Por encima de esta capacidad artística, Olmedo se refirió a Ángel Arteaga como "un hombre bueno y ausente de vanidad, dotado de un extraordinario sentido del humor que combinaba la palabra medida y la ocurrencia feliz. Resolvía en música cuanto absorbía su mirada de artista plástico, mientras que en lo técnico lucía un oficio de alta calidad y gran belleza artesanal".
EL SEMANAL
03/feb./18 21:56