El artesano de Albacete Luis Machí, único en el mundo en descifrar la formulación secreta para transformar la arena en cristal

El vidriero artesano de Albacete consigue su propia piedra filosofal y descifra el secreto de la formulación para hacer su propio vidrio, y de él su artesanía

Mucho calor, horno, fuego y un espíritu apasionado que contagia. Así es Luis Machí, el único artesano de vidrio soplado que existe en Castilla-La Mancha. Cinco en España que lleven a cabo sus piezas con esta técnica.

Luis Machí no cuenta lo que muchos artesanos, cuya historia comienza con la de sus antepasados. Una herencia impagable. No. Luis Machí es distinto desde el principio de su historia y amor a la artesanía, y él nos lo cuenta de otra manera, la suya.

Hace  casi 20 años inicié mis estudios y hace 15 monté el taller. Aunque soy de Valencia estudié en Almansa y Albacete, y estuve 25 años en Barcelona. Si queremos sacar la parte romántica de mi vocación -cuenta con una sonrisa contagiosa-, podemos decir que los astros se aliaron y por eso nací en Albaida, un pueblecito de Valencia con tradición en la industria del cristal.

El secreto mejor guardado del vidrio artesano de Castilla-La Mancha

El vidrio se compra en Suecia y el color en Alemania. Ello hace que estos artículos artesanos sean caros.  La genialidad de Luis Machí y su entusiasmo le han llevado a emprender nuevos retos como el que nos desvela.  A mí siempre me ha atraído esto, sobre todo por el fuego, la parte alquímica y me pregunté un día "¿y si me hago yo mi propio vidrio?" 

Como ocurre tantas veces con las genialidades, al principio se rieron de él algunos  vidrieros. Y es que  es uno de los secretos mejor guardados. La fórmula del cristal.

Bueno pues yo lo intenté. Me empapé de libros,  bibliografía, pedí ayuda, por internet y sobre todo, un buen amigo desde México que me ayudó muchísimo. Estuve meses sacando basura del horno... la fundía la tiraba, y volvía a empezar.

Hasta que casi, casi, cuando iba a tirar la toalla, sonó la flauta.

Quiero conseguir el mejor vidrio del mundo

Prueba y error, en el último intento salió... y a partir de ahí he conseguido una formulación y un dossier de formulaciones. No meto nunca la misma formulación.  "Quiero conseguir el mejor vidrio del mundo (...) he conseguido uno de los mejores vidrios del mundo, y te lo dice uno de Albacete", nos cuenta Machí.

"El motor para continuar es la pasión"

Machí trabaja solo en su taller –son técnicas artesanas muy complejas -, por lo que cuando le preguntamos por la continuidad o estrategias de negocio, Machí, con los pies en el suelo y con la cabeza fría de un padre de familia contesta que "el motor que hace que esto pueda continuar es la pasión...no es que venda más, que venda menos... quien compra a un artesano sabe él y sabemos nosotros que está comprando pasión. La artesanía es pasión".

"No compito con el mercado... Creo que quien tiene que competir es quien compra  las piezas. Y si te enamoras, es tuya".

Pero su historia sobre la convivencia entre negocio, pasión y artesanía continúa así.

Yo utilizaba la técnica del fusing, que es la técnica más extendida para fundir el vidrio. Solo el nombre me horrorizaba (...) no me gustan estos anglicismos. Cuando yo entré en la escuela en Barcelona, sabía que terminaría en vidrio soplado.

Francia, Edimburgo, México y Estados Unidos le llevó hasta el vidrio soplado

Tuve que hacer fusing, porque en ese momento era la plaza que había. Aprendí en Francia, en Edimburgo (Escocia) México  y con una beca de Castilla-La Mancha pude ir a Estados Unidos. Allí pude aprender la técnica del vidrio soplado y me di cuenta que eso era lo chulo. Toco una pieza con mis manos, junto al fuego, cuando la tengo a mil grados... nada más alejado de un trabajo mecánico. Es casi magia.

"Perseguía esta técnica antes incluso de conocerla", apostilla Machí.

Cuando volví a mi taller, no me quedó más remedio que seguir con fusing. Porque la técnica del vidrio soplado es una técnica carísima, necesitas mucha energía, hornos muy preparados, y lo que es peor, no solo es cuestión de dinero. La frustración viene cuando ves que para hacer una "pelota", necesitas una cantidad de tiempo impagable.

Pero solo su pasión determinó que desde hace ya casi cinco años transformara su taller y su técnica a las del vidrio soplado.

"Coreografía especial junto al fuego para hacer una pieza artesana, única"

"Para hacer una pieza necesitas casi una coreografía especial alrededor de la nueva creación. El movimiento es coreográfico... es una danza alrededor del fuego. Lo tienes que entender y todo tiene que ir acompasado, armónico. De lo contrario, no lo sacas".

De nuevo con los pies en el suelo, Machí nos cuenta que estos productos artesanos sólo se pagan en Suecia, en Francia, en Estados Unidos. "En nuestro mercado no está valorado".

Yo me defendiendo bien. Estoy apostando mucho en artículos artesanos de iluminación. Por una sencilla razón. Tú compras un jarrón y pagas por un jarrón. Compras una lámpara y vas a pagar, además, por la funcionalidad que te da la luz. Me curro que sea una lámpara súper chula. El acabado tiene que tener también mucho nivel, para así poner en valor  lo mucho que me ha costado cada una de las piezas. Todo ello, cada pieza, me puede llevar una semana.

Los artesanos y los violinistas virtuosos 

Cuando me enfrento  a las casi infinitas posibilidades de la plasticidad que me da este material y ver lo limitado que estoy... pienso en todo lo que me queda por aprender. Lo que siento es pasión, no solo por el material, es trabajar la habilidad que necesitas para conseguir resultados. Es como el violinista virtuoso... tienes que ensayar horas y horas todos los días... incluso los domingos... todo suma. El violinista no puede leerse un manual para mejorar su técnica. El artesano tampoco. 

El sueño de las navidades y la artesanía de Castilla-La Mancha

Machí ha conseguido estas navidades tener su sueño en sus manos. Hacer su propio vidrio con calidad óptica muy alta, claridad e incoloro muy limpio y sin burbujas, además, se funde a baja temperatura y con mucho margen de tiempo en el soplado... es muy blandito y suave para trabajarlo.

"Me haría químico para entender cómo interactúan todos esos elementos para formar el vidrio y los colores".

Y todos los amigos de la artesanía, nos hacemos seguidores de los artesanos, por transmitirnos todos ellos la pasión de Luis Machí en sus piezas.

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