y agua. Por la noche, esta agua se hiela aumentando de volumen, lo que fractura más la roca. Las sales resultantes de la mezcla de componente de la piedra y su dilución en agua, también se depositan, se hidratan y deshidratan produciendo cambios de volumen además de reacciones químicas corrosivas que afectan gravemente a la piedra.

En cuanto a los vientos, la localización en llano, la hace asimilable a la clasificación de los vientos que hacen en la vecina Campo de Criptana. Hasta doce direcciones de viento describe la sabiduría popular a los que asignan un nombre (Ábrego hondo, ábrego alto, cierzo, solano alto, solano mediodía u hondo, solano fijo, moriscote, matacabras y toledano…) y que han llegado a condicionar la construcción de los molinos de viento característicos con doce ventanas en su parte alta con una disposición asimétrica que no depende del azar sino de la disposición en la dirección de cada uno de los vientos para mejor aprovechamiento de los mismos. Doce vientos que se han contado en esta localidad. Por tanto es fácil deducir que el viento puede venir en cualquier dirección con mínimas diferencias locales. A esa altura suele ser más frio que a nivel del suelo en un lugar a nivel del mar. Este viento o estos vientos son enemigos mortales de la piedra, puesto que a la propia erosión del viento hay que añadir las partículas que éste lleva en sus pensión y que actúan sobre la piedra como si de un papel de lija gruesa se tratara produciendo un grave daño erosivo a la piedra.

2. Breve iconografía de los daños.

Seguidamente añadimos al texto iconografía fotográfica, aunque es somera, ya que se necesitarían unas imágenes muy detalladas de algunas zonas. Pero, con lo que aquí se muestra, se pueden ver a grandes rasgos algunas lesiones en la piedra que no se necesita de ninguna formación específica para apreciarlas. Todas las fotos están en formato JPG añadidas al texto (parte inferior) y se pueden ampliar para ver detalle más cerca.

                  

Figura 3, 4 y 5: Visión general de la portada, sin poder ver el dintel superior cubierto como protección. La pared frontal asimétrica con humedades parcheadas que parecen provenir del suelo por capilaridad. Las columnas, que parecen más ornamentales que parte de la estructura no necesitan comentario, son arena un poco compactada. En la Figura 4 el detalle acerca la columna izquierda cuyo aspecto no necesita palabras, solo induce a pensar en el motivo por el que no se ha caído antes, con una erosión en capas, lajas o láminas que se han ido desprendiendo paulatinamente. Se aprecia la sillería de los alrededores sin unión correcta de los sillares que dejan auténticos coladeros de agua aparte de la que está subiendo del acuífero situado justo debajo por capilaridad. Incidiendo en la Figura 11 que veremos después con más detalle, puede apreciarse en la parte superior o planta de arriba dos refuerzos, uno de ellos con aspecto de haber sido restaurado en época reciente, el otro en un estado de degradación  con pérdida de masa pétrea que resulta muy llamativo y además, como en casi todas las fotos, tenemos inquilinos poco deseables, palomas, muchas palomas y posadas en techo y en adorno cintado periférico al cual faltan trozos enteros que ya han caído al igual que las cornisas en gran parte de su extensión.

En la Figura 9, apreciamos la columna derecha, pero si nos fijamos en la base, con una gran y profunda grieta. Ha iniciado el camino de la columna izquierda y humedades de la sillería como en el lado izquierdo de la porticada. En la Figura 8 sí que apreciamos grave deterioro también del capitel de la columna, desgastado hasta límites que impiden apreciar su forma original, y repleto, junto con la parte visible del dintel central de heces de paloma. Afortunadamente estas columnas no parece que tengan misión estructural importante y en su caso se podrían sustituir.

En la Figura 10 se aprecia humedad parcheada donde quizá el agua penetre por alguna grieta del hueco del ventanal, pero no se aprecia, es una afirmación meramente deductiva, cerca y envolviendo al hueco de una ventana y una cornisa completamente desecha entre planta baja y alta en la parte derecha del templo.

Para ser breve, la última foto Figura 11 está puesta para mostrar la abundancia de palomas en la techumbre y la desprotección del muro lateral con resto de al parecer un derrumbe previo con un resto de murete a todas luces inestable. La desnudez de ese paramento no es nada aconsejable. Hay quien escribe que “la culpa es de los curas por la casa que se han construido”. Lamento discrepar y si algo está haciendo esa casa es reforzar y proteger el muro en ese lateral, al menos la parte baja.

3. Análisis físico químico de la piedra de construcción.

En la figura 12 se presenta la muestra de piedra tomada para su posterior análisis y que corresponde a la columna izquierda de la portada que aparecen en las figuras 4 a 9. En un principio se podría pensar en una arenisca, con un componente de óxido de hierro muy elevado que es el que le da esa tonalidad rojiza.

Para poder abordar el estudio de un posible tratamiento de la piedra arenisca utilizada como sillería en la iglesia de Santa Quiteria (Alcázar de San Juan), se ha procedido a realizar un análisis físico-químico previo de dicho material.

En la muestra inicial (imagen 12) se observan unas pequeñas formaciones cristalinas, presumiblemente de yeso, y tal y como se aprecia en la imagen 13 la muestra se reduce a polvo tan solo con la fuerza ejercida con las manos, (cuando se iba a proceder a deshacer la piedra con una molturadora nueva que evidentemente no se necesitó) lo que indica una patente falta de resistencia y deterioro terminal de propiedades físicas:

- 1º. Una parte de la muestra reducida a polvo se lixivia con agua destilada y sobre la disolución resultante se procede al análisis de sales solubles, encontrándose los siguientes valores de aniones:

- Cloruro:…….. 1500 miligramos por kilogramo de roca (ppm) (*ppm= partes por millón)

- Nitrato:……..    235 miligramos por kilogramo de roca (ppm)

- Sulfato:……… 3334 miligramos por kilogramo de roca (ppm)

Conductividad eléctrica a 25ºC: 1440 µSm/ cm (más conductividad cuantas más sales en disolución y es elevada)

Conductividad Eléctrica del agua del acuífero Perdigueras-1:  675 µS/cm a 25°C ±4%

              Estas altas conductividades indican que en ambos casos, tanto en la piedra como en el agua del acuífero, hay abundantes sales que condicionan una alta conductividad.

Fig. 14.  Afloramiento de arenisca rojiza muy próxima a la cantera del templo. Es una arenisca rojiza con alto contenido en Sílice. Tomado de Carricondo Sánchez, FJ et al, 2008.

Fig. 15. Afloramientos de yesos por toda la zona noreste de Alcázar. Tomado de Carricondo Sánchez, FJ et al, 2008.

- 2º.- Llama la atención el alto contenido en iones sulfatos y cloruros. La pauta observada en estos parámetros es la misma que se observa en las aguas procedente del pozo Perdigueras 1-Alcázar de San Juan que presenta valores elevados de cloruros sulfatos y conductividad eléctrica. Por otro lado, son especialmente llamativos los niveles de sulfato, lo que concuerda con la existencia de yacimientos de yeso en la zona de donde fue extraída inicialmente la piedra, todo esto queda patente en un estudio que se acompaña del patrimonio geológico y paleontológico de Alcázar de San Juan, publicado en 2008 por el Patronato Municipal de Cultura de Alcázar de San Juan y realizado por Carricondo Sánchez, J.F et al.

- 3º.- Se ha llevado a cabo sobre la muestra restante un diagrama de rayos X, de este diagrama preliminar se pueden extraer las siguientes conclusiones:

La muestra contiene una cantidad importante de yeso (sulfato cálcico dihidrato) y bastantes cloruros (al igual que ocurre en las aguas freáticas). Si los cloruros estuvieran en baja proporción no se apreciarían bien a los rayos X, y en este caso se aprecian. La presencia tan abundante de yeso se debe, como se ilustra en las figuras 14 y 15, a los abundantes afloramientos de este mineral en la zona de Alcázar, de donde se extrajo la roca arenisca para la construcción

De los resultados del diagrama de rayos X (figura 16) se desprende, además, que la roca tiene los siguientes componentes minerales:

-Cuarzo:………………………………………….83%

-Carbonato cálcico (calcita)…………….6%

-Feldespatos (Na-K) ……………………….55-52%

-KCl- ………………………………………………39 %

-Yeso (sulfato cálcico hidratado) -…..32%

Figura 16. Diagrama de difracción de rayos X

Si se dan por válidos los resultados del diagrama de rayos X, se puede deducir que la roca, en un principio, corresponde a una roca sedimentaria, arenisca calcárea o calcarenita donde, posiblemente, los feldespatos y la calcita se están alterando dando lugar a los sulfatos.

La roca debe presentar una porosidad un tanto elevada y, muy presumiblemente, cierta estratificación diferencial, lo cual son factores que facilitan la entrada de agua y la formación de sulfato cálcico hidratado (yeso) y cloruros en los poros y zonas de fracturas y más externas de la roca, que facilitan la fracturación interna de la roca.

Evidentemente, la roca presenta la patología propia de alteración de procesos principalmente geoquímicos por interacción con agua, ya que hay zonas de la iglesia que, en principio, no presentan alteraciones ni fracturas significativas.

- 4º.- Los resultados semicuantitativos de la composición mineralógica por difracción de rayos X dan una idea aproximada del tipo de roca. No se observan óxidos de hierro o mineral asociado. Los sulfatos y cloruros, según se desprende del DRX, deben de estar en una proporción muy elevada, ya que el poder reflectante de estos minerales es muy bajo en relación al del cuarzo.  No se observan nitratos, pero no significa que no estén presentes, al igual que ocurre con el hierro, que en la técnica empleada no se observan.

4. Degradación de origen vegetal-animal.

Otros problemas que se intuyen de las imágenes iniciales es la existencia de una importante colonia de palomas. Las palomas tienen un impacto directo sobre las poblaciones urbanas, puesto que causan daños en la salud del hombre, así como otros físicos y estéticos al patrimonio cultural, en especial al edificado. Sus hábitos alimenticios basados en granos y frutos, su condición de vivir en sociedad y adaptarse a las condiciones urbanas, con un índice de reproducción alto, las convierte en un factor determinante en el deterioro de nuestro patrimonio, principalmente en las fachadas de nuestros edificios históricos.

En primer lugar, se puede considerar "agresiva" la acción mecánica provocada por las uñas y el pico de las palomas sobre los materiales constructivos, como los aplanados y las piedras. En segundo lugar y quizá más importante, es el daño causado por el excremento depositado sobre estos materiales pues, además de ensuciar las fachadas, anulan cualquier tipo de limpieza que se realice sobre los monumentos, dificultando su adecuada conservación.

El excremento de las palomas al mezclarse con la lluvia, el aire y diversos contaminantes ambientales, comienza a deteriorar los materiales de construcción, dado que favorecen el crecimiento de microflora que producirá ácidos y otros metabólicos que deteriorarán los materiales. Como consecuencia de esta actividad metabólica, empieza a haber efectos indeseables desde el punto de vista estético, como el que los aplanados se desprendan y los materiales pétreos se carcoman ocasionando una desintegración progresiva de los materiales, que con el tiempo afecta la integridad del monumento. Con frecuencia estas alteraciones se reconocen claramente y pueden correlacionarse con la presencia de organismos vivientes como líquenes, algas, etc. En otros casos resulta imposible reconocer a simple vista el agente biológico involucrado en la alteración y solamente con análisis de laboratorio se puede detectar.

El proceso del biodeterioro de los materiales no puede considerarse como un fenómeno aislado; de hecho, siempre ocurre aunado a otros procesos ya sean físicos, químicos o fisicoquímicos con los que están íntimamente ligados.

El excremento de las palomas al mezclarse con la lluvia, el aire y diversos contaminantes ambientales, comienza a deteriorar los materiales de construcción, dado que favorecen el crecimiento de microflora que producirá ácidos y otros metabólicos que deteriorarán los materiales. Como consecuencia de esta actividad metabólica, empieza a haber efectos indeseables desde el punto de vista estético, como el que los aplanados se desprendan y los materiales pétreos se carcoman ocasionando una desintegración progresiva de los materiales, que con el tiempo afecta la integridad del monumento.

El excremento de las palomas contiene compuestos químicos como nitratos, sulfatos y sulfitos, que sirven de medio de cultivo para el desarrollo de hongos y bacterias capaces de crear condiciones favorables para que microorganismos que pueden vivir sin oxígeno (anaeróbicos), entren en función, deteriorando la pintura, los aplanados y la piedra.

El grado de acidez del agua de lluvia en las grandes ciudades es alto, lo que favorece el deterioro de los materiales con que están construidos nuestros edificios. En especial los pétreos que al entrar en contacto con el excremento de las palomas, por su composición química, actúan como corrosivo, propiciando las condiciones necesarias para que las bacterias se desarrollen. Los hongos que se reproducen en el excremento también deterioran los monumentos.

Los mecanismos de deterioro causados por los microorganismos son mecánicos y químicos, pudiéndose dar juntos o por separado. Los materiales de construcción utilizados en nuestros monumentos históricos son alterados tanto por el excremento de las palomas, como por los microorganismos relacionados con éste.

Además, hay que tener en cuenta la erosión física y química que sufre la piedra, debida, por una parte, a la meteorología y características de la zona geográfica y por otro lado a la existencia en la zona de acuíferos que van penetrando en la piedra provocando patologías importantes.

Para aminorar el problema causado por las palomas, Se han utilizado:

1. Métodos explosivos para ahuyentar a las palomas y el uso de armas para matar algunas y que las demás relacionen el estallido con la muerte. Este método podía descartarse por salvaje, aunque no son pocos los lugares en qué se ha hecho.

2. El uso de mallas sobre las fachadas, que a lo lejos son casi imperceptibles, evitan que las palomas aniden sobre los elementos arquitectónicos.

3. El uso de sustancias químicas como venenos de infección, venenos de contacto, repelentes y gametocidas orales o por contacto. En el caso de los repelentes se aplica el producto en el sitio que se quiere proteger. La manipulación del hábitat, que consiste en modificar el medio ambiente de las palomas, haciéndolo adverso o menos atractivo para ellas, como los picos de protección colocados sobre los elementos arquitectónicos.

4. El uso de depredadores naturales como los gavilanes o los gatos, equilibran la población de las palomas, disminuyendo el grado de deterioro de los edificios.

Es importante mencionar que todos los métodos que se lleven a cabo para controlar la población de las palomas deben basarse en el conocimiento de las leyes ecológicas. Muchos de los expertos en control de aves señalan que las matanzas masivas son poco recomendables porque alteran el equilibrio ecológico. En cambio, propiciar que las aves abandonen el área en las cuales están causando daño, es un método más adecuado y más convenientes desde todos los puntos de vista.

En la Catedral de Sevilla, con idéntico problema respecto a las palomas, se colocó un sistema de fino cableado imperceptible que genera campos electromagnéticos, totalmente respetuosos con la vida de los animales pero que al menos vayan a crear estos problemas a otro lugar. No muere ninguna paloma, solo emigra donde tenga mejor y más tranquila vida. A buen seguro que en Patrimonio del Ayuntamiento de Sevilla estarían encantados de poder ayudar. Este periódico, estaría dispuesto a ofrecer la información si se le demanda.

5. Ampliación de estudios

Se recomienda, antes de tomar cualquier decisión proactiva sobre la piedra y completar el diagnóstico de la patología de la misma, ampliar el estudio petrográfico mediante:

1. Análisis por lámina delgada.

2. Análisis de detalle por microscopía electrónica de barrido (SEM) de la porosidad y de la piedra en general (cristales minerales, su disposición espacial, etc.)

3. Además de las ya determinadas, ampliar la determinación de sales solubles presentes

4. Determinación del contenido en hierro en forma de óxidos, ya que el hierro no se ve en el diagrama de Rayos X.

5. Análisis visual detallado de lesiones de la piedra en construcción y análisis comparativo de la piedra de sillería del templo con la piedra de la cantera original de donde se extrajo la piedra

6. Ampliar el estudio por diagrama de rayos X

En resumen, se recomienda un estudio en profundidad de la piedra, al objeto de caracterizar la roca y determinar las causas de algunas patologías que sufre, pudiendo entonces establecer medidas correctoras para minimizar o paliar el continuo deterioro.

7.- Conclusiones generales

1º. A raíz de todo lo anteriormente expuesto se puede concluir que la piedra utilizada en la construcción de la iglesia de Santa Quiteria (arenisca extraída de la zona de Alcázar de San Juan), sufre un importante deterioro debido a múltiples factores, algunos de los cuales han sido abordados de forma preliminar. Lo realmente llamativo es la cantidad tan desproporcionada de yesos, incluso visibles macroscópicamente. Por el agua de lluvia y la disolución de las sales, en muchas rocas de muchos lugares se pueden acumular pequeñas cantidades de yeso, pero en este caso, la cantidad de esta sal de calcio es extraordinariamente elevada para lo que en condiciones normales debería haber.

2º. Cabe destacar que la iglesia se encuentra sobre un acuífero, cuyo nivel freático en ocasiones está muy próximo a la superficie, lo que hace que el agua penetre por capilaridad en la piedra provocando humedades y erosión mecánica (cambio de estado del agua en función de la temperatura) y química, por la deposición de las sales minerales que se encuentran en el agua. La presencia de yeso también modifica las propiedades físicas de la roca en cuestión, justificada por los afloramientos de este mineral en las zonas de canteras.

3º.  La composición del agua de la zona está consonante con la de la piedra en cuanto a la cantidad de sales, por ello la alta conductividad de agua y piedra (a mayor contenido de sales disueltas mas conductividad eléctrica). Pero el agua subterránea a pesar de ser un factor importante de las lesiones pétreas vehiculizando sales por capilaridad hacia la piedra, no es el determinante único de que haya tal nivel de deterioro.

4º. Existe, además, una marcada erosión por las condiciones climatológicas de la zona de Alcázar, especialmente provocada por vientos, lluvia y cambios bruscos de temperaturas, pero estos no son específicos del templo de Santa Quiteria, son comunes a la enfermedad de la piedra sea cual sea su localización en las mismas condiciones de clima y orografía.

5º. Finalmente, y no menos importante, existe una alteración-degradación de la piedra por agentes biológicos, tales como la nutrida colonia de palomas que habitan en el templo y por ende el ataque químico de la piedra por los ácidos del guano de los animales y la corrosión que provoca la proliferación de microflora y fauna que este elemento genera.

6º. Esta diversidad de agentes que provocan el continuo deterioro de la piedra de sillería utilizada en el templo debe ser estudiada en mayor profundidad al objeto de determinar cuáles de ellos son los más lesivos y poder salvar un elemento tan representativo del patrimonio artístico alcazareño y español.

Este informe, ha sido elaborado conjuntamente con los consejos, argumentaciones y bien hacer científico de D. Manuel León Camacho, químico investigador del CSIC y un servidor de usted, el foráneo de Alcázar.

Adjuntamos archivos con los análisis realizados para mayor estudio (pdfs adjuntos en la parte inferior)

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